Inicio del Juicio por el asesinato del Beato Wenceslao Pedernera – Parte de Prensa

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Compartimos a continuación el primer Parte de Prensa referido al juicio por el esclarecimiento del asesinato del Beato Mártir Wenceslao Pedernera

PARTE DE PRENSA 1-23

La Rioja, 2 de marzo de 2023

Ref. Inicio del Juicio oral por el asesinato del Mártir Wenceslao Pedernera

La Noticia

El día viernes 10 de marzo a las 9,30 hs en la sala de audiencias del Tribunal Federal de la Rioja se dará inicio al Juicio Oral y Público para esclarecer su asesinato ocurrido el 25 julio de 1976.

El Área de Comunicación y Prensa de la Diócesis de La Rioja seguirá informando sobre esta noticia[1]. Para un mejor análisis proveemos un Glosario al final de este escrito.

¿Quién fue Wenceslao Pedernera?

Wenceslao Pedernera nació en La Calera, provincia de San Luis, el 28 de septiembre de 1936. En 1961 migró a Mendoza para trabajar en la empresa vitivinícola Gargantini. En 1962 se casó con Marta Ramona Cornejo, con quien tuvo tres hijas, María Rosa, Susana Beatriz y Estela Marta. En 1968 comenzó a participar activamente en la Iglesia Católica, llevado por Coca, su esposa. En 1972 conoció al obispo de La Rioja, Enrique Angelelli y su acción pastoral comprometido con los pobres, razón por la cual se mudó con su familia a Sañogasta. En la noche del 24 de julio de 1976, mientras se encontraba en su hogar, fue atacado por un grupo de tareas del Ejército que lo acribilló delante de su esposa e hijas. Murió horas más tarde en el hospital de Chilecito. Sus últimas palabras fueron pedir a su familia que no odiaran.

La brevedad de estas diez líneas dicen quien fue Wenceslao pero no cuentan su vida, sus ideales, su fe, su testimonio que lo llevó a dar la vida a cada momento, no sólo cuando lo mataron.

Nació en una familia con carencias económicas y desde siempre estuvo acostumbrado al trabajo. Todos lo admiraban por su esfuerzo permanente, su serenidad, sencillez, capacidad de diálogo, alegría y buen humor. Profundamente honesto, le daba gran valor a la palabra empeñada. Gozaba de trabajar la tierra y de enseñar a trabajarla.

Su esposa Marta Cornejo, Coca, lo recuerda como alguien responsable, respetuoso, cariñoso y comprometido con el bienestar de la familia y siempre atento a ayudar al prójimo. Fue ella quien lo acercó a la Iglesia, le dio la primera Biblia y de allí como ella cuenta “no se le cayó más de las manos”. Efectivamente la meditación de la Palabra de Dios fue el pilar más fuerte del contacto de Wenceslao con Jesucristo. Enseñaba la Palabra y enseñaba con la Palabra. Diariamente, antes o después de la jornada de trabajo le proponía a sus compañeros rezar, meditar algún texto del Evangelio a la vez que buscaba modos de hacerlo vida en el compartir los frutos de la huerta, ayudar a los necesitados, prestar sus herramientas, salir de noche a llevar a algún enfermo al médico y muchas otras buenas actitudes.

Sus hijas lo adoraban como padre y valoraban su esfuerzo por mandarlas a la escuela y el tiempo que les dedicaba para compartir juegos con ellas.

Participaba constantemente en las fiestas religiosas de su comunidad y estaba muy comprometido con la pastoral de la Diócesis, particularmente en el Movimiento Campesino. Su fe se basaba en Jesucristo y su Evangelio y esa práctica sencilla inspiraba autoridad moral hacia los demás.

En 1968, llevado por su esposa Coca a la novena de la Virgen de la Carrodilla en Mendoza, sintió el llamado a ser parte activa del Iglesia, a comprometerse con Jesús y en él a los que no eran considerados o tratados injustamente. El matrimonio se incorporó a la Comisión de construcción del templo en donde se meditaba el Evangelio. Wenceslao comenzó a formar parte del Movimiento Rural de la Acción Católica de la Zona Cuyo llegando a ser Coordinador Regional accediendo a distintas formaciones referidas a este pastoreo. En 1973 conoce a Angelelli y se queda deslumbrado por el estilo de este pastor que quería la promoción humana y comunitaria de las personas en clave evangelizadora. Por esa razón junto a su familia se traslada a La Rioja.

