Homilía Te Deum 25 de mayo 2023

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40 años de Democracia  100 años del nacimiento del beato Angelelli

“PROMOVER AMPLIAMENTE LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA”

Homilía de Mons. Dante Braida pronunciada en el TE DEUM 25 de MAYO en la Iglesia Catedral y Santuario San Nicolás de Bari, La Rioja. 25/05/2023 – Textos bíblicos: 1 Cor 12, 12-30; Lc 10,25-37
1- Hoy damos gracias a Dios por nuestra Patria. Por los que llevaron adelante la gesta de mayo de 1810 que comenzó con una revolución que luego devino en sucesivos tipos de gobiernos que condujeron a la implementación de un régimen federal y democrático. Desde el inicio, en muchos de los miembros del nuevo gobierno, estuvo la mirada puesta en Dios que, desde su Buena Noticia revelada en Jesucristo, fue colmando de Vida y Valores nuestro andar como Nación. Hoy damos gracias por esos valores encarnadados en personas concretas que fueron forjando un país libre y soberano. Damos gracias por el país que tenemos reconociendo, a su vez, que falta mucho para que esta bendita tierra sea un lugar donde todos sus habitantes tengan lo necesario para nacer, vivir y crecer dignamente, para que en todos sea posible una vida plena y feliz. Por eso, también hoy necesitamos ser sensibles a las necesidades de nuestros conciudadanos y actuar con una profunda compasión que nos lleve a darlo todo por los demás. Por eso, como en tiempos fundacionales de nuestra Patria, tenemos que dejar que el Evangelio nos siga iluminando y orientando para escuchar y atender del mejor modo a nuestro pueblo.
2- En ese Evangelio que recién escuchamos a Jesús le preguntan. “Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la Vida eterna?”. O sea, cómo llegar a una vida plena y feliz… La respuesta es clara como la pregunta: AMAR. Amar a Dios con todo el corazón y con todas las fuerzas y amar al prójimo como a uno mismo. AMAR. “¿Y quién es mi prójimo?” Será la próxima pregunta. La respuesta fue dada con ese ejemplo claro y contundente de la parábola conocida como la de El Buen Samaritano. Aquel que venció la indiferencia de los anteriores viajeros y se detuvo a ayudar al hombre abatido por los ladrones, ese es el prójimo auténtico. El que lo cura, lo asiste personalmente y lo lleva a un albergue para que otros también participen y hagan algo más por él. Luego viene la pregunta de Jesús “¿Cuál de los tres te parece que se portó como prójimo del hombre asaltado por los ladrones?”; le respondió el doctor. “El que tuvo compasión de él”. El Papa Francisco en su encíclica Sobre la amistad social comenta: “Así es, la propuesta es la de hacerse presentes ante el que necesita ayuda, sin importar si es parte del propio círculo de pertenencia. En este caso, el samaritano fue quien se hizo prójimo del judío herido. Para volverse cercano y presente, atravesó todas las barreras culturales e históricas. La conclusión de Jesús es un pedido: «Tienes que ir y hacer lo mismo». Es decir, nos interpela a dejar de lado toda diferencia y, ante el sufrimiento, volvernos cercanos a cualquiera. El problema es que Jesús destaca, a propósito, que el hombre herido era un judío -habitante de Judeamientras quien se detuvo y lo auxilió era un samaritano -habitante de Samaría-. Este detalle tiene una importancia excepcional. Los samaritanos habitaban una región que había sido contagiada por ritos paganos, y para los judíos esto los volvía impuros, detestables, peligrosos… Por lo tanto, este encuentro misericordioso entre un samaritano y un judío es una potente interpelación, que desmiente toda manipulación ideológica, para que ampliemos nuestro círculo, para que demos a nuestra capacidad de amar una dimensión universal capaz de traspasar todos los prejuicios, todas las barreras históricas o culturales, todos los intereses mezquinos”. (Fratelli Tutti 81-83) Luego dirá Francisco que el único modo de construir la Fraternidad y la Amistad social es asumir esa actitud compasiva y comprometida de El Buen Samaritano.
