Bendita la crisis que me hizo crecer

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El domingo siguiente a la Pascua, la Iglesia celebra la Fiesta de la Divina Misericordia, con el propósito de hacer llegar a los corazones de cada persona el mensaje de que Dios es Misericordioso y nos ama a todos. Es por ello que queremos compartir un testimonio de Dios misericordioso en la vida de Karim, una joven catamarqueña, quien actualmente estudia medicina en La Rioja y vive en la residencia de Universitarias del Hogar del Carmen de las Hermanas Dominicas de San José, donde además es voluntaria y se encarga de brindar momentos de recreación a las nenas.

 

Karim abrió su corazón para contar su propia historia, y emocionada comenzó con esta frase: “Bendita la crisis que me hizo crecer.” En el año 2016, ella perdió un embarazo junto a su pareja, esto le afectó mucho emocionalmente, al punto de no encontrarle sentido a su vida, se sentía vacía y a pesar haber invertido dinero y tiempo en terapia, Kari no lograba aceptar lo vivido, no podía tener un día sin esa angustia que amarga y paraliza la vida, que impide ver un futuro. Tanto fue el dolor que transcurrieron dos años hasta ver la luz. Un domingo su novio le propuso ir a misa juntos (celebraba el P. Jorge Hilal recuerda Karim) y al finalizar se hizo la convocatoria para la Confirmación de adultos donde su novio la alienta a anotarse, ya que aún no la había realizado. En ese momento ella no practicaba la fe ni la vida en la Iglesia como lo hace hoy.

“Pasó el tiempo y decidí inscribirme sobre la hora, por suerte había cupo, pero seguía pensando, ¿qué voy a ir a hacer ahí? Me generaba incertidumbre… Empecé a ir con los chicos de Evangelización Dos mil y ahí es como yo siento que Dios en su mirada de Padre, ésta gracia que él tiene de ver nuestro dolor, busca la manera de ir solucionando e incluso de manera que no comprendemos, con el paso del tiempo me di cuenta de todo lo que me había dado y como fui resignificando mi historia con mi vida de Fe, por algo me puso en este lugar (Hogar del Carmen), no es que yo tenía gente conocida de la Iglesia para llegar hasta aquí, si no que todo se fue dando de manera eslabonada como un efecto dominó después de la Confirmación. Empecé a ir a retiros, conocer gente de grupos juveniles. Y una chica conocida que vivía en el Hogar me contó sobre la posibilidad de vivir aquí. Cuando me vengo a vivir al Hogar, comencé con el voluntariado con las nenas.»

«A partir de esta situación puntual que me tocó vivir, empecé a abrazar la cruz y besarla, porque fue la puerta que me hizo ver el trasfondo, toda la Gracia que Dios tenía para mi vida, fue como una cascada de cosas que fueron surgiendo después de hacer la confirmación, obviamente la fe no es lineal tiene altibajos, camino pantanoso, llano, ripioso, hay momentos así, pero se fortaleció tanto el vínculo con Él, que hoy me doy cuenta cuando me falta, es como cuando tenés sed y vas rápido a buscar agua porque necesitas saciarte.»

«La misericordia en mi historia personal fue pasar por esta situación de dolor, para que pudiera verlo, porque si no mi vida hubiera seguido de manera superflua. Hoy tengo una mirada más profunda de las cosas, el servicio, la misión, la tarea con las nenas (del hogar) me ayudó a sanar esa perdida, viendo en ellas lo que yo puedo dar, desde el amor y el cariño que por ahí antes no había podido brindar.»

El mensaje que nos deja Karim, es que, en los momentos de mayor dificultad, oscuridad, en la soledad, en la incomprensión allí está Dios y que en los momentos de muerte luego surge un renacer, una resurrección.

Te agradecemos Karim, por este gran testimonio de fe que regalas a otros jóvenes y rezamos para que otros hermanos se dejen abrazar por este Dios lleno de AMOR Y MISERICORDIOSO.

¡Abrí tu corazón y  dejate misericordiar por Dios!