Sanagasta en el idioma de los pueblos originarios significa pueblo del Río de las Piedras. Caminando por la villa no está mal sentirse niño y pensar que se camina en medio de dinosaurios porque en ese lugar hubo una gran población de esos animales. Actualmente hay un área protegida que conforma el Parque Geológico hacia el norte de la ciudad.
También el valle fue lugar propenso para los pueblos originarios que fueron narrados por Joaquín V. González en el libro “Mis montañas”, siendo el indio Panta el protagonista de uno de sus capítulos.
Sanagasta es muy apreciado por su tranquilidad, sus calles que comienzan literalmente al pie de las montañas están trazadas debajo de glorietas de álamos, sauces, nogales. La gente es cálida, muy religiosa, devota de la Virgen de la Merced y sumamente afectuosa con los turistas.
Nadie puede perderse este lugar en donde cada rincón está pintado de belleza…como sanagasteño me gusta mirar los cactus quienes como una mano gigantesca, parecen arañar el cielo.
Por Jorge Romero