El mundo digital debe ser habitado por cristianos con una adecuada formación – Francisco

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El mundo digital debe ser habitado por cristianos con una adecuada formación

Fuente: Vatican News

Francisco escribe el prefacio del libro «La Iglesia en el mundo digital», de Fabio Bolzetta, presidente de la Asociación Italiana de Webmasters Católicos (WeCa), y habla de la importancia de una formación adecuada para trabajar con los medios digitales dentro de la Iglesia, también por «los riesgos que conlleva el uso de estas herramientas».

¿Cómo vivir «La Iglesia en el mundo digital»? (traducción libre de «La Chiesa nel digitale») de Fabio Bolzetta, editor y presidente de la Asociación Italiana de Webmasters Católicos (WeCa), presenta herramientas y propuestas para desmitificar este camino en un libro producido por la editorial Tau y con el impulso del Papa Francisco, que ha escrito el prefacio de la obra, la primera guía práctica para los católicos en la web.

La obra en italiano, dirigida a párrocos, sacerdotes, religiosos, seminaristas y laicos que trabajan en el sector de la comunicación, remite al lector al periodo crucial de la pandemia del Covid-19, como bien recuerda el Pontífice al principio del prefacio, un periodo que «nos hizo darnos cuenta de lo útiles que pueden ser las herramientas tecnológicas y las redes sociales».

Lo vimos durante los periodos de encierro, cuando ya no era posible encontrarse, celebrar la Eucaristía juntos, estar cerca de nuestros seres queridos enfermos, unirse en oración junto a un familiar o amigo que nos ha dejado. Es como si todo lo que dábamos por sentado nos hubiera sido arrebatado, enfrentándonos a nuestra constitutiva fragilidad.

A continuación, el Papa menciona en el prefacio a los sacerdotes que, «con creatividad», «han hecho un buen uso de las tecnologías y de las redes sociales» para mantener a los fieles en contacto con la Palabra de Dios, ofreciéndoles la posibilidad de asistir a la misa o incluso involucrándolos en acciones caritativas. No han faltado los «errores y excesos», comenta Francisco, «pero cuando estos intentos se centraron en el mensaje a comunicar, y no en el protagonismo del comunicador, debemos reconocer que han sido útiles.»

Estos años han sido una fase «ciertamente excepcional», afirma el Pontífice en el texto, «sobre todo en lo que respecta a la experiencia de la transmisión en línea de las celebraciones».

El encuentro virtual no sustituye ni puede sustituir nunca al presencial. Estar físicamente presentes en la fracción del pan eucarístico y del pan de la caridad, mirarse a los ojos, abrazarse, estar uno al lado del otro sirviendo a Jesús en los pobres, estrechar la mano a los enfermos, son experiencias que pertenecen a nuestra experiencia cotidiana y que ninguna tecnología o red social podrá sustituir.

Medios digitales: la importancia de la formación

Una experiencia, pues, de crecimiento constante que ahora debe ir «acompañada de una nueva conciencia», advierte el Papa. A través de una selección de vídeos de la Asociación Weca dedicados a los sacerdotes y producidos en los dos últimos años de emergencias sanitarias, el libro pretende ofrecer un adecuado acompañamiento de la formación:

En efecto, hay mucho que hacer para aprender a escuchar; y para implicar y formar a jóvenes, nativos digitales, que sean capaces de revitalizar los sitios web de las parroquias. La web y las redes sociales pueden ser habitadas por quienes dan testimonio de la belleza de la fe cristiana, por quienes proponen historias de fe y caridad vividas, por quienes comunican la extraordinaria novedad del Evangelio en el lenguaje de hoy, y por quienes escuchan como los apóstoles y los discípulos aprendieron a hacerlo de Jesús.

La contribución de este libro, añade el Papa, es de gran valor para hacer crecer la conciencia, especialmente entre los más jóvenes, sobre el mejor uso del espacio virtual que no debe sustituir sino ayudar a «nuestras relaciones sociales de carne y hueso».

Sabemos, porque lo hemos experimentado, que sólo un encuentro personal y no anónimo con Jesús cambia la vida. Sabemos, porque es nuestra experiencia cotidiana, que el amor hay que cultivarlo frecuentando, escuchando y conviviendo a diario. Sabemos que lo virtual nunca podrá sustituir la belleza de los encuentros cara a cara. Pero el mundo digital está habitado y debe ser habitado por los cristianos. Porque incluso también la web, un territorio en el que a veces parecen prevalecer la voz más alta y la contaminación de las noticias falsas, puede convertirse en un espacio de encuentro y escucha.