Jubileo de los Sacerdotes en Villa Cura Brochero: días de encuentro, fraternidad y renovación

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Del lunes 10 al miércoles 12 de noviembre, los sacerdotes de la Diócesis de La Rioja participaron del Jubileo de los Sacerdotes, que este año tuvo lugar en la localidad cordobesa de Villa Cura Brochero, tierra marcada por la vida y el testimonio del santo cura gaucho.

Fueron tres días de encuentro, formación, oración y fraternidad, en los que el clero riojano pudo compartir la vida, descansar  y renovar el espíritu pastoral. Hubo momentos de reflexión, charlas, celebraciones y también espacios para el esparcimiento y el diálogo fraterno.

Encuentro con la figura del Santo Cura Brochero

Una de las actividades centrales fue la visita al Parque Temático Brochero Santo, donde los sacerdotes participaron de una charla formativa a cargo de Jorge Frigerio, quien compartió su experiencia y su acercamiento al “Brochero histórico”.

Frigerio destacó que la síntesis pastoral de Brochero se puede expresar en tres palabras: Evangelio – Escuela – Camino.

“Brochero tenía una certeza en el corazón de lo que debía hacer, y esa certeza se la daba la Palabra. Vivía de ella”, expresó.
“Cuando uno se encuentra con la Palabra puede reconocer y dar respuesta a las necesidades”, agregó, subrayando las claves de la espiritualidad brocheriana: un hombre que puso toda su capacidad al servicio del Evangelio y de las personas.

Durante la charla, se profundizó en cómo Brochero vivía el Evangelio de manera concreta:

  • Jesús decía amar a todos: Brochero no juzgaba, se acercaba siempre a las personas.
  • En el juicio final, amó a los pequeños; incluso en la dificultad o la cólera, eligió amar.
  • Supo amar a los enemigos y cultivar vínculos verdaderos, siempre desde la cercanía y la entrega.

La jornada concluyó con la celebración de la Eucaristía y la visita al parque, en un ambiente de oración y comunión fraterna.

Claves de espiritualidad diocesana

Otro momento significativo fue la visita a la casa donde el Santo Cura Brochero pasó sus últimos días, lugar profundamente cargado de historia y espiritualidad. Allí los sacerdotes se encontraron con Monseñor Ricardo Araya, quien compartió una reflexión sobre la espiritualidad diocesana a la luz de la vida de Brochero.

“Brochero supo sacar lo mejor que la gente tenía. Me sorprende su capacidad de inculturación: no solo hablaba como la gente, sino que asumía sus valores”, señaló Mons. Araya.
“Supo fructificar lo que el Señor ya había sembrado en esas tierras, y todo lo hizo de la mano de una comunidad santa.
Siguió aprendiendo hasta el último momento, y terminó sus días agradeciendo, poniendo la mirada en lo esencial”.

Monseñor también resaltó algunos ejes de la espiritualidad del santo:

  • El milagro de caminar junto con la gente, encontrarse con ellos en los caminos de la realidad.
  • Una espiritualidad encarnada, donde “la realidad es la medida de la fe”.
  • Una vida de sinodalidad en las orillas, en las capillas, en el corazón del pueblo, “sabiendo esperar a todos y buscando el consenso”.

Fraternidad y alegría compartida

Más allá de las instancias formativas, el Jubileo fue un verdadero espacio de encuentro y renovación. Los sacerdotes disfrutaron de momentos de diálogo, risas y fraternidad, así como de la posibilidad de visitar libremente distintos lugares de la ciudad de Villa Cura Brochero, descubriendo su riqueza espiritual y cultural.

Fueron días en los que el presbiterio riojano se reunió para celebrar la vida, renovar el llamado y fortalecer la comunión, a ejemplo de San José Gabriel del Rosario Brochero, el cura que supo caminar junto a su gente con corazón de pastor.