Visita Pastoral al Decanato San Pedro: Por una Iglesia orante, sinodal y misionera, enviada por el Espíritu Santo»

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Visita Pastoral del Obispo al Decanato San Pedro:

POR UNA IGLESIA ORANTE, SINODAL y MISIONERA

“Jesús les dijo: «¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes»  Y sopló sobre ellos y añadió «Reciban al Espíritu Santo.” (Jn 20,21-22).

Queridas comunidades del Decanato San Pedro:

¡Felices pascuas de Resurrección! Que la ALEGRÍA del resucitado llene sus corazones y los colme de ESPERANZA.

Me dirijo a ustedes para compartirles que próximamente realizaré la Visita Pastoral a todas las parroquias del Decanato. Será una oportunidad para encontrarme con cada comunidad de manera más cercana, y crecer en la corresponsabilidad de llevar adelante juntos la misión evangelizadora de la Iglesia.

La Visita Pastoral es una misión propia del Obispo como sucesor de los Apóstoles que la “debe cumplir animado por la caridad pastoral que lo presenta concretamente como principio y fundamento visible de la unidad en la Iglesia particular (…) Es una oportunidad para reanimar las energías de los agentes evangelizadores, felicitarlos, animarlos y consolarlos; es también la ocasión para invitar a todos los fieles a la renovación de la propia vida cristiana y a una acción apostólica más intensa. La visita permite, además, examinar la eficiencia de las estructuras y de los instrumentos destinados al servicio pastoral, dándose cuenta de las circunstancias y dificultades del trabajo evangelizador, para poder determinar mejor las prioridades y los medios de la pastoral orgánica.

Esta visita la viviremos en el marco del año Santo del jubileo que estamos viviendo como Iglesia con el lema “Peregrinos de Esperanza”. En este jubileo que queremos renovar nuestra fe en Jesucristo al cumplirse 2025 años de su venida y de su pascua liberadora asumiendo el anhelo del papa Francisco de Que pueda ser para todos un momento de encuentro vivo y personal con el Señor Jesús, «puerta» de salvación (cf. Jn 10,7.9); con Él, a quien la Iglesia tiene la misión de anunciar siempre, en todas partes y a todos como «nuestra esperanza» (1 Tm 1,1).

Al mismo tiempo la Visita se realizará en estos tiempos donde tenemos que implementar las conclusiones del Sínodo de la sinodalidad. Dice el Documento Final del Sínodo: “El del obispo es un servicio en, con y para la comunidad (cf. LG 20), realizado a través de la proclamación de la Palabra, la presidencia de la celebración de la Eucaristía y de los demás sacramentos… Es igualmente importante que, sobre todo durante las visitas pastorales, pueda pasar tiempo con los fieles, para escucharlos con vistas a su discernimiento. Esto les ayudará a experimentar la Iglesia como familia de Dios.” (n° 70)

Con este espíritu llegaré a Ustedes porque queremos caminar juntos para llevar adelante, con alegría y decisión, la obra misionera de la Iglesia buscando llegar a todos, de modo particular, a los más alejados, a quienes están solos y a quienes viven en mayor pobreza.

Queremos que cada bautizado se sienta un miembro vivo de la Iglesia y que descubra que en ella tiene un valioso e insustituible lugar. Por tanto, es más que necesaria la participación no sólo de los que habitualmente trabajan en las comunidades, sino de toda persona de buena voluntad. ¡Todos tenemos algo bueno para aportar al Reino de Dios!

Es mi deseo poder llegar a cada comunidad para reafirmar la unidad a la que Jesús convoca a sus seguidores y poder compartir, por unos días, la forma de vivir y celebrar la fe de cada uno de ustedes, como así también su dimensión orante, social y misionera.

Todo ministerio en la Iglesia es para el servicio del Pueblo de Dios, y de todos los pueblos, por eso estaré con ustedes como el que sirve, para discernir juntos lo que el Señor quiere para cada uno en particular, para cada parroquia y cada institución.

Al visitarlos quisiera encontrarme con todo el Pueblo de Dios: Sacerdotes, Diáconos, Laicos, Vida Consagrada, instituciones eclesiales y civiles. Para ayudar al sentido de la visita y su organización al final les comparto indicaciones prácticas a tener en cuenta (Anexo 1).

Junto conmigo llegará también la imagen misionera de nuestro patrono, San Nicolás. Es costumbre de los Obispos riojanos al emprender las Visitas Pastorales acercar también al gran intercesor de nuestro pueblo. Su imagen, que nos congrega como un solo pueblo en su Santuario, es signo de unidad y compromiso de vida cristiana. Profundizar todo lo que significa San Nicolás para La Rioja, es adentrarnos en el alma de nuestro pueblo y en nuestra tradición; es comprender mejor nuestra historia y los valores de nuestra cultura». 

También me acompañarán las reliquias de nuestros beatos Mártires: Enrique Angelelli, Carlos de Dios Murias, Gabriel Longueville y Wenceslao Pedernera. Ellos, en esta misma tierra, alcanzaron la plenitud del Tinkunaco en la donación de la propia vida por amor a Jesús, a su Evangelio y a su pueblo.

Esta visita será una ocasión para renovar nuestra fe en Dios y en la confianza en su amor misericordioso. Por eso los invito a que dejemos que su amor inunde nuestros corazones y anime la misión que nos encomienda. Para esto los invito a preparar nuestro encuentro con la Oración. Podemos partir con meditar este texto del apóstol San Pablo:

Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo que retiñe.

Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada.

Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, no me sirve para nada.

El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tienen en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad.

El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

El amor no pasará jamás. (1 Cor 13,1-8)

Al final de esta carta tendrán también algunas oraciones (Anexo 2)

Finalmente les comparto las fechas de la visita a cada parroquia:

  1. Parroquia Ntra Sra de la Candelaria de Nonogasta 13-16/mayo (inicia con fiesta de Virgen de Fátima)
  2. Parroquia Ntra Sra del Rosario de Villa Unión 4-8/junio
  3. Parroquia San Nicolás de Guandacol 21 a la tarde/23junio
  4. Parroquia San José de Vinchina 22-23/julio
  5. Parroquia Ntra. Sra. del Carmen de Villa Castelli 24-25/julio
  6. Parroquia Sagrado Corazón de Chilecito 28 por la tarde al 31/agosto
  7. Nueva Parroquia Virgen del Valle de Chilecito 11-13/septiembre
  8. Cuasiparroquia Santa Rosa de Lima de Anguinán 24 por la tarde-27/septiembre
  9. Parroquia San Pedro de Famatina 15-19/octubre

Hoy nos toca a nosotros continuar la misión que nos encomendó el Señor en esta tierra bendita misionada por San Francisco Solano, custodiada por San Nicolás y enriquecida con la sangre de los cuatro beatos Mártires. Tierra en la que nació también el beato mártir Gregorio Martos Muñoz. En esta tierra, en que su pueblo dobla sus rodillas delante del Niño Jesús vestido de Alcalde, nos unimos para caminar juntos en oración, fraternidad y misión.

San Pedro, patrono del decanato, interceda por nosotros, para que vivamos esta Visita Pastoral como un tiempo de ENCUENTRO con Dios y entre nosotros, para reavivar en todos la Fe, la Esperanza, la Caridad y el Espíritu Misionero.

Con la ayuda maternal de la Virgen María, nos disponemos a vivir esta Visita Pastoral con alegría y confianza.