Un grupo de padres del Colegio Sagrado Corazón agredieron al Obispo Angelelli
En el Diario El Sol del 5 de diciembre de 1972 salía este título en primera plana con la noticia de que Monseñor Angelelli había sido atacado con golpes e insultos por padres del Colegio Sagrado Corazón que defendían la fe y se oponían a la pastoral tercermundista del obispo.
Esta noticia y lo que se comentó después, es lo que quedó entre la gente y se tildó a todo el Colegio, comenzando por las Hermanas Esclavas, como enfrentadas con Monseñor Angelelli. El diario El Sol fue creado especialmente para calumniar al Obispo y una vez más, puso divisiones.
La Hna Felisa Bernahola, directora en aquel tiempo del nivel primario contó, como testigo del Juicio de beatificación de Monseñor Angelelli, que las hermanas defendieron al obispo y que la Superiora, otra hermana y ella fueron blanco de agresiones al decirles a esos padres que no era la forma de actuar. Testimonio Hna Felisa
El 27 de noviembre de 1972 Monseñor Angelelli, dentro de su acción Pastoral, comenzó la visita canónica al Colegio.
El Diario de la Comunidad de las Hermanas Esclavas, en donde se consigna diariamente lo que ocurre, describe todo lo que en esos días pasó. Además desde 1968, en que llegó el Beato Angelelli a la Diócesis, hasta su muerte en 1976, describe las reiteradas visitas que realiza al Colegio, a la Comunidad, las reuniones convocadas por el obispo en que las hermanas participan. También se detalla la presencia del Padre Phol (uno de los 3 sacerdotes Palotinos asesinados en 1976) dando retiros a las alumnas y docentes, la visita de Monseñor Zazpe, en noviembre de 1973, como enviado de Pablo VI y la entrevista que tiene con la superiora (Hermana Luis Quiroga) en donde le cuenta lo vivido ese 4 de diciembre de 1972. Así mismo habla de misas y conferencias realizadas por los padres Aciar, Amiratti, Praolini, Inestal y los sacerdotes jesuitas Beroni y Hueyo.
En ese diario, el día lunes 4 de diciembre dice textualmente “Comienza la Matrícula de los grados y, por quejas serias por parte de la comisión de Unión de Padres, se les niega la matrícula si no están conformes con la orientación del Colegio a algunos de ellos y como reacción violenta, por la tarde se presenta la comisión de padres con dos escribanas y empiezan a gritar exigiendo matrícula e insultando no sólo a las hermanas sino también al Sr Obispo en forma muy descomedida. Debió intervenir la Policía. Se suspende la Matrícula hasta el día siguiente. Monseñor Angelelli administra el sacramento de la confirmación a un grupo de niñas y niños.”
El Martes 5 se consigna que “continúa la matrícula en el horario establecido y para asegurar el orden la madre pidió un policía para la portería, además de la portera habitual.”
El sábado 9 dice “se realiza una Asamblea general de Padres de las alumnas donde queda disuelta la Unión de Padres de Familia por tomarse atribuciones que no les corresponde. Se les comunica a través del presidente a quien se le envía un telegrama colacionado”. Complementando esta información el día jueves 14 se lee que “se hace presente el inspector de la Superintendencia de Enseñanza Privada para saber la situación del Colegio que había sido acusado por la Unión de Padres y después de informarse, se retiran sin encontrar nada en contra en lo que respecta a la conducción del Colegio”.
Este grupo de padres “defensores de la fe” siguieron con sus arremetidas. El día 20 de diciembre se consigna “ante la resistencia y ataques de la Comisión de Padres de Familia, para concluir con una situación tan desagradable, la Madre Rectora asesorada por el Dr. Ricardo Mercado Luna, envió un telegrama colacionado al presidente, Sr Torres Brizuela desautorizando todo lo que haga en nombre de la Comisión, sello, libro de cuentas, Estatutos y una suma de dinero que no fue devuelta y quedó en manos de esa comisión.” Estos Padres, cuyas hijas no fueron matriculadas por la actitud combativa de ellos, siguieron haciendo gestiones ante el Ministerio de Educación para interferir la marcha del Colegio según consta en el diario de la comunidad en enero de 1973.
La situación que se vivió ese 4 de diciembre y los días posteriores fueron dolorosos y difíciles para las hermanas, personal del Colegio y el Obispo.
Monseñor Angelelli valoró la actitud y el valor de las Hermanas. A continuación el Acta de la visita Canónica que dejó consignada el obispo en junio de 1973.
«Inicié mi visita apostólica el día 27 de noviembre de 1972 motivada ciertamente para el mejor cumplimiento de mi deber pastoral para con la Comunidad y el Colegio. Esta visita es finalizada en la fecha 2 de junio. Razones pastorales determinaron que estuviese abierta durante este lapso de tiempo.
Puntualizo algunas cosas:
- Dejar expresa constancia del espíritu religioso y eclesial de toda la Comunidad de las Hermanas. El haber constatado que frente a graves problemas surgido por un determinado grupo de padres, profesores y lamentablemente por el Capellán[1], las hermanas supieron dar testimonio a toda la diócesis de unidad entre sí, de fidelidad a la Iglesia, de sentido cristiano de la “prueba”, de silencio evangélico frente al aplauso o a la calumnia.
- Queda suprimida la Capellanía y removido su actual Capellán. La atención y cuidado sacerdotal y pastoral estará provisto por otra figura canónica.
- La creación de una Vicaría parroquial en territorio donde está el Colegio significará también que el Párroco atienda pastoralmente al Colegio y a la Comunidad de las Hermanas. Por lo tanto el Colegio procurará integrarse en la Comunidad parroquial y brindar en esa comunidad todo aquello que esté a su alcance.
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Dejamos expresa constancia que perdonamos las graves ofensas inferidas a las Hermanas, al Colegio, al Obispo y a la diócesis por un grupo de padres de alumnas del Colegio. A la vez creemos que el Señor, en el dolor, ha visitado al Colegio bendiciéndolo, purificándolo, haciendo más fiel a la Iglesia Local de quien recibe la Vida y el mandato de anunciar el Evangelio.
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- Debemos hacer notar el testimonio que da la Comunidad en lo que hace a la relación de ancianas y jóvenes. Se vive la unidad y alegría cristiana.
- Dada la acogida que encuentra la diócesis en el Colegio, actualmente, esta procurará brindar a las Hermanas y a toda la Comunidad educativa lo mejor que ella tiene para que seamos fieles al Señor, sirviendo a este querido pueblo de la Rioja que el mismo Señor nos confió para que lo apacentemos en su Nombre y con su Gracia.
Poniendo fin a esta Visita Canónica, le pido al Corazón de Cristo bendiga copiosamente a las Hermanas y a toda la Comunidad Educativa del Colegio.»
La Rioja, 2 de junio de 1973
+Enrique Angelelli
Obispo de La Rioja
Estos hechos hablan por sí solos, un pastor que cuida a sus ovejas, las anima y las perdona. Es un pedazo de la Historia de la Iglesia de La Rioja, bendecida, martirizada y amada por Dios.
[1] Padre Julio Goyochea