Peregrinación Hogares de Cristo
Aquí, junto a la tumba de Mons. Angelelli, recibimos con alegría y esperanza la peregrinación de los Hogares de Cristo que se realiza bajo el lema “Ni un pibe menos por las drogas”.
Los Hogares de Cristo nacieron, hace quince años, para acoger la vida de toda persona, y recibirla “como viene”, con sus problemáticas y con sus posibilidades acompañándola en un camino de crecimiento desde una profunda experiencia de misericordia en un ámbito de vida familiar comunitaria como expresión de una fe viva en Jesucristo, buscando brindar nuevas oportunidades.
Las adicciones a las drogas son una de esas problemáticas que denigran la vida de una persona y lo llevan a su destrucción y al grave daño de sus vínculos. Salir de ese infierno es posible cuando todos asumimos con responsabilidad un compromiso solidario con personas concretas afectadas por esta plaga y cuando ellos mismos son protagonistas de su propio camino.
Hoy, desde la Rioja, elevamos a todo el país un fuerte llamado a un compromiso claro y sostenido por parte de todos los ciudadanos para trabajar sin tregua por erradicar el flagelo del narcotráfico y propiciar mayores espacios de contención y acompañamiento a quienes desean enfrentar un tratamiento de recuperación de alguna adicción, a quienes buscan de muchos modos una nueva oportunidad.
Sabemos que “Dios no hace acepción de personas” (Hch 10,34) porque todos los hombres tienen la misma dignidad y que en el rostro de cada ser humano resplandece algo de la gloria de Dios.1 Por eso cada vida es valiosa y tiene una inalienable dignidad que nada ni nadie le puede quitar. Cada individuo tiene derecho a la vida y a desarrollarse con libertad y en un espacio de seguro.2
Solo el reconocimiento de la dignidad humana hace posible el crecimiento común y personal de todos (cf. St 2,19). Para favorecer este crecimiento es necesario, en particular, apoyar a los últimos3 a los que no pueden solos, a los que están en las periferias, a los que son descartados.
Mons. Enrique Angelelli, buscó y propuso caminos para la evangelización y promoción integral de las personas, de modo especial de los jóvenes y los pobres, favoreciendo, entre otras cosas, la justicia, la liberación y su desarrollo integral.
Él nos dice: “Nosotros que nos llamamos cristianos deberíamos avergonzarnos al ver que las piedras vivas del templo de Dios son profanadas, rechazadas, menospreciadas, marginadas… El grito de los que sufren, el clamor de los hambrientos… y todo tipo de esclavitudes… deberá hacernos reflexionar que es preciso, con mirada de esperanza y decidida actitud de acción, discernir lo que nos está diciendo Dios.”4 En otra ocasión expresa: “Seguiremos, con la ayuda del Señor, buscando los caminos que lleven a hacer comprender y vivir los derechos de la justicia y de la caridad por la promoción integral del hombre riojano.”5
El testimonio de los beatos Mártires son HOY un gran signo de esperanza que nos animan a
vencer todo tipo de indiferencia y cobardía para dar lo mejor de cada uno para transitar caminos concretos de cercanía y acompañamiento a hermanos y hermanas que están en situación de vulnerabilidad, presos por las drogas que, además de destruir vidas corrompen el mismo tejido social.
Unamos nuestras vidas e instituciones para que los derechos humanos sean respetados en todas las personas y cada una pueda desarrollarse de modo integral en todas sus posibilidades como lo proponía nuestro obispo mártir, Angelelli, fiel seguidor del Evangelio de Jesús.
La Rioja, 25 de noviembre de 2022.-
+ Dante G. Braida
Obispo de La Rioja
1Cf. Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia 144.
2Cf. Declaración de Derechos humanos, art 3.
3Cf. Compendio DSI 145
4Angelelli E. Homilía clausura Fiestas de San Nicolás. 4/julio/1971
5Angelelli E. Mensaje 1° enero 1975.