Monseñor Dante Braida, Obispo de La Rioja, nos acerca lo vivido en la tercera Semana del Sínodo
ECOS de la TERCERA SEMANA del SINODO
Sábado 2 de octubre de 2023.-
Les comparto algo de lo que hemos vivido en la tercera semana del Sínodo. Continuamos viviendo la asamblea en un ambiente sereno en el que hay plena libertad para hablar y discernir juntos, y eso es muy alentador.
En estos días hemos concluido los trabajos del segundo módulo denominado: “Corresponsables en la MISIÓN” que busca responder a la pregunta ¿Cómo podemos compartir dones y tareas al servicio del Evangelio? En la reflexión se avanzó en la búsqueda de caminos para que todos los bautizados y las bautizadas respondamos al llamado a compartir los dones y las tareas en cada diócesis…”. Y tomemos conciencia de que, cuando alentamos la corresponsabilidad, ayudamos a que todos los carismas -especialmente los laicales- enriquezcan a las comunidades cristianas contribuyendo a la obra evangelizadora.
Se expresó que una Iglesia sinodal es siempre misionera, una Iglesia en salida a todas las periferias para escuchar la voz de los pobres y oprimidos; al mismo tiempo se sostuvo que la misión evangelizadora siempre se sustenta en la oración. A su vez se reconoció la necesidad de ampliar los ministerios en la Iglesia. La evangelización digital fue destacada por muchos grupos teniendo en cuenta el tiempo que muchas personas pasas en contacto con las redes. También se habló sobre los que no tienen acceso al mundo digital. Se dio gracias por los innumerables servicios que prestan las mujeres en distintos ámbitos eclesiales viéndose la necesidad de discernir mejor su lugar considerando roles de liderazgo y conducción. Estos entre muchos temas más…
Les cuento que muchas veces se me hace presente el mensaje del beato mons. Angelelli que, en su animación pastoral, insistía en la CORRESPONSABILIDAD para llevar adelante la misión de la Iglesia. Al llegar a la Rioja él decía: “Queremos: Obispo, sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles cristianos de la diócesis, asumir con fidelidad, madurez, equilibrio, corresponsabilidad y coraje la renovación del Concilio Vaticano Segundo. Para ello necesitamos seriamente antes de ayudar a renovar a los otros, convertirnos a Jesucristo por una mayor vivencia de la FE, la ESPERANZA, y la CARIDAD. Este es el primer y fundamental punto de partida para elaborar toda acción pastoral que responda a las exigencias del Concilio”[1]
El día miércoles hemos comenzado a trabajar él tercer y último módulo que se titula: “Participación, responsabilidad y autoridad”. A través de las cinco fichas propuestas buscamos responder a la pregunta: ¿Qué procesos, estructuras e instituciones son necesarios en una Iglesia sinodal misionera?
Tres testimonios de discernimiento eclesial en iglesias de Francia, Asia y Australia, nos han ayudado a ver cómo la sinodalidad abre caminos a una mayor corresponsabilidad de todo el Pueblo de Dios.
En los grupos hemos mantenido el trabajo a través de la Conversación en el Espíritu en los que fueron surgiendo muchas propuestas como ser la importancia de una adecuada formación para la sinodalidad en todo el pueblo de Dios, en particular en los Seminarios, en los presbiterios y para laicos, quienes tienen una misión específica en la transformación de las realidades temporales; también se pidió renovar, desde la dimensión sinodal, las estructuras que ya hay en la Iglesia como ser los Consejos Pastorales, Económicos y Presbiteral; y valorizar las Visitas Pastorales de los obispos como ocasión de animación de la vida misionera de las comunidades y surgimiento de nuevos espacios de participación, oración y compromiso… Esto entre muchos otros puntos.
Por otra parte, ayer jueves fuimos invitados por el Papa a un momento de oración sobre la realidad de las migraciones en todo el mundo. Esto se realizó en la plaza San Pedro donde hay un monumento que recuerda la triste realidad de tantos hermanos, hermanas, niños, madres y padres y especialmente jóvenes se ven obligados a dejar sus tierras buscando un futuro mejor. Hemos rezado a la luz de la parábola del Buen Samaritano por aquellos que emigran huyendo de la pobreza o de las guerras; por los que recorren largos caminos exponiendo sus vidas a numerosos peligros que hacen que muchos perezcan en el intento. Rezamos por los países de destino para que superando toda desconfianza y marginación se abran a la acogida, a la protección, a la promoción e integración de todo migrante.
La verdad es que nos sorprende la sensibilidad del Papa sobre este tema y tantos otros que denigran la dignidad humana. Su testimonio nos anima a una mayor confianza en Dios y a un compromiso con toda vida humana.
Por último les comento que el sábado por la tarde celebramos la Eucaristía en la Catacumba “Santa Domitilla” donde se firmó, al finalizar el concilio el ‘Pacto de las Catacumbas’. Unos cuarenta obispos allí se comprometieron, a la luz del Concilio Vaticano II, a “llevar una vida sencilla…dando prioridad a los «pobres», impulsar el «advenimiento de otro orden social… llevar adelante una acción pastoral que constituya un «verdadero servicio”[2] Uno de los firmantes del mismo fue mons. Enrique Angelelli. La misa se celebró recordando a un laico, miembro de la Juventud Obrera Católica (JOC) de Córdoba cuando mons. Angelelli era su asesor en los años 50’. Se trata de José “Pepe” Palacio[3] que el próximo 25 de octubre se conmemora el centenario de su nacimiento. Este laico católico, era empleado metalúrgico, sindicalista, esposo y padre de tres hijos. Por vivir sus compromisos desde la fe y buscando llevar el evangelio de la justicia y la verdad en sus lugar de trabajo fue secuestrado y desaparecido en diciembre de 1975. Actuales miembros de la JOC de diferentes países organizaron esta misa que fue presidida por el Cardenal Óscar Andrés Rodríguez Madariaga de Honduras. Uno de los hijos de José, envió un desde Argentina un video-mensaje contando aspectos de la vida de su padre. Fue un momento emotivo y profundo reconociendo la vida de hermanas y hermanos nuestros que vivieron la fe hasta dar la vida por un mundo más justo.
Aprovecho para enviarles un gran saludo a todos ya prontos aquí a vivir la última semana del Sínodo, donde elaboraremos un Documento Síntesis para ser trabajado en las diócesis en vistas de la próxima sesión el próximo año. La realidad es que con este proceso vamos aprendiendo y profundizando lo que significa trabajar en sinodalidad y ya se van cosechando buenos frutos.
Que el Señor los bendiga y el Espíritu Santo nos siga guiando para que siempre caminemos juntos y con espíritu misionero. ¡Bendiciones y mucha paz!
+ Padre Obispo Dante Braida
[1] Angelelli Enrique, Beato. Primer mensaje a la Diócesis de La Rioja el 24 de agosto de 1968.
[2] https://www.celam.org/cebitepal/detalle_d.php?id=49
[3] Palacio, José Serapio (Pepe) https://pepe-amalia.josephcardijn.com/