El 11 y 12 de junio comienza la Colecta Anual de Cáritas, es por ello que nos contactamos con dos voluntarias de nuestra Diócesis, Cristina de la Parroquia Sagrado Corazón de Chilecito y Patricia de la capital riojana, Parroquia Santa Rita. Ambas mujeres cuentan su trabajo en Cáritas y además su testimonio de fe.
María Cristina Barrionuevo (61) – Santuario Santa Rita, Parroquia Sagrado Corazón, Chilecito- Voluntaria de Cáritas- Se define como una Servidora de Dios.
¿Cómo se vienen preparando para esta campaña que se aproxima?
Con mucho entusiasmo, alegría antes con la pandemia estaba limitado. Lo que dejó la pandemia es que nos dejó alejados, hay gente que sigue teniendo miedo de salir a la calle. Es un motivo para volver a tener contacto con la comunidad, trabajando con la numeración de sobres. El lunes 6 de junio se comienzan a distribuir los sobres a las parroquias.
Cristina nos cuenta que Cáritas es un pilar fundamental para juntar alimentos no perecederos, ropa, calzados, frazadas, colchones también hay demanda de camas, aunque actualmente no tienen. El año pasado lograron comprar «polar» e hicieron frazadas, pudieron cubrir algunas necesidades. Hay mucha demanda, más ahora en el invierno. En su Parroquia reciben donaciones todo el año, los días lunes y miércoles por la tarde y sábados por la mañana.
¿Cómo se vienen preparando para el Encuentro Diocesano?
Estamos entusiasmados en conocer a otros Cáritas de la Diócesis, aportar ideas, para sumar lo que cada comunidad viene haciendo. Por ejemplo, nosotros de un pullover roto de adulto lo destejemos y hacemos un pullover para niño, tratamos de reciclar, estamos con demandas de medias, calzados para niños.
Pensábamos hacer una jornada de tejer cuadritos para hacer frazadas, durante la pandemia se hacía esto. Recolectábamos y esto lo llevaban a las costureras, que también son voluntarias de Cáritas. Para los días de la colecta nacional el 11 y 12 de junio, tenemos pensado hacer locro para aumentar la recaudación. Otros años se hizo y dio buen resultado. Cuando es para Cáritas la gente siempre colabora.
¿Cómo animan a las comunidades?
Este año se están animando a formarse Cáritas en otras capillas, hay tres capillas trabajando firmemente, que participaron del encuentro diocesano de Cáritas conocieron otras realidades, sacaron ideas. Muchas veces cuesta sostener, ya que el trabajo es mucho.
A veces pedimos colaboración a los grupos de jóvenes, ellos donan bastante, de ahí recibimos donaciones.
¿Cuál es el lema? ¿Y qué significa para usted?
El lema para este año es «TU COMPROMISO ACORTA DISTANCIAS.»
Con Cáritas se acortan distancias, cuando fueron las inundaciones, de acá (Chilecito) mandamos ropa. En el incendio también colaboramos mucho con ropa y rosarios. La gente además de cosas materiales también necesita oración.
Para Cristina, durante la pandemia este compromiso se cumplió, nos cuenta que trabajó durísimo, estuvo de licencia en su trabajo (área de salud) pero no en este servicio, acompañó a enfermos, llevándoles comida, frutas. Tenía un listado con pedido de oraciones, a veces era escucharlos por teléfono. A veces gente desamparada, con Covid, los escuchábamos y asistíamos de esta manera.
Testimonio: Su vida está marcada por pérdidas grandes, entre ellas la pérdida de tres hijos (dos en accidentes y uno por muerte natural), y el año pasado fallecieron su papá y sobrina. Para seguir adelante Cristina se aferró a la Fe y al servicio al prójimo “Me mantengo en la fe, con la esperanza del reencuentro en la eternidad con todos ellos.”
A sus hijos siempre le dice: “Mi compromiso es seguir cumpliendo la voluntad de Dios. Trabajar para juntar capital en el cielo, juntemos bienes para el cielo,” “Ver al necesitado es ver al Dios Vivo, y a ese dolor poder transformarlo en amor.”
Patricia Sierralta, Parroquia Santa Rita. Presta servicio como voluntaria y referente de Cáritas.
¿Qué te inspira el lema? El lema de este año es “Tu compromiso acorta distancia”. Personalmente creo que nos tuvimos que distanciar por el tema de la pandemia para cuidarnos, esto nos trajo mucha soledad, abandono, mucha gente quedó de lado, muchos sufrieron, familiares, vecinos, teníamos miedo que nos paralizaba. Solo estábamos en contacto por una llamada o video llamada, ir solo hasta la puerta y dejarles algo, a mi familia nos tocó muy de cerca estar aislados y falleció mi suegra y no pudimos despedirla. Ese dolor que nos trajo la pandemia, el distanciamiento que dice el lema, se acorta con nuestro compromiso que debemos tener, estar más cerca del otro, de darle un abrazo, preguntarle como estas, que te pasa o ir a visitarlo.
