En el Hogar de Cristo cada día es Navidad
Allí la vida se espera como viene, se la recibe, se cuida, nace y renace
Producción y publicacón: Área pastoral de Comunicación Digital y Prensa, Diócesis de La Rioja
La peregrinación de la Virgen de Lujan por el país pasó por La Rioja en donde funcionan 3 Hogares de Cristo. El Padre Pepe Di Paola, mentor y acompañante de ellos, nos dejó sus reflexiones. En tiempo de Navidad nos vienen bien sus palabras porque en los Hogares de Cristo, como su nombre lo dice, se recibe la vida como viene de igual modo que María y José recibieron a Jesús. Cada uno de los jóvenes es considerado Cristo y se le da un Hogar.
A continuación sus declaraciones junto a Nicolás y Víctor, dos jóvenes recuperados:
Como Hogar de Cristo y como curas villeros nos sentimos partícipes de esta Iglesia.
Hace casi 20 años varios curas que teníamos nuestras parroquias en la Villas hicimos una propuesta respecto a la droga basada en dos ejes: Prevención y Recuperación. Ambas propuestas tienen en cuenta el territorio, los curas vivimos en esos barrios y sabemos la vida de todos. Para llevar adelante los dos ejes se puso el foco en las capacidades de los jóvenes en las capillas, clubes y colegios como círculo virtuoso, generar un impacto en la tarea pastoral desde lo que ya está.
Los clubes tienen que responder a las propuestas de inclusión, las instituciones no tienen que profesionalizarse, no cerrarse en la misma institución de modo de generar una elite.
Nuestro obispo, el entonces cardenal Bergoglio, se sintió en sintonía con los curas de las Villas y por eso nos apoyó desde el inicio.
A la realidad hay que mirarla desde las periferias, para que esas periferias transmitan sus realidades al centro. Ver, considerar a los chicos adictos como feligreses nuestros, con esa mirada nace en 2008 el Hogar de Cristo. Formalmente lo hicimos en el jueves santo de ese año con el lavatorio de los pies a chicos adictos que realizó monseñor Bergoglio. Así empezamos con mucho corazón y poco conocimiento.
La comunidad es la que ayuda a la recuperación de las personas. El Hogar de Cristo es parte de la comunidad en donde el adicto encuentra la posibilidad de recuperarse. Tenemos profesionales que asisten pero fundamentalmente es la comunidad. El profesional es uno más de ellos. Están las madres, los que cocinan, los que ayudan en la granja, el cura. En los comienzos les pedimos a los chicos que escriban el nombre de la persona más importante en su recuperación. Dijeron Rufina y Valerio que era el matrimonio que vivía con ellos. El amor que pone la comunidad es lo que sana.
15 años después tenemos 150 centros en todo el país. Es una propuesta simple que se puede adaptar en cualquier parroquia.
La nuestra es una noticia de esperanza donde miles de jóvenes celebran la vida.
Francisco nos pidió recibir la vida como viene, cuerpo a cuerpo en donde los acompañantes pares se ponen al hombro a sus compañeros para sacarlos adelante.
Nicolás, uno de los jóvenes peregrinos, pertenece a la Parroquia Virgen del Carmen de Ciudad Oculta y nos cuenta que hace 5 años que no consume, lleva 4 acompañando a otros jóvenes y 3 como parte del Hogar de Cristo. Nos enseña que hay que acompañar la problemática de la adicción y el dolor que ocasiona en todo el entorno. Dios se presenta concretamente en las personas e invita a una mirada más importante hacia la sociedad a la que todos formamos y todos somos importantes. Por su parte, Víctor cuenta que llegó al Hogar para vivir con dignidad luego de consumir cocaína, tener un ACV y querer acabar varias veces con su vida, el Padre Tono y el Padre Pepe le enseñaron a subir la montaña de la vida y a valorarla, a decir que puedo salir de la droga. Que la recuperación es ayudar al que está caído.
En la tumba de Monseñor Angelelli dejamos una declaración de Derecho Humano a vivir sin droga. En cada lugar de la Peregrinación hemos dejado algunos hitos, por ej. en Tucumán en la Casa Histórica hicimos un acta en donde declaramos la independencia frente a la esclavitud de la droga, no queremos #niunpibemenosporladroga, queremos esta independencia para nuestro país. No estamos a favor de la legalización de la droga ni del aborto. Las drogas arruinan la vida.
En La Rioja quisimos llegar a la tumba de Angelelli y declaramos que como parte de los Derechos Humanos se debiera incluir el derecho a crecer sanamente, no sólo en la letra, también en la realidad. Buscamos despertar esperanza, conciencia y consuelo, llegar a todas las provincias con un mismo lema: Ni un pibe menos por la droga.
Los 3 poderes gobernantes, la Iglesia, la educación no pueden dejar de mirar esto. Rezar y transmitir la buena noticia de que las tres C: Colegio, Club y Capilla son un camino de prevención y recuperación.