Grupos de todas las regiones pastorales participaron entre el viernes 13 y el domingo 15 de octubre de 2023 del VI Congreso Misionero Nacional (Comina6), que se desarrolló en el colegio Don Bosco, de la diócesis de San Luis, con el lema «Argentina, con la fuerza del Espíritu, testigos de Cristo»
El documento conclusivo centraliza a Dios al expresar: Es Él quien, saliendo de su “zona de confort”, viene a nuestro encuentro y nos convoca como familia misionera a llevar adelante las grandes acciones misioneras hoy: recibir, agradecer, custodiar, celebrar y transmitir.
Las actividades formales comenzaron con una animación y palabras de bienvenida del director diocesano de Obras Misiones Pontificias, Claudio Navarro, quien aseguró: “San Luis va a ser el corazón del país” y pidió que “sean días de mucha alegría junto al Señor y a la Virgen”.
Tras escuchar la canción oficial del Comina6, escrita por el sacerdote Juan Barrios, y de danzas típicas a cargo del Ballet Despertares, ingresaron al patio del colegio la imagen de la Virgen María; y reliquias de Santa Teresita de Jesús, San Francisco Javier, beata Mama Antula y los intercesores de las misiones, entre ellos el beato mártir Wenceslao Pedernera.
Tras un momento de adoración eucarística, el obispo de Neuquén y presidente de la Comisión Episcopal de Misiones, monseñor Fernando Croxatto, parafraseó el lema del congreso e invitó a repetirlo. Luego contó un cuento sencillo, e invitó a compartir las mejores semillas de cada uno: “Lo mejor que tenemos dentro tenemos que compartirlo”.
“Ojalá que el viento del Espíritu sople en cada corazón para que demos el fruto que el Señor espera de este congreso”, concluyó.
Monseñor Gabriel Barba, obispo anfitrión, también dio la bienvenida a los participantes del congreso, al que calificó de “una riqueza para la Argentina y para nuestra diócesis”.
El último día se hizo una peregrinación por las calles de la ciudad y se dio clausura al encuentro con una Misa en donde asistieron, además de los 2000 congresales, gran cantidas de personas de San Luis. Allí se hizo un envío misionero y comenzaron a regresar a sus lugares de origen con el corazón renovado y dispuestos a seguir siendo Iglesia Misionera.
El presidente de la Comisión Episcopal de Misiones, monseñor Fernando Croxatto, presidió la misa de cierre y envío de los misioneros en la puerta de la catedral San Luis Rey, que fue concelebrada por numerosos obispos y sacerdotes.
“No puedo arrancar ninguna misión si no tengo en el corazón el rostro de los hermanos”, aseguró en su homilía el también obispo de Neuquén, señalando que “no podemos irnos de este congreso sin llevarnos a Jesús en el corazón y aprender de Él a mirar a los ojos”.
Tras recordar que “la primera evangelización fue fruto de la irrupción impetuosa del Espíritu Santo”, sostuvo que no habrá evangelización posible sin la acción del Espíritu Santo, por lo que animó a “dejarse empujar por el viento huracanado del Espiritu, para que encienda nuestros corazones en esta tarea hermosa y urgente”.
Para concluir, monseñor Croxatto invitó a los presentes a renovar sus promesas de confirmación.
Texto del Documento Final
Quienes participamos en este VI Congreso Misionero Nacional, tenemos la oportunidad de valorar la historia transcurrida en la Argentina misionera, continuando el camino de los Co.Mi.Na.
¿Qué es lo nuevo del CoMiNa 6? Descubrir que Dios ES misión.
Es Él quien, saliendo de su “zona de confort”, viene a nuestro encuentro y nos convoca como familia misionera a llevar adelante las grandes acciones misioneras hoy: recibir, agradecer, custodiar, celebrar y transmitir.
Lo que vivimos en pandemia, nos obligó a volver a las fuentes de nuestra experiencia misionera. Habiendo concluido nuestros trabajos en círculos, afirmamos que:
Con la fuerza del Espíritu:
Reconocemos que juntos somos misión, porque Dios es misión.
Valoramos el ardor misionero proclamado con el testimonio de vida y el anuncio kerygmático.
Redescubrimos que nuestro carisma misionero mira más allá, para ir donde aún no ha llegado el Evangelio.
Resignificamos nuestro bautismo como don y fuerza transformadora que nos configura como Iglesia de discípulos misioneros.
Reflexionamos sobre nuestro modo de ser Iglesia que, para ser fraterna y sinodal, necesita de una permanente formación.
Profundizamos sobre la importancia de la coherencia de vida y la apertura de corazón que nos reclama hoy la misión.
Discernimos que el camino abierto por el bautismo es camino de escucha humilde, atenta, plena, sincera y activa a Dios, a la comunidad y a los signos de los tiempos. La misma, genera un diálogo creativo entre las culturas y el Evangelio.
Como testigos de Cristo:
Queremos afianzar actitudes como: la aceptación y el acompañamiento del otro, la ternura, la parresía, la flexibilidad, la organización de la caridad, el trabajo en red.
Nos proponemos AQUÍ continuar con nuevo ardor nuestra misión en los lugares donde ya estamos trabajando; y generar instancias de formación misionera en las Iglesias particulares.
Proyectamos ir ALLÁ en aquellos areópagos donde aún Dios no ha sido anunciado y donde la Iglesia no tiene presencia significativa; así como incrementarla y fortalecerla en aquellos espacios que ya la tienen. Los englobamos en realidades como el mundo de las creencias, de las diversiones, del deporte y la nocturnidad, de la cultura y el arte, el mundo empresarial, el sindicalismo, el mundo de la política, el continente digital y la dimensión de la sexualidad.
Proyectamos ir MÁS ALLÁ a los ámbitos y territorios donde el Espíritu nos sugiera en el discernimiento personal y eclesial, tales como la Amazonía peruana y otros países y regiones donde la Iglesia es minoría y el anuncio es incipiente.
CARTA A LAS IGLESIAS
Escribe a los ángeles de la Iglesia Argentina en misión, que tienen en sus manos la Palabra y el corazón ardiente, con los pies en camino… conozco tu corazón, conozco tu realidad, sé que deseas ir aquí, allá y más allá.
Ante todo, te pido que reconozcas tu origen divino, Yo soy Dios misión que te he formado para ser misión. Te he regalado el bautismo y configurado enviándote a llevar mi presencia hasta los confines de la tierra.
Tu escucha atenta, paciente y humilde es y será testimonio audaz de mi cercanía que acompaña.
Juntos son y somos misión capaz de transformar tantas realidades en las que aún hay personas que no conocen mi amor entregado. Juntos son y somos misión capaz de despertar los corazones con un anuncio vivo.
No tengan miedo. Recuerden que estoy en los últimos y olvidados, en todas las periferias geográficas y existenciales. Tengan presente que mi amor es incesantemente derramado, abran el corazón para recibirlo.
Que mi Espíritu los haga testigos. El que pueda entender, que entienda lo que el Espíritu dice a las Iglesias.