Asamblea de la CEA – Retiro predicado por el Cardenal Villalba previo a la elección de autoridades

0
35

Los obispos, reunidos en la Conferencia Episcopal en Pilar, se prepararon para elegir autoridades con un retiro que fue predicado por el Obispo Emérito de Tucumán, el cardenal Luis Villaba

Gentileza de Monseñor Roberto Ferrari, Obispo auxiliar de Tucumán

Monseñor Villalba invitó a que la elección de las autoridades sea hecha con responsabilidad y para esta tarea tenemos que sabernos discípulos de Jesús e imitarlo para que su vida se prolongue en nosotros.

Entre otras ideas compartió lo siguiente con los obispos argentinos:

La oración es el modo como Jesús eligió a sus discípulos, pasa la noche en oración y después los llama por su nombre. Las acciones importantes de Jesús siempre fueron precedidas por momentos profundos de oración. También el modo cómo eligieron los apóstoles al que iba a reemplazar a Judas, rezaron, pusieron sus nombres en oración.

Al momento de elegir considerar un diagnóstico pastoral de Argentina, compartiendo, comparando el ideal de Iglesia y lo que queremos renovar, ver qué Iglesia queremos ahora basados en el discernimiento y en el querer de Dios, cómo descubrir los signos de Dios frente a varias opciones .

Poner oído en la respuesta a la pregunta sobre cuál es la voluntad de Dios para la Iglesia en Argentina. Juan Pablo II hablaba del discernimiento espiritual o evangélico, hacerse sensibles al espíritu en la complejidad de la historia humana.

Finalmente compartió 4 criterios a la hora de discernir el voto para los diferentes cargos:

1.      Varones Discípulos misioneros, lo que dice Aparecida, capaces de cruzar a la otra orilla.

2.      Que vivan la Sinodalidad de la Iglesia como dimensión constitutiva, la común dignidad y corresponsabilidad de todos los bautizados.

3.      Que valoren el Laicado en una correcta visión como iglesia pueblo de Dios, el laico no es un NO-Ordenado sino un bautizado, una eclesiología que ponga en el centro la unidad

4.      Preocupación y tarea por las vocaciones sacerdotales.

Estos criterios los resumió en que quien sea elegido sean personas que busquen el bien de la Iglesia, de los hermanos, del Pueblo de Dios.