La Sinodalidad nos permite abrazar nuestras miserias

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En esta entrega nos dejan su mensaje 4 mujeres. Son voz de pastoral de Juventud, Mesa de Movimientos y Parroquias. Distintas realidades, diferentes lugares en la Iglesia con el miso anuncio: ¡Cristo vive!

Pastoral de Juventud

María Eugenia Torres

Acompaña, en la Comunidad Angelelli a los jóvenes que están en consumo de drogas, establece vínculo con los jóvenes y como comunicadora es administradora de redes y TinkuRed.

Candela Ceballos

Secretaria de la Pastoral de Juventud, pertenece a la parroquia Medalla Milagrosa.

Durante las escuchas en parte vimos consuelo porque no estamos solos en estas realidades que aparecen, en todas partes hay falta de escucha, de participación. En todos lados se repite la dificultad entre los jóvenes y lograr la vinculación con los mayores.

Lo más fuerte fue ver el encubrimiento del maltrato, el clericalismo y el silencio de los laicos, nuestra participación pasiva. Me quedó muy grabado el testimonio de jóvenes de diferentes departamentos cómo viven la dificultad de integrarse a una comunidad y servir y como pesa en eso la mirada del resto del ´pueblo. Pesa mucho “el qué dirán”, estimo que al ser un lugar donde todos se conocen pesa de que si te ven en una fiesta o en algún lado empiezan a decir “mirá la que está en la Iglesia”. Y en esa relación la juventud tiene mucha dificultad para acceder al cura tenemos a las hermanas dominicas que nos acompañan y cuesta que el sacerdote quiera estar con nosotros.

Lo más importante es que se ha develado una realidad y hoy salió a la luz: quieren que los jóvenes adoptemos lo que quieren que seamos y no lo que realmente somos, lo que quiere Jesús, lo que queremos hacer es lo que el espíritu Santo nos pide.

Hay jóvenes que siguen estando, que son perseverantes, que tienen ganas y tienen siempre la iniciativa aunque no se los deje hacer, tienen la alegría que es muy característico pero siempre están las dificultades que los va frenando.

El Obispo ha participado de encuentros con nosotros y fomentado la participación de jóvenes, necesitamos al obispo para que anime a los sacerdotes a acercarse a la pastoral de juventud. Es todo un caminar. Nuestra pastoral necesita cambios en su estructura, en la acción, en la manera de realizar las actividades pero debemos encararlo si los pastores nos acompañan, nos atienden, nos reclaman, nos escuchan en lo que vemos en las diferentes comunidades, porque visitamos las comunidades y vemos lo que pasa, entonces así vamos a poder transformar la comunidad.

 

Mesa de Movimientos

Mariela Sánchez

 

Servicio de Evangelización Dosmil

Para nosotros como movimientos fue puras luces, sentir como el corazón se goza al ver que vinimos, nos hicimos cargo de un montón de realidades, de errores como Iglesia, mostrarnos en la debilidad y asumir que hoy estamos acá y también muchos de los hermanos que no están tienen que ver con nuestra acción, con nuestras palabras, con nuestros gestos. Lo que se vivió realmente fue una sinodalidad, el poder abrazar nuestras miserias, nuestras pobrezas y mostrarlas a los demás hermanos.

En la mesa de movimientos, todo este tiempo en que hemos venido escuchando, nos empezamos a dar cuenta de que nos involucramos mucho, más allá de un grupo de WhatsApp. Si queremos ser luz para los demás tenemos que vivirlo primero nosotros.

Las sombras de las escuchas fueron dolorosas, lo más fuerte fue el tema del dolor de los sacerdotes, que están muy demandados, cansados y los laicos no hicimos lo que teníamos que hacer, no nos acercamos; también ver como muchos hermanos no se sienten parte de la Iglesia.

Lo que me da esperanza es el Cristo resucitado, la Pascua, Cristo está vivo, es un mensaje que tenemos que dar, que compartir y volver a vivirlo nosotros, ese primer anuncio kerigmático, llenarnos de fuerza, de luz sino no sirve salir a buscar al hermano.

Todos somos Iglesia y debemos alentarnos entre nosotros, cada uno tiene su lugar y lo que te toca hacer a vos no lo va a hacer nadie, sumarnos, apoyando. El Señor es el único mensaje que todos como comunidad debemos darlo.

Parroquias

 Elizabeth Varón Puga

Centro Santo Domingo

El camino previo a llegar a esta asamblea fue muy lindo, al escuchar pude aprender y llevarme algo también el encuentro con las otras parroquias.

Lo principal fue el diálogo, la escucha. Lo importante es que todos hablamos de la apertura de la Iglesia hacia otras comunidades, salir del templo, apertura de ideas.

Esta asamblea fue muy buena, es bueno que participemos de la misión de la Iglesia con todo lo que tenemos para dar y recibir.

Concluyendo, esta parte del camino de la sinodalidad les ha dejado a las 4 diversas experiencias y la gran experiencia de vernos en comunidad con nuestras luces y sombras, abrazando nuestra fragilidad.