Los obispos argentinos ante la Virgen de Luján

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Los obispos han concluido la 121° Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina celebrando la Eucaristía en el Santuario de Nuestra Señora de Luján. Con este gesto renovaron la comunión y la colegialidad episcopal llevando a los pies de la Virgen de Luján la acción de gracias por la fecundidad de este encuentro. Rezaron especialmente por la paz y la unidad de nuestra Patria. Así mismo, han pedido a la Patrona de las argentinas y argentinos por los sacerdotes y los jóvenes, quienes han estado especialmente presentes en la reflexión y el trabajo de estos días de reunión.

Los obispos se unieron con este gesto a la Peregrinación con la Virgen que los Hogares de Cristo están realizando por todo el país con motivo de los 15 años de los Hogares de Cristo, con grandes frutos y una presencia misionera y evangelizadora de aquellos que se recuperan de las adicciones. El lema que lleva a María a todas las regiones pastorales del país es #NiUnPibeMenosPorLaDroga

En oración confiada a la Virgen rezaron por la necesidad de lluvias en diversos lugares del país, ante una gran sequía que afecta a hermanos y hermanas trabajadores. Del mismo modo, por el cese de los incendios en la provincia de Jujuy.

La Misa fue presidida por el Cardenal Mario Poli, en el día de San Martín de Tours, Patrono de la Ciudad de Buenos Aires; concelebrada por el obispo Oscar Ojea, obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina y el padre obispo Jorge Eduardo Scheinig, arzobispo de Mercedes – Luján junto a los Obispos participantes de la 121° Asamblea Plenaria.

El Cardenal Poli, por medio de su homilía expresó:

​“Al ingresar a su imponente templo y ver la bella imagen de la Virgen todos experimentamos sentimientos de filiación y Nos contagia también la alegría de ver la continua presencia de sus hijos que no dejan de visitarla y confesarla como Madre dispensadora de gracias y bendiciones. Hoy los obispos junto al pueblo fiel venimos a renovar nuestra adhesión a la Iglesia de su hijo Jesús, y al celebrar la Santa Misa queremos poner sobre el altar a todas las familias de nuestra patria, especialmente a aquellas que más padecen estas horas de prueba, privadas de lo necesario para una vida digna”.

Monseñor Mario Poli compartió que: “​El hecho es elocuente. Es evidente que aquel primer milagro Jesús lo hizo por la delicada intercesión de su Madre y queda de manifiesto la nueva dimensión, el nuevo sentido de la maternidad de María por todos los hombres y mujeres, al ir a su encuentro cuando se la invoca y asistir en todas sus necesidades. En Caná de Galilea se muestra sólo un aspecto concreto de la indigencia humana, aparentemente pequeño y de poca importancia como la falta de vino»). Pero esto tiene un valor simbólico. El acontecimiento de Caná revela el lugar y la misión intercesora de María en el plan de Dios”.

Damos gracias a nuestra Madre de Luján, Patrona del Pueblo Argentino, por los frutos de la 121° Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina.

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