Entre otras actividades forma parte de una cooperativa que perseguía la distribución de los bienes acompañado con la meditación del Evangelio para luminar sus vidas. Como toda actividad humana la cooperativa no estuvo exenta de roces e intercambios de puntos de vista, además no todos comprendían el estilo de trabajo compartido de Wenceslao por lo que algunos se alejaron.

¿Por qué lo mataron a Wenceslao Pedernera?

Para comprender mejor la respuesta a esta pregunta debemos contar algo sobre el contexto social, religioso y político que se vivía en nuestro país en la década del 70.

América Latina y Argentina tenían alternacias de gobiernos militares y democracias frágiles que facilitaban enfrentamientos, luchas internas, ideologizaciones, surgimiento de grupos extremistas (de izquierda y derecha) que con las armas y el adoctrinamiento intentaban tener el poder y hacer desaparecer a quien no tuviera su modo de ver la realidad y su proyecto. Ciertos sectores adinerados que se consideraban conservadores, rechazaban cualquier intento que se atreviera a cambiar un orden de cosas que amenazara sus privilegios. Estos enfrentamientos por razones económicas y de poder prontamente tiñeron las manifestaciones políticas y religiosas. En la Iglesia el Vaticano II había traído un aire fresco de cambio y de invitación a desapegarse de las estructuras, de visones centralistas y de dar protagonismo al pueblo de Dios. El Obispo Angelelli quiso que en La Rioja se vivieran estos nuevos estilos pastorales en donde la persona de Cristo pobre, misericordioso y cercano a su pueblo contrastaba con los catecismos de la época; la justicia y la solidaridad en la distribución de los bienes, principalmente la tierra y el agua, aparecían como subversivas y amenazantes. El uso de la Palabra de Dios por parte de los laicos y el protagonismo que este estilo les daba provocó confusión y rechazo en muchos sectores con el consiguiente rechazo a Angelelli y varios miembros de la Iglesia seguido por una abierta persecución que se dio concretamente a partir de 1971 con las suspensión de la misa radial, el ataque a varios sacerdotes y agentes de pastoral y que siguió con matices en el gobierno democrático de 1973 y se profundizó a partir del 24 de marzo de 1976, año del martirio del Obispo Angelelli, de los Sacerdotes Murias y Longueville y de Wenceslao Pedernera. El común de la gente, algunos con más o menos conocimiento y conciencia de la realidad iba buscando aquellos caminos que les diera respuesta a sus ideales.

El motivo del asesinato de Wenceslao tiene varias hipótesis. Entre las que más se aceptan está las diferencias con la Cooperativa de Sañogasta, dirigida por Wenceslao con gente que no compartía sus ideales y acciones, otra expresa que Wenceslao era un dirigente más importante de lo que él y su entorno creían y que los sectores poderosos de la provincia veían como peligroso este estilo de vida comunitario y de promoción social que proponía. Algunos afirman que su cercanía con el sacerdote de Sañogasta, quien también era perseguido, fue el motivo por el que quisieron asesinarlo. Todas tienen algo de verdad pero la verdadera razón de fondo es que Wenceslao perdió la vida por ser fiel al Evangelio y al esfuerzo por vivirlo comunitaria y solidariamente. Aunque fue acusado de comunista, agitador, guerrillero, usurpador, nunca militó ni perteneció a estos grupos. Diferente tipo de gente se relacionaba con él y suponiendo que algunos de ellos portaban armas, Pedernera no tenía armas ni para uso personal. Verdaderamente el testimonio y estilo de vida que encarnaba y proponía Wenceslao Pedernera, siguiendo la Pastoral de Monseñor Angelelli, molestaba a quienes en ese momento explotaban a los empleados, a quienes no respetaban la dignidad del trabajo ni la justicia en las remuneraciones, también molestaba a aquellos que les costaba asumir las ideas de una Iglesia abierta y para todos (no sólo para los católicos) que proponía el Vaticano II. A nivel social y político se temía que se convirtieran en desestabilizadores de un orden verticalista y servil. La solución por la que se optaba aún en caso de sospecha, era hacerlos desaparecer y/o matarlos. Es lo que ocurrió con Wenceslao Pedernera.

Como Conclusión se puede afirmar que:

  1. Los asesinatos de los sacerdotes Longueville y Murias, del Obispo Angelelli y del laico Pedernera no fueron hechos aislados y sí, inobjetablemente son consecuencia de una dura irrupción de las fuerzas militares en la vida de la república Argentina para llevar a cabo el “Proceso de Reorganización Nacional”.
  2. Sus actividades estaban en consonancia con la pastoral implementada por el obispo, Monseñor Angelelli, quien se había propuesto llevar a la práctica la doctrina del Concilio Vaticano II.

