El santuario de los Mártires del Zenta está a 10 km de la Ciudad de Pichanal, en Salta y se llega a él por una calle de tierra. Los mártires fueron una comunidad sinodal compuesta por laicos, criollos, aborígenes, sacerdotes, mujeres y varones. Ese Santuario al aire libre y en medio del monte es cuidado por laicos y sacerdotes de Pichanal. Aquí el testimonio de varios de ellos.
Chía, Blanquita y Carmencita son tres señoras adultas que cuidan y sirven con mucha alegría en el lugar desde hace más de 40 años. Nos cuentan que todo era monte y llegaban por una senda siguiendo el mandato de la Hna Clara que fue quien puso, junto a unos hacheros, la cruz que hoy preside el Santuario y emociona a todo el que llega. El padre Rafael Padilla y Monseñor Gerardo Sueldo apoyaron esta tarea.
Cada 27 de mes peregrina gran cantidad de gente, de a poco han conseguido bancos, abierto un camino, construido baños. También los sábados a la tarde se celebra misa y llegan muchos peregrinos.
Chía adjudica la curación de su nieto de 25 años de un problema cardíaco cuando tenía 1 a la intercesión de los mártires y sigue relatando milagros atribuidos a este puñado de cristianos. Las tres aconsejan confiar en la Virgen y en ellos y tener mucha fe que es lo que nos sostiene siempre.
Agustín y varios varones y mujeres de diferentes movimientos y parroquias de Orán y Pichanal también acuden cada sábado para compartir la Misa y dar la bienvenida a los peregrinos. Preparan tortillas al rescoldo, panes caseros, mate con brasa quemada para merendar después de la misa y ofrecer con mucho cariño a los visitantes. Agustín añade que todo lo hacen como un servicio a los hermanos y como hermanos.
Al hablar de los mártires, él y su comunidad dicen que evangelizaron esa zona del Norte de Salta y su martirio fue muy cruento sufrieron mucho, dieron la vida regando de sangre bendita su tierra. Como salteños esperan orgullosos la Canonización.
Cuentan que no sólo hay milagros de sanación, sino tabién materiales. Cuando veían la necesidad de cerrar el predio, de hacer los baños y algún salón apareció de la nada un señor en una camioneta dispuesto a ayudar. Agustín es ministro de la Eucaristía y cada vez que necesita fortalecer su fe o pedir ayuda no duda en ir al Santuario, en invocar a los mártires y eso aconseja a los demás.
Esta Comunidad que cuida el Santario de los Mártires del Zenta se sienten cuidados por esa otra comunidad que como ellos evangelizó el norte de nuestro Norte. y no queda otra que decir Amén.
