Fin del Tinkunaco
Pal año ei volver… así dice la canción que anuncia a los corazones nostalgiosos que el próximo 30 de diciembe volverán a redoblar las campanas dando inicio a esta fiesta riojana.
Con emoción y gratitud se dio por finalizada las fiesta del Tinkunaco con el regreso del Niño Jesús Alcalde al templo San Francisco.
Familias enteras, jóvenes, abuelos y niños se concentraron en la Catedral.
En la Misa de los promesantes monseñor Braida expresó que Dios es el primer promesante al anunciarnos la presencia del Mesías y que el mismo Jesús nos prometió en el Evangelio «Yo estaré con ustedes hasta el fin del Mundo». También aconsejó que al momento de hacer promesas nos dejemos acompañar por algún sacerdote que nos guíe para no hacer promesas llevados por el fervor o la necesidad y después se hace dicicil o imposible cumplirlos. Entre los promesantes estuvo María Elena, una mujer de Chepes que hace más de 60 años viene a San Nicolás.
Terminada la Misa el Niño salió a la calle en donde lo esperaba San Francisco Solano para retornar a su templo. San Nicolás salió a despedirlo.
Ante él los Allis devolvieron las llaves de la Ciudad al Intendente y el obispo le entregó el libro de las Sagradas Escrituras mientras el pueblo coreaba que bajo esa ley quiere vivir siempre. Se repitieron las 3 genuflexiones de todo el pueblo ante el Niño y como todos los años, se hizo el cambio de alférez mayor. En esta ocasión se homenajeó a don Luis Antonio Bazán que lleva 60 años sirviendo a San Nicolás.
Una vez que al Niño Alcalde, siguiendo a San Francisco se fueron a su templo San Nicolás volvió a su lugar en la Catedral y con cantos y vivas se cerró la fiesta que regresará el próximo 31 de diciembre.
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