¿Cómo lo mataron a Wenceslao Pedernera?

En el mes de julio de 1976 se hicieron más intensas las críticas hacia Wenceslao y su familia, les decían comunistas, guerrilleros y demás apreciaciones falsas. Él y Coca notaron que en la sencilla casa de Sañogasta en donde vivían pasaban autos por la noche, se detenían, alumbraban. Coca le dijo a su esposo que debían irse, a lo que Wenceslao se negó aduciendo que no porque no estaban haciendo nada malo. Era normal que a la noche algún vecino buscara auxilio en la casa de los Pedernera por alguna enfermedad y era Wenceslao quien en su vieja camioneta los llevaba hasta Chilecito. Esa noche del 24 de julio ya estaban todos por dormirse y escucharon ruidos en los techos y los acostumbrados autos que pasaban y alumbraban. Golpearon la puerta y cuando atendió Wenceslao, sin mediar palabra tres encapuchados le dispararon a quemarropa. El hombre cayó al piso quejándose por el dolor. Sus hijas lloraban de susto y Coca salió por la puerta trasera a pedir ayuda. Al regresar su esposo seguía en el piso y delante de una de sus hijas le dijo “perdonen, yo los perdoné, no odien”.

Con la ayuda de un vecino lo llevaron a Chilecito. Coca y sus hijas fueron detenidas e incomunicadas en una de las habitaciones del hospital en donde horas más tarde Wenceslao, después de recibir el sacramento de la Unción de los enfermos, falleció. Fue velado en la Parroquia de Sañogasta y sepultado en el cementerio del pueblo. En 2017 sus restos fueron exhumados y sus reliquias están en la Capilla Sagrado Corazón de Sañogasta.

¿Por quién murió Wenceslao Pedernera?

 Su asesinato se enmarca en el odio a la fe, es decir a su estilo de vida y las consecuencias de ese estilo. El deseo de Wenceslao de trabajar comunitariamente la tierra compartiendo los frutos por igual tiene mucho de amor y consideración por el prójimo. El hacer despertar en el otro, a través de la meditación de la Palabra, la dignidad de hijo de Dios y por tanto el respeto a la propia y a la ajena eran una novedad para los campesinos acostumbrados a la explotación laboral. La adhesión a un Pastor que predicaba la no resignación ante las injusticias y el testimonio de un Jesús que era uno más entre pobres, enfermos, desvalidos sonaba a revolucionario y novedad peligrosa.

Movido por su fe en Cristo Wenceslao no le tuvo miedo a la muerte, no se aferró caprichosamente a su vida, la dio siempre y en todo momento a los demás hasta que la dio definitivamente perdonando antes a sus agresores. Verdaderamente su muerte fue un martirio. Y un mártir muere por Cristo y su Evangelio.

¿Por qué es beato Wenceslao Pedernera?

Wenceslao Pedernera fue declarado beato el 27 de abril de 2019 junto a sus compañeros de martirio: El Obispo Angelelli y los Sacerdotes Murias y Longueville.

Para esta declaración se realiza un Juicio Canónico. Es una investigación que Consta en la Positio en donde figuran todos los testimonios sobre el evento martirial producido en la persona de Wenceslao Pedernera para determinar que su asesinato debe ser considerado por la Iglesia católica como un martirio por odium fiedei. Así esta persona es puesta como modelo evangélico de seguimiento a Cristo.

Aquí se lo reconoce públicamente como una persona buena, modelo a imitar como laico y como padre de familia e intercesor ante Dios por el su pueblo. Se lo celebra públicamente el 17 de julio junto a los otros 3 mártires y el 25 de julio de modo particular en Sañogasta en donde está su tumba. Coca, su esposa sigue viviendo en la sencilla casita en donde lo asesinaron, con el mismo estilo de vida sin rencores y sin victimizarse por lo que le pasó. Sus hijas viven del mismo modo, María Rosa en Mendoza, Susana en La Rioja ciudad y Estela en Chilecito. Son buenas mujeres cuyas vidas hablan de la genética y la herencia de Wenceslao. Un verdadero santo de la puerta de al lado.

¿De qué se trata el juicio que nos convoca?

