Queridos hermanos y amigos:
“tengan paz y gracia de parte de Dios, nuestro Padre y de Cristo Jesús, el Señor” (Rom. 1,6)
Me ha parecido bien, escribirles cartas “familiares” a las comunidades de la Diócesis. Es una manera de seguirles anunciando el Evangelio y de ir tratando los asuntos que hacen a la vida de nuestra comunidad diocesana.
Hoy quiero tocar dos asuntos: la Misa Radial y la Diócesis en “estado de oración”. Comencemos por la Misa Radial.
Me llega permanentemente esta pregunta: ¿por qué no se transmite más la Misa Radial Diocesana, desde la Catedral y Santuario de San Nicolás? Les debo esta respuesta a toda la Diócesis.
Después del 24 de marzo, nuestra Radio local L.V. 14, no transmitió más la Santa Misa desde el Camarín de San Nicolás. Nadie nos dio razón alguna por qué no se transmitía. Nadie nos dio razones por qué no se transmitiría más. Pudimos saber que era orden de la “superioridad”. No les puedo explicar qué significa esta orden venida de arriba.
Este es el hecho. Aunque este proceder aparezca poco correcto y sea una indebida injerencia en la misión de la Iglesia Diocesana de la La Rioja, y no se haya pensado TODO lo que significa para La Rioja, dieciocho años de transmisión de la Misa desde la Catedral de San Nicolás, lo cierto es que constatamos, sorpresivamente, el hecho penoso.
Para información de ustedes, este hecho ha sido comunicado a la Santa Sede y a la Comisión Ejecutiva del Episcopado Argentino.
Aunque la Misa Radial Diocesana no sea transmitida desde el Camarín de San Nicolás por el Obispo, sin embargo, les pido que no dejen de aprovechar las trasmisiones de la Santa Misa que se hace desde otras Diócesis vecinas y la Misa que, he advertido, es transmitida desde el Batallón Militar de La Rioja. No olviden que Dios Nuestro Padre tiene caminos distintos a los que solemos construir nosotros los hombres.
San Nicolás desde su camarín, seguirá cuidando de La Rioja, aunque no se pueda transmitir la Misa Radial desde su Santuario. Lo importante es que ustedes no pierdan ese lindo sentido de “gran familia diocesana” que con tanto esfuerzo y cariño hemos venido construyendo durante tantos años.
Cada domingo, desde donde estén, ya sea en la ciudad como en los lugares más apartados, únanse con la oración a las intenciones de todos. Recen por todas las familias riojanas; tengan muy presente a los enfermos, ancianos, presos y hermanos que más necesitan; recemos unidos por todos nuestros seres queridos que han muerto. Confíen mucho, que el Señor escuchará la oración de ustedes. No pierdan la serenidad cristiana y procuren fortalecerse espiritualmente para que no pierdan la esperanza y la paz.
Les quiero recordar un pasaje de la carta de San Pablo a los Romanos, dice así: “que el amor sea sincero, aborrezcan el mal y cuiden todo lo bueno, demuéstrense cariño unos con otros, sean fervorosos y sirvan al Señor, tengan esperanza y sean alegres, en las pruebas sean pacientes, oren en todo tiempo, bendigan a los que los persiguen, no maldigan, alégrense con los que están alegres, lloren con los que lloran, vivan en armonía unos con otros, no devuelvan mal por mal, procuren hacer el bien delante de todos los hombres, no se hagan justicia por ustedes mismos, dejen que Dios sea el que castigue” (Rom. 12)
Lean también el hermoso canto de la Virgen María, que lo encontrarán en San Lucas en el capítulo 1, en los versículos del 46 al 55.
Ayúdense, para comprenderlos bien, a estos dos pasajes de la Biblia, del párroco de ustedes, de alguna religiosa y de algún catequista. El Espíritu Santo los iluminará para que lo saboreen bien.
El otro asunto que les quiero comunicar es el siguiente:
Desde las Fiestas de San Nicolás que acabamos de celebrar ( Julio 4) hasta el 31 de Diciembre (el ENCUENTRO), toda la Diócesis está en “estado de oración” pidiendo por la Patria y por la Familia. Esto significa que toda La Rioja se pone de una manera especial en oración por estas dos intenciones.
Creemos firmemente en la fuerza de la ORACIÓN de todo un pueblo, ante tantos problemas que vivimos los Argentinos y las Familias Riojanas y las de todo el país. Los Párrocos les explicarán el sentido de esta disposición que he tomado para toda la Diócesis.
Por último les pido que estén muy unidos a sus párrocos y sacerdotes que presiden las comunidades de ustedes. Escuchen sus enseñanzas cuando les ayudan a comprender mejor la PALABRA DE DIOS. Prepárense bien para la celebración de los Sacramentos. Participen de la Santa Misa. No dejen de reconciliarse con el Sacramento de la Penitencia y acérquense a recibir a Cristo en la Eucaristía. Descubran cada vez más a Cristo en la vida de ustedes. Recen en familia. Recuerden el Padrenuestro en familia, tomados de las manos. Recen el Rosario a la Virgen María, Nuestra Madre; ella no abandona jamás a sus hijos. A la Virgen le hemos consagrado la Diócesis.
No dejen de saludarme a los enfermos, a los ancianos, a las familias, a los jóvenes y a los chicos. Un abrazo afectuoso a mis hermanos sacerdotes, a las religiosas, a los catequistas y a las Asociaciones de la Parroquia.
Le pido a Cristo que los bendiga a todos ustedes; a María Santísima nos ayude a caminar en la Esperanza y a San Nicolás, nos siga dando su mano intercesora.
Amigos: los bendigo y será hasta la próxima.
ENRIQUE A. ANGELELLI
Obispo