Coincidiendo con la fecha de sus martirios, en la Gruta de Bajo de Lucas (lugar en donde encontraron sus cadáveres), un nutrido pueblo celebró junto a sus pastores a los Beatos Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville asesinados en 1976.
Desde temprano grupos de jóvenes caminaron desde Olta y Chamical rumbo a la gruta con carteles y cantos de los 4 mártires portando la cruz que los vecinos pusieron en honor de los sacerdotes luego de la muerte de ellos. También llegaron en auto y colectivos fieles de varias partes de La Rioja, Misiones, Córdoba, Santa Fe y Mendoza.
La Misa fue presidida por Monseñor Dante Braida, obispo de La Rioja. También estaban presentes Monseñor Ángel Rossi, Arzobispo de Córdoba, Monseñor Ricardo Araya, Obispo de Cruz del Eje y Monseñor Enrique Martínez, Obispo auxiliar de Santiago del Estero, el Provincial de los franciscanos conventuales Fray Javier Fontana y varios sacerdotes de La Rioja y otras provincias.
El clima de fiesta se vivía desde antes de la Misa y se acrecentó con la llegada de los jóvenes quienes portaban carteles y marionetas de los 4 mártires. La Procesión de entrada se hizo desde el lugar que está al lado de la vía en donde encontraron los cadáveres de los sacerdotes.
En su Homilía Monseñor Braida dijo que ese lugar(Bajo de Lucas) es una fuente de gracia y se llega allí movidos por estos mártires que dieron su vida por el Evangelio y por el pueblo de Dios. En el Evangelio las Bienaventuranzas hablan de un llamado a la felicidad plena. Estamos en este lugar en donde hubo tortura, crueldad y muerte y a la vez es el lugar en donde comenzó la vida plena de nuestros queridos Carlos y Gabriel. Aquí ellos recibieron la recompensa prometida a los pobres y a los perseguidos, por eso este es también un lugar de consuelo y esperanza en donde se manifiesta el triunfo de la caridad sobre el odio, el triunfo de la vida sobre la muerte.
La Palabra nos ayuda a tener el horizonte de nuestra vida y la fuente que es el amor. la primera actitud es tener alma de pobres porque a ellos pertenece ya el reino de los cielos, son aquello que se sienten dependientes de Dios y de los demás, liberados de todo tipo de autosuficiencia o autorencialidad. Pidamos a Dios la gracia esta gracia de la pobreza de espíritu que evita creer que todo lo podemos.
Ninguno de los 4 mártires nació en esta tierra, ellos desprendiéndose de lugares, vínculos hostorias fieron traídos a este lugar en donde dieron sus vidas. Sería bueno hacer un estudio sobre los desapegos de nuestros mártires pra poder, apegados a Dios dar la vida por Dios y por su pueblo. eso habla también de la pobreza de espíritu para entregarse a Dios.
Esta jornada tiene a muchos jóvenes convocados, rezamos por ellos y los invito a que sean protagonistas en este tiempo de la Iglesia y de la sociedad, que le den lugar a esos sueños que tienen, de una vida plena, de un mundo mejor, de una sociedad que brinde posibilidades a todos. queridos jóvenes damos gracias por estar aquí, por lo que han trabajado en estos días llevando las imágenes de los beatos por las casas. dejen que el fuego del Evangelio encienda sus vidas, denle lugar a esas iniciativas para enfrentar este tiempo. miren en silencio a Dios y pregúntenle qué quiere de la vida de ustedes y si Dios los llama a un proyecto de familia no tengan miedo de abrazar ese hermoso camino como lo hizo Wenceslao, i los llama a la vida consagrada o sacerdotal no tengan miedo porque vale la pena y Dios de tantas maneras nos recompensa en este camino y si están llamado a luchar por las injusticias de este tiempo no tengamos miedo a juntarnos y abrir juntos caminos.
A los adultos les pido que estén cerca de los jóvenes, que los acompañemos, alentemos, comprendamos, que nunca los dejemos solos. Queremos ser una Iglesia que se rejuvenezca con la participación activa de nuestros queridos jóvenes.
Al recordar a Monseñor Angelelli en los 100 años de su nacimiento es una ocasión para dar gracias a Dios por los padres de los 4 mártires, por sus familias, por las comunidades en donde ellos crecieron y maduraron.
Que Dios nos siga animando en nuestro camino y que siempre tengamos presente que estamos llamados a la santidad y con los mártires podeos recorrer este camino.
Texto homilía completa http://diocesislarioja.org/celebracion-de-los-martires-gabriel-y-carlos-homilia-monsenor-braida/
La bendición final de la Misa se hizo en el lugar donde fueron hallados y allí con gran recogimiento todos dieron gracias por sus vidas que son vida para nosotros.