Homilía de Noche Buena 2025
Mons. Dante G. Braida
Cristo: la luz que se abre paso y brilla en la oscuridad
Queridos hermanos y hermanas de la diócesis:
“María dio a luz a su Hijo, lo envolvió y, lo acostó en un pesebre” Lc 2,7
- María y José en un pesebre y en la oscuridad de la noche, rodeado de animales reciben a su Hijo, reciben la LUZ que viene a iluminar y disipar todas las tinieblas del mal que hay en cada uno y en la sociedad para que brille la VIDA, la JUSTICIA, la CARIDAD y la PAZ.
Jesús nace en un pueblo en el que hubo mucha vida, pero también hubo infidelidad a Dios, lejanía de él… Pero era un pueblo que, a su vez, esperaba algo nuevo y distinto que los transforme para siempre. Esa espera fue colmada con la presencia de este Niño que nace en Belén, Jesús.
María y José representan a ese pueblo fiel que sabe esperar aún cuando las dificultades o las tinieblas pretenden oscurecerlo todo.
Hoy estamos llamados a ser parte de ese pueblo que espera y recibe las manifestaciones de Dios y se compromete con esa manifestación.
LA vida de cada uno de nosotros está llamada a ser presencia viva y oportuna para tantas personas que esperan una cercanía y una palabra de Dios y su ternura. Por eso la Iglesia está llamada constantemente a renovar su impulso misionero para compartir el tesoro de vida, Amor y luz que Dios ha depositado en ella.
- Jesús nace en la precariedad de un pesebre, un lugar muy austero y oscuro. Sin embargo allí brilla esta luz del AMOR de Dios que se hace presencia y misericordia para todo un pueblo. Este niño nos manifiesta por el camino de la sobriedad, austeridad y humildad una VIDA PLENA. Como nos decía el papa Francisco: Se puede vivir bien con poco.
El mensaje de la Navidad contrasta con el consumismo que se nos quiere imponer pretendiendo llevar el corazón con el tener o comprar muchas cosas. En realidad somos más FELICES cuando podemos libremente desprendernos de lo que no necesitamos y desprendernos incluso de nosotros mismos para que Él sea el todo de nuestras vidas.
Que al contemplar el pesebre de Belén le pidamos a Dios la gracia de llevar una vida más austera, simple y modesta.
- Este Niño viene a hacer presente un reino de JUSTICIA, en el que cada persona humana sea reconocida como valiosa, única y necesaria para el bien de toda la humanidad.
Este Niño nos enseña que todos somos importante a los ojos de Dios y tenemos un lugar y una misión que cumplir en este mundo. Por eso viene a instaurar la JUSTICIA, para que nadie quede de lado en el desarrollo de una sociedad. Viene a enseñarnos a luchar contra todo tipo de corrupción, que deja gente al costado del camino y denigra la dignidad humana pretendiendo hacer que el egoísmo quiera imponerse sobre el Bien Común.
Por eso al contemplar este Niño y luz que nos trae nos sintamos animados a luchar contra todo tipo de corrupción e injusticia.
- Este Niño que nace es el DIOS AMOR que se hace carne y se manifiesta en gesto y palabras que Jesús manifestará a lo largo de su vida y llegará al extremo de dar la VIDA por nosotros.
Por eso al contemplar al Niño en el pesebre, contemplemos el amor de Dios que viene llenar nuestros corazones y a dar sentido a nuestra vida y a encenderlos con el deseo de AMAR Y SERVIR con todo nuestro ser a nuestros hermanos.
Ante toda realidad de pobreza y fragilidad que se manifiesta en tantos hermanos que hoy tienen hambre, o vienen situación de calle, o sin la contención necesaria para crecer, este Niño nos convoca a vencer toda indiferencia.
Que al contemplar el pesebre podamos animarnos a peregrinar por este mundo con Esperanza venciendo toda indiferencia y comprometiéndonos con la vida de todos.
Que María y José nos ayuden a acoger a Jesús en nosotros y nuestras familias y en la sociedad para que podamos construir juntos un mundo nuevo y distinto y de VIDA PLENA para todos.
Queridas familias y comunidades de la diócesis: ¡que en esta Navidad EL NIÑO de Belén las bendiga abundantemente!
¡FELIZ NAVIDAD!













