Ante la situación que estamos viviendo en nuestra Patria y particularmente en nuestra Provincia, quiero llegar nuevamente a todos reiterando lo que hemos expresado la semana pasada cuando invitábamos al diálogo sincero entre las autoridades y los distintos grupos de hermanos y hermanas que se encuentran en conflicto.
Hay que detenerse para escucharnos pacientemente. Hay que construir puentes a recorrer para encontrarnos y no dinamitarlo. Todo se puede lograr con el diálogo y todo se pierde cuando la palabra cede el paso a la violencia. Es fatigoso el camino del diálogo, pero hay que transitarlo y escucharnos pacientemente haciendo lugar a las distintas voces de los actores de nuestra vida social.
La paz es fruto de la justicia. Y procurar la justicia es una tarea que nos compromete a todos día tras día, conforme a las responsabilidades que tenemos cada uno, sean gobernantes o ciudadanos. Siempre se está a tiempo de recomenzar y volver a generar consensos en los que todos nos sintamos verdaderamente incluidos.
Nuestra Madre del Rosario de Rio Blanco y Paypaya que se alzó hace siglos como signo de paz entre los que se hallaban en conflicto nos ayude ahora también a nosotros a alcanzar hoy una paz justa y duradera.
Padre Obispo Daniel Fernández