¿Qué expectativas tienen para luego de la Campaña?
Que se sumen más voluntarios sería buenísimo, especialmente jóvenes. También que sea una buena campaña, a veces tenemos muchas expectativas con muchas actividades, jornadas, con realizar grandes proyectos en que todos participen, en dónde todos seamos Cáritas. Que sea una campaña fructífera, que valga la pena el esfuerzo, aunque siempre vale el esfuerzo porque lo que se hace es con el corazón.
¿Cómo fue el trabajo en la pandemia?
Fue lindo, salimos con las urnas casa por casa con todos los recaudos de barbijo, alcohol hasta guantes. Colocábamos un parlante en el auto reproduciendo un audio como aviso, les explicábamos a la gente que éramos de Cáritas, que transitábamos la colecta, que se hacía con el dinero recaudado. Avisábamos también las actividades de la capilla, y en ese tiempo solo era la misa virtual. En una de las colectas también salimos con el Santísimo acompañados del Padre, la gente se acercaba y nos colocaba en el auto donaciones de ropa y mercadería. Cuando se pudo abrir un poco más la Iglesia, dos veces por semana nos turnábamos con los voluntarios para ir y colocábamos el parlante con el audio de un video distintivo, entonces de esa forma llamábamos la atención de los vecinos. El año pasado (2021) en la campaña con los sobres la gente también colaboró mucho, en la placita del barrio vendíamos cosas dulces, pan casero y hasta Delivery teníamos para la gente que quería colaborar y no podía salir.
Con la colaboración de la gente en las campañas, podemos colaborar con mercadería haciendo bolsones, con frazadas, ropa para quienes más lo necesitan. Siempre mostramos y avisamos en las misas cuanto se recauda y en que se invierte para ayudar.
En la pandemia teníamos miedo pero siempre encomendados a Dios de que nos ayude y nos proteja para poder estar bien todos. Personalmente estoy agradecida de estar prestando servicio porque me gusta mucho. Lo hago con mucha responsabilidad y amor, todas las cosas que hagamos deben ser con amor y mucho más para el hermano, para mi prójimo que necesita que está solo que no tiene oportunidades, también los niños que nos necesitan.
Testimonio: durante la pandemia nunca dejamos de trabajar, siempre estuvimos activos porque la demanda era mucha, sobre todo la gente que no podía salir a trabajar los que hacían changas. Así que mi casa se convirtió en Cáritas, acá hacíamos los bolsones con mi familia (porque no nos podíamos juntar) de una u otra forma los voluntarios trataban de buscar la mercadería ayudándonos, para poder asistir a las familias que eran muchas. Les preparaba el bolsito, les ponía afuera de las casas y lo buscaban. Con mi marido cuando podíamos, íbamos a Cáritas y buscábamos ropa, lavandinas, alcohol y dejábamos en la puerta de las casas de las familias que lo necesitaban. También hicimos una huerta con mi familia y la llevé a Cáritas, luego entregábamos lo producido a las familias, también tenemos plantas. Nuestra zona es grande, y no somos muchos, por lo que la gente actúa como nexo avisándonos para ir donde nos necesitan o contarles donde está Caritas de la parroquia para que se acerquen. A veces trabajamos con Desarrollo Social en las épocas de lluvias intensas.
Tenemos un grupo lindo, a veces tenemos diferencias, pero siempre buscamos el respeto entre nosotros y avocarnos a lo que debemos hacer, somos Paula, Moni, Lili, Cristina, María Sol, Rocío, Meri, Lorena, Doña Coco, Rubén mi esposo y yo. Todos estamos comprometidos, tenemos muchas anécdotas. También hacemos cenas de fin de año a las familias, pero son cenas servidas todo por nosotros (colocamos las mesas las sillas, manteles blancos, vajilla) buscamos a algún artista que acompañe con música. La gente la pasa bien y lo más importante es compartir con ellos un momento lindo, se van contentos y agradecidos y por supuesto nosotros también, hacemos para ellos y también para pasarla bien nosotros. Hacemos talleres de cocina, de reciclado de telas, clases de apoyo escolar. Vamos caminando andando, tenemos un Padre nuevo Miguel la Civita, que es muy bueno nos acompaña, nos estamos conociendo.
Agradecemos a Cristina y Patricia por abrirnos su corazón, contarnos sobre su servicio brindado en Cáritas. Gracias porque con su testimonio nos ayudan a ver el rostro de Dios en los hermanos necesitados. Alentamos a toda la comunidad riojana a colaborar generosamente con esta gran obra de la Iglesia.