IX Encuentro Nacional de Sacerdotes – Lectio Divina, Mons. Nannini

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En el segundo día del Encuentro Nacional de sacerdotes, todos los participantes realizaron una hora de adoración guiados por el Obispo de San Miguel, Monseñor Damián Nannini.

Compartimos el texto

LECTIO DIVINA SOBRE 2Cor 12,7-10
“Es suficiEntE para tí mi gracia, la fuErza sE pErfEcciona En la dEbilidad”
1. Leemos en voz alta y escuchamos con atención el texto de 2Cor 12,7-10 “Y para que la grandeza de las revelaciones no me envanezca, me fue dada una espina en mi carne (ἐδόθη μοι σκόλοψ τῇ σαρκί), un ángel de Satanás que me hiere para que no me envanezca. Tres veces pedí al Señor que me librara, pero él me respondió: «Es suficiente para Tí mi gracia, la fuerza se perfecciona (llega a su plenitud) en la debilidad (ἡ γὰρ δύναμις ἐν ἀσθενείᾳ τελεῖται)». Por tanto, muy gustosamente me gloriaré más bien en mis debilidades, para que habite en mí la fuerza de Cristo (καυχήσομαι ἐν ταῖς ἀσθενείαις μου, ἵνα ἐπισκηνώσῃ ἐπ᾽ ἐμὲ ἡ δύναμις τοῦ Χριστοῦ.). Por eso, me complazco en mis debilidades, en los oprobios, en las privaciones, en las persecuciones y en las angustias soportadas por amor de Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte (γὰρ ἀσθενῶ, τότε δυνατός εἰμι.).
2. Para comprender el texto:
✓ 2Cor es el reflejo más íntimo de la vivencia profunda que tenía de su vocación y ministerio apostólico.
✓ Tener en cuenta el contexto de toda la carta, en particular de la sección 2Cor 10-13 donde Pablo polemiza con algunos misioneros itinerantes que se vanaglorian de su origen judío y de sus revelaciones ponen a la comunidad de Corinto contra Pablo cuestionando su autoridad, acusándolo de débil y de falto de elocuencia.
✓ Pablo reacciona con una fuerte autodefensa, siendo nuestro texto la última parte del “discurso del loco” (2Cor 11,1-12,13) donde se permite “gloriarse” de su origen judío; sus muchos trabajos y revelaciones.
✓ La gran discusión es sobre cuáles son los criterios para discernir entre un auténtico o un falso apóstol.
✓ El v. 12,5 es importante porque Pablo dice que, si bien podría gloriarse de su revelación, va a gloriarse de sus debilidades. Aparecen el vocabulario propio de las debilidades (ἀσθενείαις) y el “gloriarse” (καυχάομαι).
✓ Más importante que identificar la espina en la carne y el ángel de satanás es la interpretación creyente que hace Pablo descubriendo el sentido o para qué de esto que ha recibido de Dios y que le hace patente su debilidad: «para que no me envanezca/enorgullezca, sobre eleve, vanagloria o engría (ὑπεραίρωμαι)».
✓ Las palabras del Señor conllevan un cambio total de percepción y de valoración de la propia debilidad que pasa de expresar la impotencia del hombre frente a Dios a ser el lugar propicio para que se haga presente y operante el poder o fuerza de Dios y llegue allí a su perfección o plenitud.
✓ Estas palabras del Señor provocan en Pablo una verdadera conversión, metánoia, y quien cambia radicalmente su objeto de gloria o kaujesis por las debilidades y obstáculos; y comprendió que la fecundidad de su apostolado no procede de los medios humanos, sino de la aceptación de sus límites y de la acción de Dios.
✓ Pablo afirma que la finalidad de gloriarse en sus debilidades es para que habite en él la fuerza de Cristo y entiende que las debilidades asumidas son la condición necesaria para que obre la fuerza de Cristo en él y por medio de él en favor de la gente.
✓ “Llevamos este tesoro en recipientes de barro para que se vea bien que esa fuerza tan extraordinaria es de Dios y no de nosotros” (2 Cor 4,7). Como aplicación de este principio en el ministerio apostólico leer 2 Cor 4,8-12.-
✓ El fundamento cristológico del pensamiento paulino lo vemos en 1Cor 1-4 y 2Cor 13,4.
✓ San Pablo concluye su “loca” argumentación afirmando que el apóstol auténtico y verdadero realiza en su vida el misterio pascual, participa en su vida y en su actuar de la muerte y resurrección de Cristo.
✓ El modo cristiano de resolver este peligro de orgullo y de falta de caridad no es ignorar que se tiene algo que los demás no tienen; sino sencillamente con la humildad y la caridad.
3. Para meditar el texto:
✓ Dos certezas de san Pablo en su madurez espiritual: 1. No me salvo yo a mí mismo, sino que Dios me salva. 2. No hay que atribuir fuerza salvífica a nada (ni hombres ni medios) fuera de Cristo y de su misterio pascual (cfr. 1Cor 1-4).
✓ “La historia de la salvación se cumple creyendo «contra toda esperanza» (Rm 4,18) a través de nuestras debilidades.
Muchas veces pensamos que Dios se basa sólo en la parte buena y vencedora de nosotros, cuando en realidad la mayoría de sus designios se realizan a través y a pesar de nuestra debilidad […] Si esta es la perspectiva de la economía de la salvación, debemos aprender a aceptar nuestra debilidad con intensa ternura. El Maligno nos hace mirar nuestra fragilidad con un juicio negativo, mientras que el Espíritu la saca a la luz con ternura. La ternura es el mejor modo para tocar lo que es frágil en nosotros. El dedo que señala y el juicio que hacemos de los demás son a menudo un signo de nuestra incapacidad para aceptar nuestra propia debilidad, nuestra propia fragilidad. Sólo la ternura nos salvará de la obra del Acusador (cf. Ap 12,10). Por esta razón es importante encontrarnos con la Misericordia de Dios, especialmente en el sacramento de la Reconciliación, teniendo una experiencia de verdad y ternura.” (Patris Corde 2).
