Francisco desde el Hospital: ¡Gracias por la cercanía!

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Fuente: Prensa Vaticana

Hoy, domingo 23 de febrero en el rezo del Ángelus, se leyó una carta que el Papa Francisco envió desde su lugar de internación en el Policlínico Gemelli de Roma.

Junto con agradecer, animó a los diáconos en su jubileo instándolos a arriesgarse por amor. Recordando el tercer aniversario de la guerra de Ucrania, condenó nuevamente todo tipo de conficto y pidió el don de la paz en Palestina, Israel y en todo Oriento Medio, en Myanmar, en Kivu y en Sudán.

Texto completo:

¡Hermanos y hermanas, feliz domingo!

Esta mañana se ha celebrado la Eucaristía en la Basílica de San Pedro con la ordenación de algunos candidatos al diaconado. Saludo a ellos y a los participantes en el Jubileo de los Diáconos que tuvo lugar estos días en el Vaticano; y doy las gracias a los Dicasterios para el Clero y para la Evangelización por la preparación de este evento.

Queridos hermanos diáconos, ustedes se dedican a anunciar la Palabra y al servicio de la caridad; desempeñan su ministerio en la Iglesia con palabras y obras, llevando a todos el amor y la misericordia de Dios. Los exhorto a continuar con alegría su apostolado y a ser, como nos sugiere el Evangelio de hoy, signo de un amor que abraza a todos, que transforma el mal en bien y genera un mundo fraterno. ¡No tengan miedo de “arriesgar el amor”!

Por mi parte, continúo con confianza mi hospitalización en el Policlínico Gemelli, siguiendo con los tratamientos necesarios; ¡y el descanso también forma parte de la terapia! Agradezco de corazón a los médicos y al personal sanitario de este hospital por la atención que me están demostrando y por la dedicación con la que realizan su servicio entre las personas enfermas.

Mañana se cumple el tercer aniversario de la guerra a gran escala contra Ucrania: ¡un acontecimiento doloroso y vergonzoso para toda la humanidad! Mientras renuevo mi cercanía al martirizado pueblo ucraniano, los invito a recordar a las víctimas de todos los conflictos armados y a rezar por el don de la paz en Palestina, en Israel y en todo Oriento Medio, en Myanmar, en Kivu y en Sudán.

En estos días me han llegado muchos mensajes de afecto y me han impresionado especialmente las cartas y dibujos de los niños. ¡Gracias por esta cercanía y por las oraciones de confortación que he recibido de todo el mundo! Encomiendo a todos a la intercesión de María y les pido que recen por mí.