14 de abril- Misa de la Cena del Señor- «COMO JESÚS, SE TRATA DE AMAR Y SERVIR. SIEMPRE»

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Queridos hermanos y hermanas:

  • “Sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, él, que había amado a los suyos que quedaban en el mundo, los amó hasta el fin”, nos decía el Evangelio.

Hoy nos acercamos a Jesús que en la última cena abre su corazón de par en par a sus amigos, lo hace en un clima familiar, de intimidad, para enseñarles el sentido profundo de lo que Él vino a vivir con la humanidad, para manifestarles cuánto Dios ama a toda la humanidad. Es la hora de la pascua, o sea, del paso de este mundo al Padre. Es la hora del mayor amor.

Él, que había pasado la vida ‘haciendo el bien’, ahora la entregará totalmente para salvarnos y para manifestarnos su amor y enseñarnos cómo vivir también nosotros de un modo pleno la vida.

Por eso al tomar el pan en sus manos dice: “Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía”.  Jesús anticipa de un modo sacramental la entrega de su vida en la cruz y nos revela el sentido de la misma. Así, al dejarnos la Eucaristía nos revela que entrega su cuerpo y derrama su sangre, o sea toda su vida, por la humanidad de todos los tiempos, para restablecer una Alianza de amor entre todos los hombres con su Padre.

Así, lo primero que debemos hacer para seguir el camino de Jesús es dejarnos amar por él, dejarnos enseñar por Él, dejarnos servir por Él. Jesús vino a ayudarnos, a fortalecernos, a guiarnos. Dispongámonos siempre a estar con Él, a escucharlo en su Palabra, a dejarnos lavar de nuestras faltas, y a dejarnos fortalecer en nuestras debilidades. Sí, Él quiere que vivamos bien la vida, dejémonos amar y servir por él. Acudamos a Misa a recibir la Eucaristía que allí está toda su presencia viva, llena de amor, siempre dispuesta a llenar nuestros corazones y darle sentido a nuestras vidas.

  • Con el ejemplo del lavatorio de los pies, Jesús nos pide que lo contemplemos y lo imitemos: “Si yo, que soy el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros. Les he dado el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo hice con ustedes”

Así como es indispensable dejarnos amar por Jesús, es vital amar como él. Para ello es necesario aprender a contemplar las necesidades de nuestros hermanos y las de la sociedad. Jesús quiso quedarse entre nosotros de un modo particular en cada persona necesitada. Allí está el presente y esperando nuestra ayuda y amor. Pero también quiso quedarse presente en cada persona que sirve como lo hizo el Buen Samaritano, entregándose por el que está ‘tirado’ al costado del camino.

Vivir el Evangelio es amar y servir. Solo podemos construir una verdadera hermandad entre las personas cuando estamos dispuestos a servir a los demás en toda ocasión… y nunca servirnos de ellos o buscar dominarlos para sacarles provecho. La Iglesia y cada creyente vive para servir a los demás. Creer en Dios es amar y servir como lo hizo él.

Desde el lugar que cada uno ocupa, desde las responsabilidades que hemos asumido en la vida tenemos que servir a los demás. También tenemos que hacerlo en aquellas situaciones imprevistas que nos ponen de cara a alguna necesidad.

  • Hoy estamos atravesando en un tiempo donde se agudiza la crisis económica que hace que muchas familias padezcan sus consecuencias. Hace unos días decíamos con el Consejo de Pastoral y la pastoral Social: “vemos con preocupación las dificultades para encaminar la economía de nuestro país. El aumento de los precios en forma constante, particularmente en los alimentos de consumo familiar, la falta de control de los mismos, los magros ingresos -que afecta también a un sector importante de jubilados- es una expresión de la inestabilidad en la que estamos sumergidos.”[1]

Pero ante esta realidad también reconocemos que estamos ante una oportunidad grande de buscar una salida mejor. En ese mensaje también decíamos: “Creemos que este es un tiempo para cambios profundos, que nos conduzcan a la construcción de una sociedad donde todos sus habitantes tengan los recursos suficientes para cubrir sus necesidades básicas. En este sentido nos dice el papa Francisco: «La gravedad de la situación actual exige una responsable toma de conciencia de todos los actores sociales” …Por eso es que hacemos un llamado a todos los sectores sociales a hacer aportes para una solución justa que contribuya a la paz social y deje de lado toda especulación egoísta que acreciente el individualismo y la indiferencia al sufrimiento del prójimo, y trabajemos juntos teniendo en cuenta, de modo particular, la distribución equitativa de la riqueza”[2]

  • Querida comunidad, en este Jueves Santo, al celebrar la Cena del Señor en la que Él nos invita a vivir a pleno la vocación de servicio que implica nuestra fe, dejémonos tocar en lo más profundo del corazón por su presencia y llamado al servicio.

Somos necesitados del Amor de Dios y somos portadores de ese Amor para buscar un nuevo rumbo en el mundo en que vivimos.

Que el lavatorio de los pies que ahora vamos a revivir nos sensibilice y nos anime a tomar la vida como servicio y, desde allí, construir verdaderas fraternidades, una sociedad más justa y equitativa. Así sea.

[1] Consejo de Pastoral Diocesano y Pastoral Social. “Aportes y Compromiso ante la situación social actual”. La Rioja, 09 de abril de 2022. http://diocesislarioja.org/aportes-y-compromiso-ante-la-situacion-social-actual/

[2] Ídem