Niño Jesús Alcalde: Encuentro de Cofradías de Allis
Producción y Publicación: Área Pastoral de Comunicación Digital y Prensa Diócesis de La Rioja
Emotiva ceremonia que muestra nuestros orígenes riojanos y la presencia de la fe que identifican a La Rioja como Tierra del Tinkunaco.
Con el comienzo de la Novena del Niño Jesús Alcalde se produce el Encuentro de Cofradías de Allis. El lugar es la Iglesia San Francisco de Asís cuyo templo custodia la Imagen del Niño. Acuden las cofradías con sus respectivos Incas. Las principales son: Divino Niño de La Rioja ciudad junto a su Inca Francisco Guarda, Niño de Hualco con el Inca Victor Hugo Olivera, Malligasta con el Inca Daniel Craver y San Blas de Los Sauces con el Inca Roque Olima.
La idea de este encuentro surgió en Las Padercitas durante la presentación del Inca Francisco Guarda y se repite cada año. En ese verdadero Tinkunaco cada cofradía, al sonido de la caja del Inca, entona sus alabanzas y desarrolla sus danzas en honor al Niño Alcalde y su madre María.
Al mediodía repicaron las campanas anunciando la novena y la fiesta del Niño Jesús Alcalde.
Entre sus miembros las cofradías tienen también jóvenes y niños que aspiran a ser allis y gobernantas.
Para enriquecer esta reflexión comentamos que en el mundo simbólico andino aparece la imagen del Niño Jesús reconocido como nuevo alcalde a propuesta de los diaguitas; preside su procesión el Inca, figura clave del imperio incaico. Lo hace colocándose debajo de un arco, resabio del tronco del inca del Perú. Está acompañado por una Cofradía de Allis, palabra quechua que indica fundamentalmente la nobleza o alto linaje de los hombres que acompañan al inca. Llevan una vincha de la que cuelgan cintas multicolores que rememora las plumas usadas en las fiestas del mundo andino, también llevan un Poncho, indumentaria propia del andino estilizado en forma de escapulario. Tanto en la vincha como en el Poncho aparecen unos espejitos por donde se ve el alma o el corazón de la persona.
En sus cantos comienzan describiendo que el resplandor del Niño Jesús le gana al sol y al lucero del Alba en clara referencia a Inti y a la nueva vida ofrecida por la religión cristiana. Cada estrofa termina invocando a la Virgen María bajo la advocación de Coopaca apócope de Copacabana en alusión al santuario principal que está a orillas del Lago sagrado del Titicaca.
La cultura ancestral y de los pueblos originarios llega de este modo a nuestros días con la riqueza de la religiosidad popular.