- La costa riojanaestá formada por una serie de pueblos silenciosos, rodeados de pinos, nogales y álamos que esconden decenas de casitas enclavadas al pie de las sierras del Velasco. Toda esas casas están habitadas por creyentes que manifiestan su fe en la veneración de la Virgen e innumerables santos …
Ubicado en el interior de la sierra del Velasco y bañada por las aguas cristalinas del río Huaco se encuentra en este tour, partiendo de la ciudad de La Rioja, La Quebrada, Sanagasta (pueblo de negros en alusión a la Virgen India), Huaco, Chuquis, Aminga, Anillaco, Aimogasta (pueblo del cacique Aimo) para terminar en San Blas de Los Sauces, los cuales son los pueblos más bonitos de la llamada costa riojana de Argentina. Su gente cultiva vides, olivos, nogales, higueras que generan bodegas familiares y a nivel macro, del mismo modo que la fabricación de aceites de oliva de gran calidad.
Por todo el circuito, especialmente en la zona de Sanagasta, está plagado de huellas de dinosauros, habitantes de la zona hace mucho tiempo. En el parque de los dinosaurios se puede volver a esa época.
Región también de tradiciones folklóricas. En Aminga se puede ver la mítica Calle Nueva de Don Rosendo que inspirara la zambita homónima que en su letra cuenta la cosecha de la vid. Oriundo de Chuquis, Ramón Manuel Navarro, describe la alegría de la cosecha con la Chayita del Vidalero y evoca la mesa familiar en Patios de la Casa Vieja. Inspirado autor, junto a David Gatica, de la Cantata Riojana, verdadera joya de la música popular argentina.
Desde Anillaco se puede acceder a un inmenso parque eólico, una inmenso salar al pie de la montaña y al Santuario del Señor de la Peña, roca con perfil humano venerada desde los pueblos originarios. Hoy es un verdadero santuario a cielo abierto que alberga a miles de peregrinos cada semana santa.
También en esta zona está Anjullon, pequeño pueblo en donde se encuentra la Iglesia más bonita del lugar, construida a finales del siglo 19 que contiene a su vez un museo sacro con lindas expresiones religiosas.
Todas las fiestas patronales y celebraciones de los sacramentos son verdaderas expresiones de religiosidad popular. El pueblo se apropia de sus santos, los celebran, buscan imitarlos, se conmueven ante sus presencias, los contemplan. Este comportamiento de fe es propio de cualquier lugar de La Rioja y de todo el Noroeste argentino. La historia «Un Cura de la Independencia y Una Virgen Morena», que narra como Pedro Ignacio de Castro Barros, originario de la zona, y la veneración a una Virgen India, signaron la vida de la feligresía en cada pueblo costeño.
Entre las principales fiestas encontramos la de San Antonio en Anillaco, la Inmaculada concepción en Aimogasta, el Cristo pobre de Sanagasta junto a la virgen de la Merced y San Blas en Los Sauces.