Deseo una Iglesia en salida con metodología creativa

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 Erika Aldunate, nació en La Paz, Bolivia. Su trabajo es ser formadora en la Universidad Católica y en un Centro de formación de laicos llamado Ceprolai. Pertenece a los pueblos originarios y es Madre Sinodal representando a su país. Es una de las 6 mujeres Latinoamericas en el Sínodo.

Nos regaló al Área de Comunicación de La Rioja sus apreciaciones sobre su vocación, su país y sobre el Sínodo.

Vocación Laical y Madre Sinodal

Como laica siempre tuve claro que mi vocación es eso, ser en el mundo porque siempre se me ha inculcado que el Bautismo te consagra como profeta, sacerdote y rey. Nuestro bautismo es ya una vocación.

Llegué a ser madre sinodal porque me invitaron a la etapa continental en Ecuador y pude servir como secretaria de mi grupo y conversando con muchas personas, se fijaron en mí por esos dones y por mis estudios en Roma sobre Teología Dogmática durante 2 años y en Alemania 6 años en un doctorado en Historia de la Iglesia.

La Iglesia Boliviana

Es una Iglesia muy linda. Somos mayoritariamente indígenas de 34 pueblos diferentes con diversidad de lenguas y culturas .Prevalece la religiosidad popular, la fe de la gente firme, sencilla. También hemos recibido muchos misioneros de todas partes del mundo que nos han ayudado a entender a un Dios cercano, sencillo que ama a los pobres, que valora lo que somos, lo que hacemos.

Siempre se nos ha promovido ser sensibles a la realidad, a vivir fe y vida de modo conjunto y no de modo paralelo. Bolivia es un país muy bonito, muy creyente, sufre mucho también la injusticia, hay muchos problemas sociales pero en medio de eso es muy creyente.

Los dones de la Iglesia Boliviana

Mi iglesia aporta al sínodo la religiosidad popular que ha mantenido al catolicismo firme no sin problemas en las relaciones Iglesia-Estado. La iglesia tiene mucho peso porque tiene credibilidad, siempre ha estado mediando en conflictos sociales. Tiene figuras proféticas como el padre Luis Espinal, muchos pastores evangélicos porque siempre hemos tenido un ecumenismo de base, hay mucha gente que sobresale en este sentido. Es un aporte importante al sínodo porque habla de una Iglesia pueblo de Dios, ecuménica que camina junto con todos y aporta también mucha juventud. Bolivia tiene muchos jóvenes que creen a su manera, que bailan cuando es la Virgen del Socavón, peregrinan, hacen caminatas a la Virgen de Copacabana. La pastoral juvenil está encarnada en la realidad.

Erika en la sala Pablo VI en donde se desarrolla el Sínodo

La cosecha del Sínodo para la Iglesia de Bolivia

El sínodo le aporta a la Iglesia Boliviana la necesidad de formación, sobre todo del laicado, la formación de laicos es un tema muy fuerte en Bolivia, seguramente se darán indicaciones más completas por dónde debe ir la formación del laicado, los seminarios, obispos, catequesis, apostolado laical. Es lo más fuerte del sínodo junto con valorar el bautismo como principio de corresponsabilidad y de servicio de parte de todos en una colaboración mutua.

Temas prioritarios

La Formación con metodología creativa, con una iglesia en salida que va al encuentro del que se ha ido, del caído. Con ellos hemos usado la metodología del teatro, la educación popular con una formación no tan racional sino más bien en una formación más del corazón, más artística, la música, el teatro,  los comics, la actividad en redes sociales las dinámicas nos han ayudado a llegar a los jóvenes y a los niños para socializar los temas.

Palabras Finales

Hagamos del sínodo de la sinodalidad una formación permanente, nosotros que hemos venido al sínodo y somos testigos de este evento no podemos dejar de socializarlo. Lo que hemos testificado, lo que hemos observado y escuchado aquí nos ayudará en que nuestros países y comunidades lo podamos compartir.

¡Gracias Érika! ¡Bendiciones para tu vocación y tu misión!