El profesor Nelson Ramírez, nos cuenta sobre es su servicio en la Diócesis como director del coro que pertenece al Ministerio Diocesano de la música y el del canto. Ministerio que nos ayuda a rezar y a conectarnos mejor con Dios.
Compartimos el reportaje que le hicimos en el Retiro realizado en Sañogasta en septiembre de 2023.
¿Cómo nace esto de hacer estos retiros espirituales?
El año pasado se nos hizo una propuesta de unas hermanas en Córdoba. le contaron a Jimena Muñoz, la idea de llevar adelante un retiro para servidores de la música de canto y ella me convoca a mí para para ver si podemos pensar entre los dos, teniendo en cuenta esto que por ahí los espacios de formación para músicos no son muchos, o por lo menos no están tan difundidos.
Vemos que hay una realidad dentro de la Iglesia católica, y es que la de los servidores de la música del canto, por lo general lo hacen de una manera muy vocacional, lo cual es muy admirable, pero carecen por ahí de la información de la formación, de conocer los documentos y también este carecemos, me pongo yo también en este lugar. Muchas veces no le damos atención la debida atención a la dimensión espiritual de nuestro servicio. Entonces, poder generar un espacio donde nos podamos retirar, donde vamos a decir este fin de semana no vamos a servir en nuestra parroquia, nos vamos a dedicar a retomar fuerzas espirituales para alimentar nuestro servicio, esa era una linda idea.
Empezamos a desarrollar esa propuesta, la rezamos mucho, pensamos que contenidos nos podían servir, como teoría musical o más énfasis en espiritualidad, cosas que por ahí no tenemos muy a mano.Y quedó esta estructura, que la verdad es que está dando muchos frutos. A la gente le gusta, le llega este espacio de formación, que tenga la parte litúrgica, espacios de espiritualidad y también espacios para reforzar el trabajo de fraternidad, que al fin y al cabo es lo que la Iglesia nos pide, poder servir como hermanos.
¿Cómo se vivió el retiro?
Todos quedan sorprendidos cuando se dan cuenta de las canciones que por ahí se hacen en la misa y no se puede hacer, no porque tengan algo malo en sí las canciones, sino que no se concibieron para usarse las liturgias. Entonces, ese es como el primer shock, digamos que se les disminuye a mucho el cancionero. También he visto que mucha gente valora y nos agradece la oportunidad de poder orar, el tiempo para retirarse, estar solos en silencio y hacer un encuentro íntimo con el Señor. La dimensión espiritual, eso es algo que nos queda mucho siempre. Todos nos dicen que se van con algo nuevo, ya sea desde la formación o desde la manera de rezar. Y algo muy importante es el compartir con todos los demás.
El mensaje para los músicos:
Voy a hacer eco de las palabras que dijo el papo Francisco en la última Jornada Mundial de la Juventud, donde dice que el Señor nos mira cómo somos y el Señor nos llama como somos, nos quiere como somos y nos espera. Existe el miedo de decir, pero yo no sé cantar, yo no sé tocar, pero tengo el anhelo de hacerlo, mi mensaje sería que se acerquen, que se animen a servir y a componer canciones nuevas que se animen, a meterse de lleno en el servicio, que no sea solamente voy toco en la misa y me voy, sino que sea un estilo de vida, una vocación de vida, el poder servir en la música dentro de la Iglesia católica. Que se animen sobre todas las cosas, porque Dios, al fin y al cabo, no mira qué tan perfecto técnicamente nuestro servicio, sino qué tan lleno está nuestro corazón del amor de él. Lo que podemos dejar a nuestros hermanos.
El ministerio de la música y el canto nos une en fraternidad y oración