3- Qué bueno es reconocer que nuestra Patria ha crecido y crece con tantas personas que ponen lo mejor de sí para ayudar a los demás en sus necesidades. Promover nuevas fuentes de trabajo, una educación de calidad, una salud integral, el cuidado de toda vida y los recursos naturales, promover espacios de recreación sanos y seguros, el deporte, la libertad de expresión y religiosa, son acciones que contribuyen a una vida más plena y feliz. También reconocemos que muchos habitantes de nuestra Patria viven en situación de pobreza y padecen las consecuencias de muchos hechos de injusticia y corrupción. Que los abundante bienes de nuestro país no estén distribuidos equitativamente, que el Narcotráfico avance y arrase con tantas vidas, que la inflación destruya los salarios hace que muchos estén hoy como ese hombre tirado al costado del camino a la espera de hombres y mujeres compasivos que se comprometan con su recuperación. Para responder a estas necesidades hace falta que cada ciudadano se integre a la sociedad aportando generosamente los dones y talentos que ha recibido superando toda indiferencia. Cómo decía San Pablo en la primera lectura, «hay muchos miembros, pero el cuerpo es uno solo.” Y en ese cuerpo “Dios dispuso dar mayor honor a los miembros que más lo necesitan, a fin de que no haya divisiones en el cuerpo, sino que todos los miembros sean mutuamente solidarios. ¿Un miembro sufre? Todos los demás sufren con él. ¿Un miembro es enaltecido? Todos los demás participan de su alegría.” Por eso ante las realidades que hoy tanto nos interpelan las Iglesias tenemos confiar y salir más, acrecentar nuestra misión de servicio evangelizador en todas las situaciones existenciales de la vida. También unirnos más las distintas confesiones religiosas para esta misión. La Buena Noticia que es Vida plena tiene que estar al alcance de cada habitante de esta tierra. También las distintas instancias del Estado es fundamental que trabajen con coordinación y complementación desde el gobierno Nacional al provincial, hasta todos y cada uno de los departamentos. También es vital reconocer que cada institución social, cada club, cada centro vecinal, cada escuela, cada centro de culto, cada familia, cada uno de los ciudadanos y ciudadanas que aquí habitamos tenemos algo concreto y valioso que aportar al bien de la Patria. Nadie debe quedar afuera de la participación ciudadana para vencer los males de esta época y dar fuerza a toda iniciativa que contribuya al Bien Común. Creo que el mejor modo de celebrar estos 40 años de democracia continua es promover ampliamente la participación ciudadana.
4- Estamos en un tiempo de grave crisis que si bien nos siembra incertidumbre no nos puede robar la Esperanza. Podemos recuperarnos y salir adelante. Vivamos nuestra hora, vivamos plenamente nuestro compromiso personal e institucional. Vivamos la alegría de ser argentinos y riojanos. Vivamos de la fuerza transformadora que nace del Evangelio escuchado, orado y practicado. Trabajemos juntos, mancomunadamente por una sociedad justa y en paz. Para finalizar, al celebrar en este año el centenario del nacimiento del beato Angelelli, dejemos que sus palabras toquen nuestros corazones y nos animen a seguir andando: “…la PAZ es un tesoro espiritual y son dichosos los que la construyen cada día en su propio corazón y en las relaciones con sus hermanos; la PAZ necesita hombres con valentía, hombres que se comprometan en la defensa de los débiles y en promover la causa del pueblo ayudándole a que sea protagonista; la PAZ es sabiduría, es entrega y es deber; la PAZ es felicidad: la felicidad para el hombre y para los pueblos. Cada hogar, cada barrio, cada pueblo debe convertirse en constructor de la PAZ; a la PAZ la viviremos verdaderamente cuando -como cristianos- hagamos programa de nuestra vida el Canto de María en la casa de Isabel, su prima; las Bienaventuranzas (…) y las Obras de Misericordia. Construir la PAZ es ser en la vida el Buen Samaritano del Evangelio.” (Mensaje, 01/05/1974) Así sea.