Monseñor Ángel Rossi, jesuita, formado por el papa Francisco, arzobispo de Córdoba desde el 30 de septiembre pasado es cardenal de la Iglesia. Su misión es colaborar con el Papa en el gobierno de la Iglesia y elegir o ser elegido Papa ante la sede vacante. Aquí sus palabras luego del consistorio en donde también estuvo nuestro obispo, Monseñor Dante Braida.
Fuentes: propias, Cadena 3 y Vatican News
«Que me sigan llamando Ángel. Estoy aquí y los llevo a todos en mi corazón, éste es un servicio para el pueblo y Córdoba y Argentina son mi pueblo y mi corazón, este servicio no tiene sentido sin ellos. Ojalá podamos ser servidores de todos, de mi querida Argentina y de mi tierra cordobesa. Ser cardenal significa un mayor servicio para nada es un ascenso, como dice el Papa no somos príncipes, somos servidores, es fácil decirlo pero el desafío es que lo vivamos así que recen para que no me olvide de lo que el Papa pide. Al saludarme me dijo que no pierda el humor, espero tener el de él que es hermoso, su humor indica sabiduría.
El cardelanato es lo que menos esperaba. Le agradezco al Papa Francisco su confianza y aquí uso una frase del Cura Brochero siento que estos aperos no son pa’ esta mula y siento el deseo de la disponibilidad para lo que es propio de ser cardenal que, como lo explica bien claro el Papa, no es ser príncipe de la Iglesia sino que es un cargo de servicio, no es ir hacia la corona de la cabeza sino hacia los pies de nuestros hermanos a los cuales servir”
