ANTÍDOTOS CONTRA PREJUICIOS MORALES
DISCURSO DIRIGIDO A SUS COMPATRIOTAS POR UN PATRICIO
—Imprenta de Tucumán—
RESUMEN
Durante la realización del Soberano Congreso de Tucumán en 1816, el Pbro. Pedro Ignacio de Castro Barros se destacó por la solidez de pensamiento para reinventar junto a otros una nueva nación. Firmó el Acta de la Independencia y planteó la “retroversión de la soberanía” en los nativos de esta tierra pensando que era la manera de justificar la no continuidad de los españoles en América. A seis años de ese histórico acto, Castro Barros pensó cómo deberían ser los diputados de los pueblos. Acudió como Platón a la escritura, siendo ésta un “farmacón”, es decir antídotos para curar o prevenir los prejuicios políticos y morales que dañan la libertad de conciencia en el accionar de los diputados. Su discurso justificó la traslación de derechos del pueblo hacia su representante, más que valerse de la soberanía y su predicamento. Este ensayo abre la interpretación comprensiva a su legado, y en claves de lectura se señalará a un visionario de la “representación responsable”.
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