Amigos y hermanos radioyentes de L.V. 14.
SALUDOS: a los peregrinos de las padercitas, a toda la diócesis, a los rioja- nos venidos a la peregrinación desde afuera, a la Parroquia de Olta, de los Sauces, el Establecimiento San Bernardo, a las tres VICARÍAS PARROQUIALES: Resurrección, Anunciación de María, Espíritu Santo, Hnas. de la Asunción, Hnas. Schidá; Enfermos, Presos, Visitantes, Viajeros, San Martín.
HOMILÍA
Este año cobra una significación especial esta peregrinación a las Padercitas. Por un lado estamos en el Año Santo Universal que sigue invitando a todos los hombres y pueblos del mundo, de distintas razas y culturas, a una profunda renovación y reconciliación según el Evangelio de Cristo. Por otro lado, a fin de este mes, daremos comienzo en Los Llanos a la segunda “visita misionera de San Nicolás” para lograr mejor los fines de este año santo en nuestra diócesis de La Rioja.
Porque fue aquí, en las Padercitas, donde se anunció el Evangelio por un fraile franciscano, San Francisco Solano; fue aquí donde comenzamos a construir juntos una verdadera fraternidad entre los hombres con la fuerza y la luz del Evangelio de Jesucristo; aquí nació nuestro Tinkunaco Riojano que hoy cobra, más que nunca, una imperiosa importancia, dadas las condiciones difíciles que vive la Patria.
Agradecemos a Dios Nuestro Padre, que nos sigue dando la capacidad y la gracia de seguir encontrándonos como familia y como pueblo, a pesar de nuestros problemas, que nos sigue haciendo vivir con sentido de esperanza y de marcha, guiados por ese mismo Evangelio que fuera predicado, al comienzo, por San Francisco Solano. No celebramos una fiesta sin sentido; ni es una evasión ni una huida de nuestra realidad difícil y grave. Sentimos la necesidad de caminar juntos, de compartir nuestras aspiraciones y nuestras preocupaciones y problemas, sentimos la necesidad de darle a la vida de cada día este sentido festivo y comunitario, sentimos necesidad de rezar juntos e iluminar el camino difícil que tenemos por delante con la luz del Evangelio que es la luz de Cristo. Creemos que estamos celebrando una pascua, aunque aún sea inacabada y el “Encuentro” difícil e inconcluso.
La Peregrinación a las Padercitas, ya asumida decanalmente por el decanato “SAN NICOLÁS” del Departamento Capital, constituye y constituirá siempre un lugar de encuentro para recordar, cada año, cual ha sido nuestro origen como pueblo; y que aquí nacimos a la fe cristiana y que aquí elegimos a Cristo para que sea el fundamento de nuestra fraternidad, de nuestra cultura, de nuestras leyes, de nuestras familias, de nuestras relaciones en la justicia y en las relaciones humanas.
El mismo Cristo que anunció San Francisco Solano, hace cuatro siglos, sigue y seguirá anunciando la Iglesia para que en Él construyamos el ENCUENTRO Riojano. Seguirá anunciando la Buena Noticia de Jesús, señalando la presencia de su Reino, provocando a la Fe, llamando a los hombres a la conversión, comunicándoles a este pueblo, su pueblo, el gozo y la seguridad de la resurrección para que vivamos alegres en la esperanza, ayudándonos siempre a descubrir a Aquel, que ya está en medio de nosotros, pero que todavía nos cuesta reconocerle ( JESÚS). Seguirá invitándonos a llegar a Cristo, “a vendar los corazones heridos” como dice el profeta Isaías.
Aquí en las Padercitas recordamos que somos un pueblo bautizado en la Fe de Jesucristo, pero que aún nos falta ser más evangelizados. Por eso necesitamos de una continua, profunda y actualizada predicación del Evangelio, de una catequesis que ayude a crecer en la Fe y de una Liturgia que celebre la vida en cada sacramento que recibimos concientemente. Necesitamos que el don de la Fe que recibimos en nuestro bautismo crezca en el conocimiento de Cristo y en la madurez del compromiso cotidiano.
Si somos hombres de fe, plenamente evangelizados, seremos fieles a la totalidad del mensaje de Jesús, nos nutriremos con el Sacramento y nos comprometeremos a la transformación de nuestra Provincia y de nuestra Patria.
Este Segunda VISITA MISIONERA DE SAN NICOLÁS por toda La Rioja, quiere ser fiel a la Fe que recibimos por la predicación de San Francisco Solano, aquí en las Padercitas; y, a la vez, que madure en nosotros, para que ella penetre toda la vida de La Rioja. Solamente así podremos llevar adelante un cambio profundo como el que estamos necesitando, exigido por el Evangelio de Cristo que lo tenemos grabado en nuestro corazón desde San Francisco Solano y que nos lo recuerda permanentemente San Nicolás en el LIBRO que tiene en sus manos.
También constituye las Padercitas, un acontecimiento de honda reflexión para nuestros hermanos políticos, nuestros hermanos que trabajan por la educación de nuestra juventud y niñez, para nuestros hermanos técnicos, profesionales y campesinos. Es un lugar de encuentro y reflexión para nuestra juventud y para cuantos queremos hacer de nuestra Rioja un lugar de paz y de felicidad para todos.
Nos preocupa el futuro, tenemos necesidad de profundizar las huellas de nuestro pasado, y mirar con esperanza y sin miedo de responsabilidad que nos exige nuestro presente.
En un acontecimiento como el de hoy, miramos desde las Padercitas, a nuestra Patria, oramos por ella, somos hombres creyentes y confiamos en la fuerza que nos viene de Dios; a la vez, queremos que lo que hoy, vivimos aquí, sea también una realidad en toda la Argentina.
Nuestra Patria sigue reclamando cambios profundos, creatividad en nosotros, honradez en el manejo de la “cosa pública”, responsabilidad en el cumplimiento del propio deber, sinceridad en el análisis de las causas que provocan violencias de todo tipo, austeridad de vida y competencia en quienes son servidores del pueblo. Cristo nos sigue diciendo a los argentinos: “El que escucha mi Palabra y la practica es como un hombre inteligente que edificó su casa sobre la roca… soplaron los vientos huracanados contra la casa, pero la casa no se derrumbó porque estaba edificada sobre roca.” (Mt. 7, 24-25).