Fase Continental del Sínodo de la Sinodalidad
Pinceladas de la Primera Jornada de la Asamblea regional del Cono Sur
Testimonio de Monseñor Dante Braida, obispo de La Rioja, Argentina
Brasilia 06 03 2023
En horas de la mañana inició la Asamblea Regional del Cono Sur de América Latina y el Caribe, en el marco de la Fase Continental del Sínodo de la Sinodalidad. El lugar del encuentro es la Casa de Retiro Dom Luciano Mendes de Almeida, en la ciudad de Brasilia.[1]
La Asamblea congrega a delegaciones de Chile, Paraguay, Uruguay, Brasil y Argentina haciendo un total de 180 participantes entre los que se encuentran laicos, vida consagrada, diáconos, sacerdotes y obispos.
Al finalizar la primer jornada les puedo compartir que, en medio de la diversidad de participantes, se percibe una búsqueda en común, un querer ser parte de una Iglesia que da lugar a todos sus miembros y se abre a acoger e integrar a tantos que hoy se están lejos o se sienten excluidos. La jornada dio lugar para compartir los dolores y esperanzas que nos suscita la Iglesia hoy apreciándose mucho deseo de cambios y de promover un mayor dinamismo misionero propio de la identidad de la Iglesia.
Al inicio, además del obispo local, Mons. Paulo Cesar Costa, ha dado un mensaje de bienvenida a los participantes Mons. Miguel Cabrejos, presidente del CELAM, expresando que la sinodalidad se ve reflejada especialmente en la imagen de la Iglesia como Pueblo de Dios, destacando la importancia de la corresponsabilidad de cada uno de sus miembros. Luego profundizó su aporte haciendo foco en la acción del Espíritu Santo en la Iglesia diciendo que “Escuchar al Pueblo de Dios es verdaderamente escuchar lo que el Espíritu dice a la Iglesia”. Escuchar, expresó, es “comprender que el depósito de la fe está encomendado a todo el Pueblo de Dios, que lo conserva, lo profesa y lo transmite. Por tanto la escucha mutua es vista como un elemento constitutivo de una Iglesia sinodal, que conduce a la consulta, el diálogo, el discernimiento común, el consejo, la toma de decisiones y la rendición de cuentas”. Luego agregó que se trata de dinámicas que “crean un ambiente propicio para generar procesos de conversión”.
La hermana Eliana Cordero, en representación de las Conferencias de Religiosos del Cono Sur, también dirigió palabras de bienvenida expresando que en la Vida Consagrada quieren ser «hijas e hijos de esta tierra que sufre y comparte el dolor de tantos hermanos y hermanas que se vieron obligados a dejar su tierra en busca de un futuro mejor» y, a su vez ser “portavoces del clamor de cientos de pueblos amenazados por un crecimiento económico desenfrenado que no respeta la dignidad del ser humano, de los pueblos originarios y que daña profundamente a la naturaleza, nuestra Casa Común”.
El final de la mañana estuvo ocupado por un tiempo de Oración personal y comunitaria en torno a parte del documento de la fase continental “Ensancha el Espacio de tu tienda”.
Por la tarde, en primer lugar, se consideró el camino sinodal en Latinoamérica en el marco de la reciente Asamblea Eclesial y el camino que se viene recorriendo desde la creación del CELAM con hitos claves como los de las Conferencias Generales del Episcopado en Medellín, Puebla, Santo Domingo y Aparecida. El Concilio Vaticano II, al buscar volver a las fuentes de la vida e identidad de la Iglesia, es la fuente inspiradora e impulsora del camino sinodal. Sin duda la elección del Papa Francisco, con sus raíces en tierra latinoamericana, hizo que el camino recorrido aquí hoy, de algún modo, se universalice.
La última parte de la tarde estuvo ocupada por el aprendizaje del método de la “Conversación Espiritual”[2] que se utilizará para todos los trabajos en comunidades a realizarse en el resto de los días. Este método, básicamente, permite percibir y compartir las mociones que el Espíritu Santo suscita en cada uno de los participantes y en la escucha atenta de lo que el mismo Espíritu expresa en los demás para juntos discernir lo que Dios quiere para la comunidad y para la Iglesia.
La jornada culminó con la Eucaristía organizada por la comunidad brasilera y presidida por Mons. Cabrejos, presidente del CELAM.
Finalmente les comparto algunos testimonios[3] recogidos por el equipo de comunicación que ayudan a palpitar lo que estamos viviendo.
[1] Brasilia, capital del Brasil. Esta ciudad tiene 63 años de fundación y unos 3.000.000 de habitantes. Al ser fundada para ser Capital del país su población proviene de toda la geografía del mismo.
[2] /www.synod.va/content/dam/synod/common/phases/es/ES_Step_6_Spiritual-Conversation.pdf
[3] https://www.youtube.com/watch?v=XWaY8s41IfY&feature=youtu.be