Homilía Mons. Dante Braida -Votos perpetuos Hermanas Dominicas de San José- (Córdoba, 19/03/22)
Queridas Hermanas Mercedes de Santo Domingo, Jéssica del Corazón de Jesús y Fernanda de María Queridas hermanas de la congregación
Queridas Familias
- Con alegría celebramos la fiesta de San José en la que harán su profesión perpetua tres hermanas Alegría de ellas, de la congregación y de toda la Iglesia. Pero sobre todo alegría de Dios que ve en este Sí su amor correspondido. Si, Dios se alegra cuando uno de sus hijos e hijas le entrega totalmente su corazón y lo sigue con fidelidad. Es la alegría de Dios cuando su servidor José escucha su Palabra y la obedece comprometiéndose con ella. «José, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo…» Al despertar –dice la Palabra-, José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado.” Y así, en él se cumple la promesa de Dios a David: “Tu casa y tu reino durarán eternamente delante de mí, y tu trono será estable para siempre.” Dios es fiel y la dicha de sus discípulos está en corresponder a ese amor fiel, siendo fieles a sus designios.
Nuestra fidelidad también hoy se da en la escucha de su Palabra y en una respuesta generosa a su voluntad. San José a lo largo de toda su vida irá llevando a delante su misión en distintas circunstancias, muchas de ellas adversas. Pero siempre confiando en Aquel que lo guiaba. La constante era estar atento a lo que el Señor le iba manifestando a cada momento e ir respondiendo con decisión y valentía.
Queridas hermanas, al consagrarse a Dios en un vínculo perpetuo será necesaria esta actitud de José, escucha permanente de su Palabra y respuesta oportuna en las variadas situaciones que se presenten. Por eso en una consagrada tiene que ser prioritario el tiempo orante, el cultivo de una intimidad creciente con el Señor. Desde allí brota la fidelidad para aclamar con el salmista: “Cantaré eternamente el amor del Señor, proclamaré su fidelidad por todas las generaciones.”
- El amor fiel está llamado a ser fecundo, a engendrar vida y a dar vida. Sí, una vida plena es fruto de una alianza sólida y duradera con el Señor.
A través del R. P. Reginaldo Toro Dios les ha dado un carisma para dar mucha vida y desde allí “servir a Dios, suavizando las dolencias de la humanidad y trayendo almas al rebaño del Señor por innumerables medios”.
Sí, un gran y necesario carisma les ha dado el Señor: Suavizar las dolencias de la Humanidad. Hoy el papa Francisco, fiel al camino de Jesús, con muchas palabras y gestos nos impulsa a vivir la misericordia y nos ‘empuja’ a la cercanía de los descartados. Nos dirá: “En el pobre, en efecto, la carne de Cristo «se hace de nuevo visible como cuerpo martirizado, llagado, flagelado, desnutrido… para que nosotros lo reconozcamos, lo toquemos y lo asistamos con cuidado”. “La opción por los pobres debe conducir nos a la amistad con los pobres” (DA 398). La Iglesia, inspirada en el Evangelio, ha hecho una opción preferencial por los pobres, débiles y sufrientes. Como consagradas tienen que ser un signo claro y elocuente de esta opción. Cada centro educativo, cada hogar, cada casa tiene que ser un lugar donde arde este amor misericordioso de Dios para con los últimos siempre dispuestas a salir, con espíritu misionero, a todas las periferias. Ese amor siempre atrae, convoca y envía a la misión permanentemente animándonos a seguir trayendo almas al rebaño del Señor por innumerables medios como dice nuestro Padre Reginaldo.
- La vida fraterna es un lugar privilegiado para vivir este amor misericordioso. Queridas hermanas ser fieles a Dios es también ser fieles a caminar con otras hermanas, a quererse, respetarse y acompañarse en todo momento para que juntas puedan ser testigos de su
En este tiempo en que buscamos acentuar la dimensión sinodal de la Iglesia es imprescindible comprender y trabajar para caminar juntos en la Iglesia con otros grupos, espacios, carismas. Aislados siempre nos empobrecemos y la fidelidad se debilita. En el caminar con otros todo renace y se fortalece… aunque cueste muchas veces.
En una Iglesia sinodal todos sus miembros caminan juntos corresponsables con su misión evangelizadora. Este caminar, a su vez, se da en un lugar concreto, en una Iglesia particular. En las diócesis donde están sirviendo tienen que ser parte activas de esa red sinodal que se teje con todos los carismas presentes y con todas las personas del territorio. Las vocaciones también nacen y se disciernen en un lugar concreto, caminando junto a otros. En cada una de ustedes la vocación fue surgiendo en una comunidad concreta donde fueron conociendo este carisma, esta familia religiosa dominicana. En las Iglesias particulares brillan todos los carismas, cuanto más integrados estemos más se puede servir desde el propio y la presencia de una Congregación Religiosa es siempre una luz enorme que brilla para el bien de todos.
- Queridas hermanas la frase inspiradora que han elegido para esta profesión solemne nos habla de ese vínculo que sostiene toda Vida Consagrada y al mismo camino sinodal: “Mi amado es para mí y yo para mi amado”. La amada sueña con un amor de entrega total, sin límites. A su vez el Amor busca ser Al amor recibido de Dios nos hay otro camino que corresponder amándolo totalmente a Él y amar especialmente a quienes Él más ama, a los pequeños. Y eso es fuente de Vida Plena. Sí, el Señor nos creó para una Vida Plena, para la Felicidad eterna. La vocación y misión de una consagrada tiene que ver también con testimoniar el Amor que caracteriza al Reino Dios reflejando el destino de felicidad que tiene cada vida humana. En la amistad con el Señor, cultivada día a día, y en la entrega generosa en el carisma recibido se irá expresando esa felicidad que, en esta tierra, siempre se manifestará en medio de dificultades y espinas, en medio de las cruces que también son un don que nos hacer crecer.
- Queridas hermanas Antonella y Jessica hoy ustedes renuevan sus Hacerlo significa claramente que van recorriendo un camino de maduración. La Vida Consagrada no se improvisa, es necesario este proceso en el que ustedes vayan creciendo en el vínculo con Dios y en la vocación recibida. Gracias por este SI y por la entrega en esta etapa de la formación. Fuerzas y adelante en este bello camino!
Querida hermana Mercedes de María, damos gracias contigo por estos veinticinco años de Vida Consagrada. Ellos hablan de fidelidad y perseverancia, de servicio constante y entrega cotidiana. Pero sobre todo hablan de un Amor al Señor que fue forjándose en diferentes etapas. Gracias por tu perseverancia y que el Señor siga realizando en ti la obra que ha comenzado.
Finalmente quiero agradecer a las familias de donde provienen ustedes, agradecer por la vida allí recibida y por cada uno de sus miembros. También agradecer a las comunidades donde se fueron formando y donde maduró y creció su vocación. A todos gracias de corazón y que el Buen Dios recompense la generosidad de ustedes.
Que nuestra madre María las cubra con su manto para que el amor de Dios sea fecundo en Ustedes como lo fue en ella.
Que san José las cuide e interceda por ustedes para que siempre estén atentas, como él, a la voz de Dios y dispuestas a seguirla fielmente.
Que nuestro padre Reginaldo siga siendo esa luz diaria para que sean fieles al carisma recibido sirviendo con generosidad a sus hermanos.
Así sea.