Acampada Decanato San Juan – La presencia de la Familia

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La Acampada del Decanato San Juan Evangelista fue un hermoso encuentro entre los jóvenes y Jesús. Para lograr este objetivo Jesús tuvo muchos cómplices, gente buena que prestó servicio desde el apoyo, la oración y la cocina, que hicieron sentir el amor que Él les tiene desde el trabajo silencioso y oculto.

Coversamos con Teresa, Jefa de cocina y con Natalia, mamá de uno de las chicas que participó.

La cocina estuvo integrada por padres y madres de la Parroquia de Aimogasta, quienes durante los 3 días se dedicaron a hacer comida con sabor a familia y no midieron esfuerzos ni horas de descanso, teniendo claro el objetivo de servir con cariño y alegría a los jóvenes.

Teresa, la jefa de cocina nos cuenta que son 10 personas en este servicio y el menú consistió en unas 125 pizzas, varios kilos de arroz a la valenciana, hamburguesas con papas y sándwiches de milanesa. Un menú que necesitó dedicación especial considerando que fueron más de 200 personas. ¡y todo muy rico!

Teresa agrega que lo hacen de todo corazón, por amor al Señor. Damos esa mano para para ayudar a los chicos, para que los chicos y que tengan esa experiencia que tanto uno necesita.

El mensaje que les quiere dejar es que sigan mucho a Dios, a nuestro Señor, Que nunca falla, que siempre está, siempre está.

Que se animen y que vengan a vivir esta experiencia tan linda, el encuentro con Jesús.

Al hablar con Natalia Fernández de la Pquia Inmaculada Concepción de Aimogasta nos cuenta que está en la acampada acompañando a su hija que está por hacer la confirmación.

Dice que lo que más se vio y agradece es el carisma del padre Miguel con los chicos y catequistas. Eso se demuestra en los cursos que participan los chicos. Todos van, ninguno falta. A los chicos les gusta mucho participar del curso de confirmación. Ahora para el 8 de Diciembre, día de nuestra patrona, de la Inmaculada Concepción, los chicos confirmaran su fe en Dios por el Espíritu Santo.

Siento una emoción muy grande como madre. A mí me gusta leer el Evangelio, comprenderlo y compartirlo y en eso siempre insisto. Eso lo transmito a mi hija y a todos. Me encanta y emociona ver a los chicos y se lleven lo más preciado de Jesús.

Me gustó mucho la charla de Leo y lo que nos dijo a nosotros, los padres. Lo que más me quedo de esa charla fue el decirnos que los comprendamos a nuestros hijos porque son etapas de ellos. No es que no nos quieran y nosotros no lo queramos, sino que el tiempo (el darse con el hijo, el preguntarle que lo que le pasa) del padre para los hijos es lo más valioso que hay.

Tengo un testimonio muy lindo de casa en la cual ninguno estaba acostumbrado a bendecir la mesa. Un día empezamos a bendecir y eso empezó a cambiar nuestras vidas. Todo está en creer en Jesús y con Él se puede.

Me lloré toda la misa y me llevo lo mejor porque veo a la mayoría de los compañeros de mi hija del secundario parroquial y verlos a los chicos juntos es una emoción grande.

Les diría a los jóvenes que crean en Jesús que se encuentra presente en el Santísimo Sacramento.

¡Gracias Familias por dar calor de padres y madres a nuestros jóvenes!