Fuente: Prensa del Sínodo, ACI Prensa, Amerindia
Una experiencia de fe, reflexión, diálogo y comunión
«La Tienda de la Sinodalidad” es el título que recibe una iniciativa promovida por la red Amerindia y el Observatorio Latinoamericano de la Sinodalidad, cuyo objetivo es reflexionar sobre la presencia de América Latina en la Iglesia Católica, así como seguir impulsando el proceso sinodal.
Este lunes 07 de octubre se dio apertura a la Tienda de la sinodalidad, liderado por la red Amerindia y el Observatorio Latinoamericano de la Sinodalidad, un espacio de encuentro, diálogo y reflexión que busca acompañar la segunda sesión de la Asamblea Sinodal que se desarrolla por estos días en Roma.
Los visitantes a esta Tienda que se extenderá hasta el próximo 23 de octubre, podrán encontrar una agenda muy variada a nivel eclesial, entre las que se encuentran eventos culturales, exposición de arte, presentación de nuevos libros editoriales. Además, se ofrecerán espacios como conversatorios, paneles y tertulias que ayudarán a entender entre otros temas la sinodalidad.
El telón de este ciclo de conferencias lo abrieron Elisabet Román y Juan Soto, del Consejo Nacional Católico del Ministerio Hispano en los Estados Unidos, con el conversatorio: “Sinodalidad y mundo Hispano”, allí expusieron la vivencia cotidiana pero también colectiva del Mundo Hispano en Estados Unidos y el papel de la Iglesia en este escenario.
Falta de liderazgo católico
Elisabet Román, quien es la presidenta del Consejo Católico Nacional para el Ministerio Hispano desde 2014, centro su intervención ofreciendo una radiografía de la realidad que enfrenta la Iglesia hispana en los Estados Unidos, con sus desafíos, oportunidades y retos a enfrentar, específicamente en el contexto de la población migrante que según indicó constituye casi el 45% de la población católica en este país.
Señaló que en las últimas décadas los latinos han incrementado significativamente su presencia en la iglesia de los Estados Unidos en gran parte impulsados por la inmigración y teniendo las tasas de natalidad más altas en comparación con la cultura dominante. Un pueblo joven, donde la edad promedio de los católicos hispanos es de alrededor de 29 a 30 años. Indicó que este grupo demográfico más joven desempeña un papel importante en la configuración del futuro de la iglesia en los Estados Unidos especialmente en términos de vitalidad cultural, liderazgo y vida comunitaria.
Pero a estas cifras significativas, advirtió hay una tendencia preocupante por la desafiliación entre los hispanos nacidos en Estados Unidos, especialmente las generaciones más jóvenes de latinos que se identifican como católicos. Esto ha disminuido de un 67% en el año 2010 a 40.3% en el 2022, lo que refleja el creciente número de aquellos que no se afilian a ninguna religión, añadiendo que esto se debe a la falta de representación latina en el liderazgo católico
Elevar las voces proféticas de los hispanos
A estas preocupantes cifras, le sumó la escaza presencia en los roles de liderazgo, no hay líderes en la Iglesia que ayuden a defender los derechos de los latinos, estos factores contribuyen a un acceso limitado a la educación superior, agravante que se amplía porque muchos de ellos son indocumentados. “Muchas estructuras de liderazgo carecen de las capacidades culturales y lingüísticas necesarias para apoyar y elevar las voces proféticas de los hispanos, superar esas barreras requiere esfuerzos intencionados para empoderar a los líderes latinos a través de la formación, el acompañamiento, la mentoría y la inclusión en los cuerpos de toma de decisiones”
Dijo además que, a partir del 2023 hay aproximadamente 3.200 sacerdotes latinos en los Estados Unidos de un total de más de 34.000 sacerdotes en todo el país, lo que representa un 9% del clero, esto significa “que nuestras voces están sub representadas de voces de liderazgo especialmente en el sacerdocio y en los rangos episcopales lo que afecta la capacidad de la iglesia para atender adecuadamente las comunidades latinas”.
Los roles claves en la toma de decisiones y las posiciones de liderazgo a nivel diocesano están mayoritariamente ocupados por personas no latinas en consecuencia temas que son más relevantes para las comunidades latinas como la reforma migratoria la justicia social y el acceso equitativo a recursos pueden no ser prioridad en la misión más amplia de la iglesia”, asintió en decir
Una Iglesia más inclusiva y no dividida
Resaltó como preocupantes otros aspectos que siguen alejando a los latinos de la Iglesia católica, entre ellos la falta de integración a la vida parroquial, donde aún hay iglesias que celebran la eucaristía en inglés; el tema de escándalos por abuso de menores que los ha llevado a crisis financieras, obligando a la Iglesia a tomar decisiones difíciles incluidas en ellas el cierre de ministerios latinos y parroquias que sirven predominantemente a comunidades hispanas.
