Mensaje a la Iglesia que peregrina en América Latina y el Caribe

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Queridos hermanos y hermanas en el Señor Resucitado:
Con profunda gra�tud al Dios de la vida queremos comunicarles la alegría y la esperanza que nos
han acompañado durante la 39ª Asamblea General Ordinaria del Consejo Episcopal
La�noamericano y Caribeño, celebrada del 15 al 20 de mayo en la diócesis de Mayagüez, Puerto
Rico. Como pastores al servicio de la Iglesia hemos sen�do la cercanía de sus oraciones durante
estos días de discernimiento, análisis, deliberación y definición de horizontes pastorales en el
marco del camino Sinodal al que el Papa Francisco nos sigue invitando a recorrer y que inspira
nuestros proyectos y sueños.
Hemos sido recibidos con cariño y extraordinaria hospitalidad por la Iglesia de Puerto Rico y su
Conferencia Episcopal, a la diócesis que nos ha acogido y a todos los que han hecho posible este
encuentro fraterno. Expresamos nuestra fidelidad y gra�tud especial al Santo Padre Francisco por
su mensaje de cercanía y confianza, así como a Mons. Robert Prevost, Prefecto del Dicasterio para
los Obispos, por su presencia y acompañamiento durante estos días.
Bajo la guía del Espíritu Santo hemos afirmado nuestra vocación a vivir una más plena y profunda
“colegialidad, eclesialidad y sinodalidad” a fin de seguir anunciando la vida que proviene del
evangelio, tal como reza el lema de nuestra Asamblea. Hemos venido aquí desde dis�ntas
realidades de nuestra vasta y diversa región con el obje�vo de hacer memoria agradecida por lo
vivido en este cuatrienio (2019-2023), y discernir en comunidad los llamados que el Señor nos ha
presentado para el ciclo que comienza (2023-2027).
En estos días hemos podido manifestar nuestra cercanía, a través de la oración, con los hermanos
obispos y aquellas Iglesias par�culares que viven momentos de prueba, confiando en que saldrán
fortalecidos al encontrar la luz permanente de la esperanza en el Señor, después de la noche
oscura.
En estas intensas jornadas hemos estado atentos a la escucha de las voces del pueblo de Dios que
se han hecho presente a través de la relectura de los desa�os de la Primera Asamblea Eclesial de
América La�na y el Caribe, los frutos de las Asambleas regionales de la etapa con�nental del
Sínodo, los signos de los �empos de las diversas realidades de nuestra región, con sus dolores y
sus esperanzas. Estas realidades de nuestras comunidades que han marcado este ciclo de
reestructuración y renovación del CELAM.
Hemos recibido diversos informes sobre los frutos de la presidencia que culmina su servicio a través
del proceso de renovación que ha seguido el mandato de la anterior Asamblea General realizada
en Tegucigalpa (2019), de los dis�ntos centros pastorales, en los i�nerarios sinodales emprendidos,
en el dedicado y cuidadoso manejo y ges�ón de los recursos que se han encomendado para el bien
de la Iglesia, y a través de la nueva sede del CELAM que quiere ser casa de todos.
Asimismo, esta Asamblea ha sido un momento de toma de conciencia y reflexión sobre las
dificultades que hemos vivido en este periodo. Reconocemos las fragilidades que nos han impedido
hacer un servicio más profundo para acompañar a los miembros de nuestra Iglesia que se han
alejado o viven una pérdida de sen�do y de aquellos que se han visto abandonados o no
escuchados. Asumimos la necesidad de responder más fielmente a quienes sufren condiciones de
exclusión, y reconocemos el llamado a tener una voz firme que responda ante los procesos
democrá�cos que están siendo fragilizados, así como a recordar a los gobiernos sobre su prioritaria
vocación y compromiso por la jus�cia y la atención a los más empobrecidos, entre ellos los
migrantes. Nos sen�mos llamados a tomar posición frente a la polarización y a la imposición de
ideologías que desintegran nuestras sociedades. Y, finalmente, hemos prestado atención a los
tantos gritos que nos interpelan y nos llaman a no claudicar en el seguimiento de Jesús, en el
anuncio del evangelio de la esperanza y en el servicio del santo pueblo fiel de Dios.
Pedimos a todos ustedes se unan con esta Asamblea para expresar nuestra acción de gracias y
nuestras oraciones por la nueva presidencia del CELAM que ha sido electa: Presidente: Mons. Jame
Spengler, de Brasil; 1er. vicepresidente: Mons. José Luis Azuaje, de Venezuela; 2do. vicepresidente:
José Domingo Ulloa, de Panamá; Presidente del Consejo de Asuntos Económicos: Mons. San�ago
Rodríguez, de República Dominicana; y Secretario General: Mons. Lizardo Estrada, de Perú. Que el
Señor les sea propicio, les sostenga y acompañe en la importante misión que ahora comienza.
Nuestra sincera gra�tud, de igual manera, a la presidencia saliente y a todos los equipos que han
colaborado con ella, quienes con fe sólida y compromiso permanente han brindado un ejemplar
servicio a la Iglesia.
Ponemos a los pies de Santa María de Guadalupe, madre nuestra y guía de la Iglesia, todos los
propósitos de esta Asamblea para que, al reconocernos hijos suyos bau�zados bajo la conducción
del Señor Jesús, seamos capaces de compar�r la luz del Evangelio que ilumine a todo nuestro
pueblo y nos permita caminar más juntos como Iglesia al servicio del Reino.
Aguadilla, Diócesis de Mayagüez, Puerto Rico
19 de mayo de 2023
39° Asamblea General Ordinaria
Consejo Episcopal de América Latina y el Carib