Que la paz, la esperanza y la bendición de Nuestro Señor Jesucristo llegue a todos ustedes hermanos Riojanos.
Desde esta Santa Iglesia Catedral y Santuario de San Nicolás, celebraremos esta Santa Misa, para agradecerle a Nuestro Padre Dios las bendiciones que ha derramado en esta tierra a lo largo de sus 385 años de vida y para pedirle que nos siga acompañando y bendiciendo y podamos lograr ser un pueblo más fraternal y feliz.
Los invito a que nos pongamos en la presencia de Dios con corazón humil- de, sincero y arrepentido, suplicándole nos regale el don del perdón y de la reconciliación. OREMOS TODOS JUNTOS:
Después de haber escuchado la Palabra de Dios, los invito a orar por La Rioja y por la Patria.
Que el Evangelio sobre el último juicio y la Carta de San Juan nos iluminen y nos guíen en nuestra plegaria en estos 385 años de vida de La Rioja. Sobre la mesa de este altar pongamos toda nuestra historia, nuestro presente y nuestro futuro. Abramos el corazón esperanzado y agradecido a nuestro Padre Dios por Jesucristo Resucitado y con la fuerza del Espíritu Santo, para mirar el presente y el futuro con fé y esperanza.
-Tenemos sobrados motivos para agradecerle al Señor estos 385 años de vida y par pedirle filialmente que queremos seguir tomados de su mano y mirar la vida que nos resta por hacer en este mundo con entusiasmo y dispuestos a caminar juntos como hijos de un mismo Padre.
-Este altar de la Catedral de San Nicolás abre sus brazos a los cuatro rumbos de La Rioja para acoger las alegrías y los sufrimientos de sus hijos; mezclar- los con el Pan y el Vino de esta Eucaristía y ofrecérselos a Dios nuestro Padre, para que descienda una copiosa bendición.
-Le pediremos que al final de nuestras vidas, cuando seamos juzgados de las obras que hicimos mientras peregrinábamos a la Casa de Nuestro Padre, todos podamos escuchar aquella consoladora sentencia: “VENGAN BENDITOS DE MI PADRE al Reino que les tengo prometido… y no aquella otra: Apártense, malditos, vayan al fuego eterno, preparado para el demonio y sus seguidores…” Oremos al Señor.