En La Rioja, los días 23 y 24 de noviembre se desarrolla el Encuentro Nacional de la Pastoral de Adicciones. Monseñor Dante Braida obispo de La Rioja y Presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social dio la bienvenida a los asistentes en la mañana del 23.
Cuando empezamos a preparar el encuentro pensaba hacerlo con el equipo de La Rioja siendo anfitrión, como quien camina en esta Iglesia. Con esta elección como responsable de la Pastoral Social, adicciones está ligada como un brazo a esta Pastoral, ahora me toca recibirlos desde allí y decirles que fue una sorpresa que me hayan dado esta responsabilidad y la abrazo con la confianza en Dios y en ustedes porque la cuestión social la hacemos entre todos. El desafío es poder trabajar mucho en cómo ayudar en que el creyente descubra la dimensión social de su fe y así como alimentamos la fe en una misa, una peregrinación, un altar que tenemos en la casa, a la fe también la vivimos cuando nos comprometemos con las cuestiones sociales y con las cosas que más nos desafían en este tiempo.
La tarea de esta comisión para muchos de ustedes es trabajar en eso, en vivir la dimensión social de la fe.
Cuando nos reunimos en equipo de pastoral Social se ofrecieron Monseñor Bokalic, arzobispo de Santiago del Estero y el obispo auxiliar de Buenos Aires, Pedro Cannavó quien trabaja con adicciones en el Bajo Flores para acompañar más de cerca esta pastoral.
Esta pastoral de adicciones es un signo profético de este tiempo, ocuparnos de los que van quedando descartados al costado del camino y poder estar cerca de estas realidades es un signo evangélico profético. Jesús estaba atento al pobre, al necesitado, al enfermo y dejaba un poco la multitud para estar a su lado y hacer algo concreto por él.
La necesidad de trabajar con otros, de hacerlo en red es también un signo profético, de la sinodalidad, caminar juntos no solo con otras áreas de pastoral de adicciones sino con otras, con movimientos, instituciones del estado, ONG. En una época de grietas, oposiciones desencuentros caminar juntos, articular, armar redes y es lindo que sea una expectativa y una realidad. Si estamos aquí es porque queremos caminar con otros.
Los invito que para aprovechar este encuentro estemos atento a la escucha. La oración de Angelelli decía «Señor… estamos esperando tu palabra». Dios habla de muchas maneras. Cada uno armó su stand, una actitud egoísta sería mostrar lo que ha logrado. La tarea será recorrer todos los stands y ver qué aprendemos de cada una de las experiencias de los que están aquí. La Iglesia en salida la podemos vivir visitando cada uno de los espacios con un oído en el corazón para poder aprender.
Este camino es desafiante entonces lo logrado por uno puede ser una luz para lo que estamos buscando nosotros.
Que estas expectativas y sueños que hemos traído puedan cumplirse en estos días.