Padre Pucheta: El Cura del rastrojero

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La Rioja, además de ser tierra regada por sangre mártir, es tierra evangelizada por grandes misioneros. Uno de ellos fue el padre Águedo Pucheta.

Monseñor Angelelli en el centro y el Padre Pucheta a la derecha en la Parroquia de Malanzán

Nació en Chalacea, un pequeño pueblo del noreste cordobés el 5 de febrero de 1919. Fue el menor de los 9 hijos de Martín Pucheta y Micaela Vallejo. Ingresó a la Compañía de Jesús y fue ordenado Sacerdote el día 12 de diciembre del año 1949 en San Miguel, Bs. As.

El Padre Pucheta en la Primera Misa de Monseñor Braida (a la derecha)

Siendo sacerdote joven, en septiembre de 1958, comenzó a misionar en Colonia Pilagá en la zona rural de la Diócesis de Reconquista, Santa Fe. Allí conoció a los que luego serían los padres de Monseñor Dante Braida. Frecuentaba la familia y a él lo vio cuando tenía dos meses. Años más tarde, en 1989, al saber que había ingresado al seminario fue a visitarlo y le dijo que si se ordenaba sacerdote le avisara que él estaría presente. Así fue, estuvo en la ordenación del Padre Dante el 21 de abril de 1996 y concelebró su primera Misa. Al término de ella tomó la palabra y además de dedicar expresiones de amistad y cariño a la familia le ofrendó al flamante sacerdote un poema del que dijo era un gran amigo suyo, Monseñor Angelelli, con el consejo de que siempre tuviera presente esas palabras. El poema dice:

Señor, déjame que te cuente: ¡Qué dura es la cuesta!

Llega la tarde, las piedras lastiman, espero que hables Señor.

Yo busco tu voz para poder amarte.

De misionar en Reconquista pasó, en agosto de 1968, a la diócesis de La Rioja invitado por Monseñor Angelelli. Durante varios años estuvo en la Parroquia San Pedro de Famatina. A inicios de la década del ’70 la Pastoral de Angelelli y su opción por los pobres comenzó a ser sospechada y luego perseguida. En marzo de 1972 fue golpeado fuertemente junto a dos laicos por un grupo de gente del latifundio Huiracocha. Creyéndolo muerto lo abandonaron al costado del camino. Las cicatrices de ese ataque le quedaron para siempre.

El 2 de Junio de 1974, por mandato del Obispo Angelelli, se crea la Parroquia de Malanzán. Él asume como párroco y será quien guiará e instruirá a la comunidad del Departamento Juan Facundo Quiroga hasta el año 1984.

En este periodo, fue clave su acompañamiento para construir las capillas de El Portezuelo y Loma Larga. También remodeló la casa parroquial, pues tenía habilidades de albañil.

Formó el grupo de Cáritas, trabajó con familias de escasos recursos. Visitaba enfermos y en su Rastrojero llegaba a todas las comunidades, a los vecinos y llevaba los ancianos y minusválidos a Misa. Era de perfil bajo y exigente con él mismo y los demás, a la vez que muy caritativo, preocupado por el trabajo y las necesidades de los más pobres y enfermos. Angelelli lo visitaba con frecuencia.Los vecinos ancianos de Malanzán que lo conocieron afirman que fue el párroco ideal para iniciar esa parroquia.

El 25 de marzo de 1976 es detenido en Malanzán y luego llevado a Chamical y al cabo de dos semanas lo dejaron libre. Una vecina del pueblo llamada Pochola le llevó una carta fechada el 31 de marzo de 1976 que las Hermanas del Sagrado Corazón (que estaban en Malanzán,) le enviaron a Angelelli contándole la situación. En otra oportunidad a policía lo buscó y le pidió las armas que tenía y él sacó de un depósito una pala, un rastrillo, el molde de los ladrillos y otras herramientas de trabajo diciéndoles ¡Estas son mis armas!

Ocho años después del asesinato de Monseñor Angelelli dejó la diócesis hacia otros destinos en el litoral argentino. Falleció el 2 de enero de 2010 y a pedido suyo los restos descansan en la Parroquia de Malanzán. En su lápida su pueblo le dedicó el mejor título: Pastor con olor a oveja

Damos gracias a Dios por este Buen Pastor con olor a oveja que regaló a nuestra Iglesia.