La investigación de la muerte de Wenceslao Pedernera estuvo a cargo del escuadrón 24 de Gendarmería excluyéndose al Juez de Instrucción quien naturalmente debía ocuparse del hecho. La autopsia no la realizó un forense sino un médico gendarme, la inscripción de su fallecimiento se hizo un mes después y los certificados médicos fueron descuidados. La causa a nivel judicial tuvo varias dilaciones y tropiezos entre otros por las Leyes de Punto Final y Obediencia debida.

Esta etapa del Juicio Oral se abre luego de haber concluido una investigación en donde el Juez de instrucción ha valorado que hay elementos suficientes para elevar la causa a Juicio.

Los querellantes son su familia y la Diócesis de La Rioja. En el caso de la Diócesis lo hace para acompañar a la familia en la búsqueda de la verdad y de la justicia y por el asesinato de uno de sus miembros cualificados.

En razón de que este asesinato no se ha juzgado penalmente es necesario responder a la razón con una investigación para dar con la verdad y con nombres concretos.

El juicio oral tendrá lugar en la Cámara Federal de La Rioja a partir del 1º de marzo a las 9,30 hs. El único imputado es Eduardo Britos, acusado de ser el autor intelectual del hecho quien en ese momento se desempeñaba como Jefe del Escuadrón 24 de Gendarmería con sede en Chilecito. Esta persona actualmente se encuentra preso en Salta cumpliendo condenas anteriores por delitos de lesa humanidad.

Bibliografía:

  • Congregación para la Causa de los Santos: Positio sobre la vida, virtudes y martirio de Wenceslao Pedernera, laico y padre de familia.
  • Peña, Gabriela: * Wenceslalo Pedernera: El santo de la Puerta de al lado, Pieco Ediciones, Córdoba, 2022.

                           * Apasionados por el Amor, la Justicia y la Paz, Editorial Claretiana, Buenos Aires, 2019.

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                                Área Pastoral de Comunicación y Prensa

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Glosario

Para una mejor comprensión acercamos el significado de algunos términos específicos que usaremos aquí.

  • Beatificación: Ceremonia pública en la que se declara oficialmente Beato a una persona.
  • Beato: Persona fallecida perteneciente a la Iglesia católica quien por haber llevado una vida cristianamente ejemplar, digna de ser recordada, se lo propone como modelo y recibe culto público en determinados actos o lugares.
  • Canonización: Ceremonia pública en la que se declara oficialmente Santo a una persona.
  • Catequista: Personas bautizadas que enseñan y trasmiten la fe de modo organizado, siendo lo principal el testimonio de seguimiento de Jesús y el amor al prójimo.
  • Concilio Vaticano II: Fue una reunión o asamblea general de todos los obispos del mundo. Convocado por el Papa Juan XXII en 1959 y clausurada por el Papa Pablo VI en 1965. Trajo grandes cambios en la Iglesia, el tema principal fue la relación de ella con el mundo moderno. Monseñor Enrique Angelelli fue uno de los obispos que sesionaron en el Concilio.
  • Laico: Toda persona bautizada que vive su fe en el medio en que se encuentra siendo Cristo y su Evangelio su ideal de vida.
  • Mártir: Etimológicamente significa testigo. Persona que sufre o muere por defender su religión o sus ideales. La Iglesia lo aplica a quien muere por seguir a Cristo.
  • Positio: Es un libro en el que se expone toda la documentación que se refiere a la persona que se solicita sea beatificada. Allí se condensa su vida, sus virtudes, fama de santidad y en el caso que lo hubiere, el modo de su muerte martirial.
  • Odio a la fe (Odium fidei): La fe pertenece no sólo la creencia del corazón, sino también la confesión externa, la cual se manifiesta no sólo con palabras por las que se confiesa la fe, sino también con obras por las que se demuestra. El mártir siempre muere por odium fidei, es decir se lo mata porque se odia la fe que profesa o los actos que, por procesar esa fe, realiza. Se trata del rechazo hacia conductas que son consecuencias de la fe. En el caso de Wenceslao, este el odium fidei también tomó la forma de un odium amoris. Ese mismo amor al prójimo que él profesaba lo llevó a la muerte.
  • Sacerdote: Todo varón bautizado célibe que tiene la misión de acompañar a determinadas comunidades de la Iglesia testimoniando el seguimiento de Jesús, enseñando la Palabra de Dios y administrando los sacramentos.

[1] Cada día que se realice una audiencia del juicio informaremos lo ocurrido al término de la misma.

De este modo proveeremos a quien lo necesite, la información oficial de este proceso la cual estará a disposición con otras notas sobre el beato Wenceslao Pedernera en www.diocesislarioja.org