Saliendo de Patquía hacia el norte, después de unos 30 km, comienzan a verse sobre la izquierda, unas formaciones en roca que llaman la atención por su tonalidad colorada viva.
Es una zona de naturaleza, de historia y de religiosidad vivas. Es la Reserva Provincial Los Colorados creada en 2015 para resguardar el patrimonio arqueológico del triásico superior. Está compuesto de areniscas con alto contenido de hierro lo que produce su coloración rojo intenso, cuyos bloques de hasta 90 m de altura adquirieron curiosas formas como consecuencia de la intensa erosión.
Con el paso del tren se formó el pueblito Los Colorados quien, con la extinción de las vías perdió importancia reflotado ahora por los intereses turísticos.
Germán, el responsable principal, vive en el Pueblo que está en la entrada de la Reserva, lugar pequeño, algunas casas están construidas con durmientes de las vías y que atesora la devoción a la Virgen del Valle. Germán nos cuenta orgulloso que es uno de sus alféreces y que María está presente en la vida de los lugareños. La Fiesta el 8 de diciembre atrae a gente de la zona, de Patquía y de afuera que vienen a honrar a la buena madre.
Pasando el pueblo y acercándose un poco más a las formaciones rocosas encontramos la famosa Cueva del Chacho. Un verdadero espacio en donde el Chacho Peñaloza se escondía huyendo de los unitarios que querían acabar su vida.
Germán es muy amable, nos pide que no dejemos basura, no pintemos las paredes, se ofrece a hacernos el circuito. Se siente custodio de ese lugar sagrado. Un lugar que tiene mucho de Dios Creador, mucho de los hombres que fundaron La Rioja y mucho de María que nos cuida a todos.
La reserva está abierta todos los días de 8 a 17 y la entrada tiene un costo.