De visita en la Rioja por el Encuentro Social y la Feria del Libro, Luis Baronetto, gran estudioso de la vida de Monseñor Angelelli y su época y fundador de Tiempo Latinoameriano, amablemente accedió a responder a nuestras preguntas.
Por qué si usted se llama Luis Miguel ¿le dicen Vitín? simple curiosidad mía.
Porque tengo una hermana mayor 2 años más que yo, y no podía decir Luisito decía Vitito y después se degeneró el nombre, pienso que solo el nombre.
Claro, los sobrenombres de los hermanos mayores.
Le pido 3 ideas claves para vivir y, pero más que para vivir, para cuidar la democracia que supimos conseguir. Sobre todo, destinada a las jóvenes.
Yo creo que, especialmente desde los jóvenes, hay un camino, un triple camino que yo hoy no lo expuse, pero marca la posibilidad de llevar a la realidad lo que nosotros decimos, el proyecto de las bienaventuranzas, en realidad, es el proyecto de una democracia con protagonismo de la gente este para leerlo desde otro lado, no desde el lado de la fe.
Y me parece que es el camino de la justicia, Santo Tomás de Aquino pone muy claro esto de la convivencia ciudadana, y pone allí una cosa que remite al texto de los hechos de los apóstoles, corresponde a la política, al legislador, él dice en ese momento a el rey, o el señor feudal, le corresponde hacer que las cosas que son de uno sean de todos (Santo Tomás de Aquino). Y me parece muy importante esto, 1200 años atrás.
O sea, que la línea de la de la justicia debería ser esa, pero no se puede construir la democracia, que cuyo objetivo debería ser principalmente ese, para que pueda haber libertad y paz, sino se hace el camino de la solidaridad. El camino de la solidaridad es el camino de creer que el otro es necesario, que el otro es persona, no que yo lo ayudo porque soy bueno, sino que el otro es en todo caso, el que me demanda mi obligación.
Y en ese creer en el otro, creer en el pobre hace a la construcción de la solidaridad real. La solidaridad que implica, no tanto dar un 1 kg de azúcar, sino que significa construir entre todos como hermanos, para lo cual hace falta; la conversión, la reconciliación y la unidad popular.
El tema de la conversión, porque nosotros está incluso en el Evangelio y la corrección fraterna, pero nosotros siempre tendemos a descalificar al que está a la par, y eso nos exige la conversión y la reconciliación, que es la capacidad de perdonar, la capacidad de perdonar este, porque lo que nos separa no son cosas de fondo, a veces son fobias.
Y yo lo critico bastante, sobre todo en los ámbitos políticos, poniendo, por ejemplo, también en los ámbitos cristianos de las comunidades cristianas, donde uno se mira feo con el otro por cosas que no hacen a lo esencial y entonces así ¿quiénes se aprovechan? y se aprovechan, los que los que no necesitan discutir mucho porque tienen de todo.
Entonces los que más necesitan son los que más nos dividimos y para combatir la división y construir la unidad popular de la Comunidad hace falta la reconciliación y la conversión, por último, me parece que hace falta este contar con mística. ¿Por qué? Porque la mística. Es esa fuerza. Mística es una palabra que también viene del griego, que significa lo que está oculto. Es eso que está oculto y que te empuja, yo lo asimilo a la mística con el Espíritu Santo porque es ese empujón que uno no sabe de dónde viene, no se materializa, no lo palpas, pero lo sentís.
Entonces me parece que hay que construir con mística, sí nosotros no creemos en lo que pensamos, en lo que sentimos, es más cómodo vivir después de otra manera.
Una segunda cosita en este momento electoral de Argentina, este momento democrático en ese contexto concreto, usted habló de traspasar los muros, de muchos tenemos que traspasar. ¿Qué muros claves tenemos que traspasar?
Y bueno, ahí hay mucho por hacer, pero yo diría que un muro que hay que traspasar, que no es fácil un poco, alguien preguntó sobre este tema es cómo hacer que las instituciones, con poder parciales, todo el mundo tiene poderes parciales, los partidos políticos, los sindicatos, las iglesias, las corporaciones empresariales, todos tienen poderes locales, entonces yo creo que hay que traspasarse los muros institucionales entre unos y otros, porque es interesante.
Angelelli dice en el primer texto que yo leí hoy justicia y encuentro. O sea, claro, hay que partir de que estamos de acuerdo en que hay que construirla la justicia y ahí a lo mejor alguno queda fuera, pero por lo menos los que creemos que es posible la construcción del encuentro hay que hacerlo atravesando los muros.
Enlace de su disertación en el Encuentro Social del NOA: http://diocesislarioja.org/encuentro-social-noa-disertacion-de-luis-baronetto-sobre-la-pastoral-de-angelelli/