Desde el 7 al 10 de Octubre, Chilecito vivió una fiesta de jóvenes de todas las edades, una fiesta familiar y comunitaria. Circulistas de diferentes diócesis del país en donde está presente el Movimiento Círculos de Juventud se reunieron para vivir el XII Encuentro Nacional y la XXXIII Asamblea.
Durante estos días se vivieron emocionantes momentos, como la Misa de apertura en el Cristo del Portezuelo con la presencia de asesores espirituales del movimiento, el Asesor Diocesano Padre Jorge Hilal y nuestro Obispo Monseñor Dante. La escuela Normal Superior Joaquín V. González albergó a 500 jóvenes y otros fueron recibidos en casa de las familias chileciteñas. Donde se realizó adoración Eucarística durante casi todo el encuentro.
El encuentro tuvo el sello misionero de una Iglesia en Salida, bajo el lema «Se acercó y siguió caminando con ellos”, los circulistas visitaron a los vecinos de Chilecito compartieron oraciones, devocionarios y testimonios que llenaron el corazón. Fueron bien recibidos por una comunidad que se enorgullece de ser sede de este movimiento a nivel diocesano.
No podían faltar, la chaya y el tinkunaco, la tradición y la música, en distintos momentos del encuentro. Los encuentristas pudieron conocer cómo se vive el ser Iglesia en La Rioja, el amor por nuestra cultura y la vivencia de fe en el tiempo, con la visita de la imagen del Niño de Hualco y sus promesantes, las calles de Chilecito se llenaron de color, cantos y oraciones. La Virgen del Campanario y los testimonios de los vecinos transformaron los corazones de los jóvenes. Muchos de ellos manifestaron que “sentían que el Cristo del Portezuelo los abrazaba”, “Que la Iglesia es esto, unión y alegría”, “Chilecito es hermoso, nos queremos quedar muchos días más”, y otros estaban fascinados por la organización y la fe del pueblo; “es increíble que mantengan las tradiciones y las cuiden con tanto amor”.
El encuentro finalizó con la elección de las sedes de Plenario y Asamblea del 2023 y la sede del encuentro en el 2024. La diócesis anfitriona en ese año será Catamarca. Luego se compartió la misa de Clausura en un clima de alegría y esperanza en una juventud que renueva y moviliza a la Iglesia. Es seguro es que lo compartido no se olvidará jamás, y que la amistad en Cristo es para siempre.