Fuente: AICA
La pobreza alcanzó al 49,9% de la población, alrededor de 23 millones de habitantes, lo que representa una baja respecto del primer semestre, aunque aún se encuentra por encima en la comparación interanual, de acuerdo con la medición del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA UCA).
A principios de este año, con el efecto inicial del ajuste en los primeros meses de gobierno de Javier Milei, la pobreza había llegado a casi 55% de la población, partiendo del 41,7% de fines de 2023. Sin embargo, en el segundo trimestre, el número empezó a revertirse y, en el tercer trimestre, retrocedió a un 49,9%. Aún así, los registros actuales son los valores más elevados desde 2004.
La indigencia, en tanto, pasó de 18,1% en el primer semestre de 2024 a 12,3% en el tercer trimestre de este mismo año. Se relevó que el 29,4% de los hogares debió recortar el gasto en medicamentos; 29,9% no pagó tasas o impuestos; y 27,1% no pudo pagar algún servicio. En los últimos tres años, aumentó la proporción de personas en situación de indigencia y pobreza.
El director del ODSA UCA, Agustín Salvia, sostuvo que el último informe «no es sólo el efecto de una política de ajuste, sino el agotamiento de un ciclo económico que tiene más de 20 años», y consideró que «la política del actual gobierno era de alguna manera necesaria».
Salvia reconoció, en conferencia de prensa, que las políticas de ajuste de Milei «se hicieron a un ritmo muy acelerado y con alto costo inmediato», pero afirmó que «tuvieron un impacto regresivo de menor profundidad de lo que podía esperarse».
Aún así, el sociólogo aclaró que es posible que esto no se sienta en los bolsillos ni se exprese en mayores niveles de consumo, por el cambio en la composición de los gastos fijos de los hogares.
Salvia observó también que «hay una desinversión generacional», dado que, de 2011 a 2012, el 40% de los niños eran pobres y, este año, ese número ascendió al 65,5%.
Se observa asimismo un incremento de la pobreza infantil en los estratos medios, pero sobre todo una mayor concentración de pobreza extrema en los estratos más bajos de la estructura social. Los menores de hogares con poco capital social son los más sufrientes y afectados por la crisis.
Por otra parte, en la Argentina urbana actual, el 36,3% de los hogares reciben asistencia económica directa o indirecta por parte del Estado Nacional, provincial o municipal. Si se calcula la situación sin AUH, otros programas o pensiones no contributivas, se estima que la indigencia ascendería al 23,2% y la pobreza, al 55,4% de la población.+