Jagüe es un poblado de 300 habitantes ubicado en la precordillera riojana.
Son todos muy devotos de la madre quien los bendice y los protege siempre.
La Imagen de la Virgen llegó el 22 de agosto de 1929 por una promesa que le hizo a su abuela, el circense chileno Don Juan Alarçón de Miranda. Vino desde Chile por la zona de San Juan con su circo, sus marionetas, su gente y el equipaje en 8 mulas, en las alforjas de una de ellas venía la imagen de la virgen. Llegó a tierras argentinas y comenzó a buscar en donde dejar esa imagen, en varios lugares ( Villa unión, Vinchina, Villa Castelli) le dijeron que ya había una imagen de la Virgen, siguió y una noche se detuvo en la cuesta de la Troya y admiró la belleza de las estrellas. Le habían dicho que había un pueblo cercano llamado Jagüe. Al llegar se echó la mula que traía la virgen y aunque hizo lo imposible para que siguiera no lo consiguió. Don Alarcón interpretó que esa era el lugar en donde la Madre se quería quedar. En ese pueblo que por la minería tenía más de 3000 habitantes.
Los vecinos, un pueblo minero, la recibieron con alegría y en 1933 tenían el templo listo.
En cada fiesta le bailan de frente a la Virgen los llamados chinos (esclavos) de la Virgen. Bailan al son de la flauta que da 2 notas musicales que significan la campana de entrada y de salida de la mina, llevan un ritmo y un baile maravilloso.
En su vestimenta tienen una faja que va cruzada en el pecho, es el lugar donde los mineros ponían sus elementos de trabajo, en la espalda el capacho, un pañuelo que es donde ponían el mineral. Un gorro al modo casco con espejos que simboliza la luz de carburo para iluminar el socavón minero, la flauta de caña con la que hacen la música para bailar y simboliza lo que ya dijimos más arriba y el bombo de cuero que es la chancada del mineral.
Esta festividad de la virgen de Andacollo en Jagüe es la tercera más importante en la provincia. Todos se unen para celebrar a la madre cada 26 de diciembre.
Ariel Barrera, vecino de Jagüé