✓ “En la tarde de esta vida, compareceré delante de ti con las manos vacías, pues no te pido, Señor, que lleves cuenta de mis obras. Todas nuestras justicias tienen manchas a tus ojos. Por eso yo quiero revestirme de tu propia Justicia y recibir de tu Amor la posesión eterna de Ti mismo” (Sta. Teresita).
✓ “Cuando se acoge al Dios de Jesucristo, que de rico se hizo pobre por nosotros (cf. 2 Corintios 8, 9) se descubre entonces que reconocer la propia debilidad no es la desgracia de la vida humana, sino la condición para abrirse a aquel que es verdaderamente fuerte. Entonces, por la puerta de la debilidad entra la salvación de Dios (cf. 2 Corintios 12, 10); es por su propia insuficiencia que el hombre se abre a la paternidad de Dios. La libertad del hombre nace al dejar que el verdadero Dios sea el único Señor. Esto permite aceptar la propia fragilidad y rechazar los ídolos de nuestro corazón […]
Hemos sido curados precisamente por la debilidad de un hombre que era Dios, por sus heridas. Y desde nuestras debilidades podemos abrirnos a la salvación de Dios. Nuestra sanación viene de Aquel que se hizo pobre, que acogió el fracaso, que tomó hasta el fondo nuestra precariedad para llenarla de amor y de fuerza”, (Francisco, 8/8/2018).
✓ “El difícil equilibrio del que da muestras Pablo -orgullo de su misión sin vanagloria, reconocimiento de su debilidad sin pusilanimidad- debería ser una cualidad permanente en cuantos formamos la Iglesia. Sin dejar de ser débiles, hemos recibido la fuerza de Dios. Debemos ser, por tanto, atrevidos en la proclamación del Evangelio, a pesar de nuestras propias infidelidades al mensaje que anunciamos. Cuanto más clara sea la conciencia de nuestra debilidad, más eficaz será la fuerza de Dios y más alejados nos encontraremos del estúpido triunfalismo” (S. Lyonnet).
✓ “El éxito humano es siempre peligroso, porque corre el riesgo de ensoberbercer a la persona y hacer así totalmente vana la fecundidad espiritual. Por eso es necesario que el apóstol se encuentre en condiciones que lo hagan tomar conciencia de sus limitaciones y que, al mismo tiempo, le hagan confiar en Dios” (A. Vanhoye).
✓ “En todo esto, en nuestras fragilidades y en nuestras deficiencias, así como en la actual crisis de la fe, ¡no nos desanimemos! De Lubac concluía afirmando que la Iglesia, «también hoy, no obstante todas nuestras opacidades […] es, como la Virgen, el Sacramento de Jesucristo. Ninguna de nuestras infidelidades puede impedirle ser “la Iglesia de Dios”, “la sierva del Señor”». Hermanos, esta es la esperanza que sostiene nuestros pasos, aligera nuestros pesos, da de nuevo impulso a nuestro ministerio. Remanguémonos y doblemos las rodillas (¡vosotros que podéis!): recemos al Espíritu los unos por los otros, pidámosle que nos ayude a no caer, en la vida personal como en la acción pastoral, en esa apariencia religiosa llena de tantas cosas pero vacía de Dios, para no ser funcionarios del sagrado, sino apasionados anunciadores del Evangelio, no “clérigos de Estado”, sino pastores del pueblo. Necesitamos conversión personal y pastoral” (Carta del Papa Francisco a los sacerdotes de Roma, 5 de agosto de 2023).
4. Nos preguntamos y compartimos
1. ¿Qué actitud tengo ante mis “debilidades”? ¿Las niego, disimulo o las acepto y ofrezco al Señor?
2. ¿Vivo mis debilidades y obstáculos en el apostolado como un medio para confiar más en Dios?
3. ¿He experimentado alguna vez que la fuerza del Señor se manifiesta en mi debilidad?
4. ¿Cómo hacer que la vulnerabilidad sea “trampolín” para la audacia y la creatividad apostólica?
5. Oramos: «El apostolado no es una empresa humana donde la entrega, el tacto o la inteligencia sean suficientes.
Haced, Señor, que comprenda que el total abandono a vuestra voluntad os permite obrar a través de mí. Cuando te sientas aplastado por tu impotencia, podré comenzar a obrar, por medio de ti, en las almas. Tu alma se abrirá a la verdadera vida. Una claridad nueva, hasta entonces insospechada, aparecerá en ti. Al mismo tiempo comprenderás que no puedes nada y que lo puedes todo. Algo, en el fondo de tu corazón, te dirá que puedo obrar por medio de ti…
No resistas más. Acepta realizar no solamente lo que puedes tú, sino lo que puedo yo por medio de ti. Entonces tendrás un grado de desprendimiento que hasta entonces no sospechabas». (M. LEGAUT, Prières d’un croyant, p. 222-223).
➢ Pedirle al Señor que nos ayude a “amar” nuestra debilidad y gloriarnos en ella.
➢ Pedirle al Señor que nos sea suficiente su GRACIA.
➢ Pedirle al Señor que su Fuerza se manifieste en nosotros para bien de su pueblo.
➢ Pedir la gracia de poder consolar a nuestro pueblo en medio de sus tribulacione