Expuso que no todo es negativo porque se han dado pasos. Destacó el trabajo que se realizó a través del Quinto encuentro del Ministerio Hispano, que abordó la importancia de empoderar y acompañar a los católicos latinos y que concluyó con un plan pastoral nacional, construido desde la competencia intercultural y la sinodalidad, este, explicó, se centra en la evangelización, la formación en la fe y el cuidado pastoral de las familias y de los jóvenes migrantes.
A este respecto dijo que es importante que este proceso no quede solo en un plan que nadie lee, sino que su implementación sea efectiva en la vida parroquial, garantizando “que los esfuerzos para integrar y empoderar a la comunidad católica latina no se queden solo en palabras, sino que se traduzcan en acciones concretas que impacten la vida de las comunidades y de los líderes católicos”.
Por otra parte, resaltó la labor que los obispos siguen haciendo con llamados constantes para que se brinden las políticas migratorias humanitarias necesarias, de tal manera que protejan la dignidad del migrante y los refugiados, siempre, abogando por un trato más compasivo y oponiéndose a medidas de aplicación estricta.
Pero también, fue enfática en advertir que el tema de los migrantes se ha convertido en un tema divisorio dentro de la Iglesia católica, porque mientras en la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos se pronuncian contra la retórica de políticas antimigratorias, otro sector de la población católica expresa preocupación sobre la seguridad en la frontera del sur y el impacto económico de la inmigración. “Esta división está generando desafíos en el Ministerio Pastoral ya que las comunidades parroquiales pueden estar divididas en cuanto a cómo perciben el tema de la migración”.
Concluyó señalando que la comunidad católica latina, puede ofrecer acompañamiento cercano al migrante, propiciando redes de apoyo, además integrándolos en las parroquias y comunidades locales, trabajando en una pastoral del migrante, donde se les brinde no solo el apoyo espiritual sino empoderándolos a vivir su fe con dignidad.
Desde la inmigración un testimonio de fe y esperanza
Luego, tomó la palabra Juan Soto, un inmigrante mexicano de Durango México, quien compartió aspectos de su vida como migrante, una vez que su familia tuvo que abandonar su país cuando él apenas tenía 5 años radicándose en los Estados Unidos, donde creció en una comunidad rodeada principalmente de inmigrantes griegos e italianos en Chicago.
Cuenta que su familia tuvo que enfrentar desafíos para aprender el idioma, entender las estructuras económicas, la nueva cultura y el racismo que los inmigrantes recién llegados enfrentan en comunidades que no necesariamente son acogedoras. Toda esta experiencia vivida a lo largo de los años hizo que hace 33 años se convirtiera en un organizador comunitario, permitiéndole reflexionar sobre su fe y valores para ponerlos al servicio de los migrantes.
Fue así como su acción desde la condición de inmigrante, su entrega y dedicación le llevaron a ocupar el cargo de director de la organización Gamaliel de Metro Chicago Pilsen Neighbords Community Council, entidad encargada de capacitar a futuros líderes a través del Programa Nacional de Capacitación de Liderazgo. Explicó que se trata de empoderar desde la fe a las personas migrantes para que participen de manera efectiva en las decisiones políticas, ambientales, sociales y económicas que afectan sus vidas.
Llamó la atención de esta organización haciendo énfasis en que allí se enfatiza en un trabajo colaborativo y de empoderamiento desde la base, como una forma de sinodalidad, de la que dijo, el Papa Francisco “ha posicionado como una práctica central de la iglesia moderna especialmente a través de los recientes sínodos”.
Por lo que observó que, la red Gamaliel compuesta por líderes de la iglesia católica y líderes religiosos, centra su trabajo en reunir a individuos para identificar necesidades compartidas y actuar por el cambio social. “Empoderar a las comunidades marginadas para que reconozcan su esfuerzo en la voz colectiva”.
Sobre la tienda de la sinodalidad
Es una propuesta cultural y religiosa que no solo está dirigida a las personas que se encuentran en Roma, sino que podrá ser vista en cualquier lugar del mundo gracias a la transmisión que se originará a través de las redes sociales del Observatorio de la Sinodalidad y la Red Amerindia.
«Ensancha el espacio de tu tienda» es la invitación de esta iniciativa creada con el deseo de apoyar e impulsar el proceso sinodal de la Iglesia, desde esa misión profética de reafirmar la opción preferencial por los pobres y excluidos, inspirados siempre en el Evangelio, en comunión con la perspectiva de renovación eclesial de una -Ecclesia semper reformanda- impulsada por el Papa Francisco.