“Vivir de la Palabra para servir a la Palabra”
(Homilía Mons. Dante Braida – Parroquia Señor del Milagro, La Rioja, 17/10/2021 a las 20.00, en la institución de ministerio del lectorado del seminarista Alexis Rosales)
1- Fuimos convocados hoy para celebrar el domingo, día del Señor. Celebrar la eucaristía y escuchar su Palabra, en este día en que el seminarista Alexis Rosales recibirá el ministerio del Lectorado. Será constituido ‘Servidor de la Palabra’.
Para ser servidor de la Palabra hay que vivir de la Palabra, leerla, meditarla, asumirla como estilo de vida y, con la gracia de Dios, dejarnos configurar por ella.
Jesucristo es la Palabra de Dios hecha Carne. La Palabra que asume nuestra naturaleza humana para manifestar la salvación de Dios a toda la creación. Las Sagradas Escrituras nos revelan a ese Jesús que vino a salvarnos, a darnos ‘Vida y Vida en abundancia’ y nos ayudan a entrar en diálogo de amistad con Él.
2- Hoy el Evangelio nos presenta a los Apóstoles aprendiendo de Jesús en un diálogo franco y cercano con Él en el que, dos de ellos, Santiago y Juan, le plantean una cuestión muy particular: le piden sentarse uno a su derecha y el otro a su izquierda en su Reino. Los otros diez, a su vez, se indignan contra ellos por ese motivo. Jesús se da cuenta y, con mucha paciencia, se vale de esta situación para hacerles comprender verdaderamente en qué consiste su Reino.
En ese diálogo Jesús les plantea si están dispuestos a seguirlo hasta a dar la vida (beber de su cáliz) y luego les expondrá el valor de la humildad y el servicio para participar de su Reino y tener una vida plena.
Destacamos el ambiente de diálogo y compartir en el que se da el seguimiento de Jesús en los discípulos y también en nosotros. Un diálogo en el que Jesús ESCUCHA atentamente aunque el planteo esté teñido de cierta ambición, o búsqueda de privilegios en el primer caso, y de cierta envidia o celos en los demás.
Con Jesús tenemos que dialogar de todo lo que hay en nuestro corazón: deseos, problemas, proyectos, pecados, sueños. Y cómo Él nos escucha también nosotros tenemos que ESCUCHARLO atentamente. Y en ese diálogo orante ir fortaleciendo la amistad con él descubriendo qué pasos tenemos que dar en la vida.
Hoy nos invita a reconocer en nosotros esas actitudes que dañan la vida comunitaria y valorar aquellas que la construyen como lo es el servicio mutuo cómo estilo de vida.
3- Querido Alexis, en las Sagradas Escrituras tenemos nuestro PAN de cada día. de ese Pan tendrás que alimentarte cada día junto con todo el Pueblo de Dios, para que tu vida se configure más con la de Jesús y pueda ser un reflejo claro de su presencia.
En un cristiano lo primero que se espera es su testimonio, su vida coherente con la fe que profesa. Sabemos que esto es obra de la Gracia de Dios pero que necesita de nuestra disposición, de nuestra docilidad a ella. Por eso Orar con la Palabra es clave, tanto de modo personal como comunitario, y escuchar la Palabra de modo especiales con el Pueblo Dios en la Eucaristía.
El Seminario te ha ido ayudando a profundizar en la Escucha de la Palabra y en el estudio de las Sagradas Escrituras. Profundizar este camino será una tarea diaria y de toda la vida.
Aprovecho en este momento para agradecer la presencia del Rector del Seminario de San Juan, Pbro. Gustavo Lunas, del director espiritual Pbro. Alejandro Rodríguez. Agradecer sobre todo el gran servicio que realizan a la Iglesia en la formación de los futuros sacerdotes. Agradezco también la presencia de varios seminaristas riojanos y sanjuaninos.
4- Alexis, hoy asumes un ministerio, el del Lectorado, con el cual te comprometes a dar, a compartir la palabra de Dios con su pueblo, ya sea proclamándola en la liturgia como animando la tarea catequística o promoviendo su lectura en grupos y en comunidad.
Se trata de asumir un servicio más que necesario, en la Iglesia, servicio ligado al mandato del Señor “Vayan por todo el Mundo y anuncien la Buena Noticia” (Mc 16,15ss). En la diócesis desde el año pasado está fortaleciéndose la Animación Bíblica de la Pastoral. Cuando regreses será un ámbito a promover para contribuir a que todo el bautizado pueda comprender la importancia de la Palabra en la vida y nutrirse de ella diariamente para una vida plena.
Una comunidad que se forja en la Escucha de la Palabra, crece y es una fuente de transformación social. La Palabra leída y meditada en comunidad, acompañada de los principios y valores de la Doctrina Social de la Iglesia, engendra ciudadanos que serán fermento de una sociedad más justa, fraterna e inclusiva.
Esta escucha de la Palabra y la docilidad al Espíritu es esencial para el camino sinodal que queremos recorrer como Iglesia. Una Iglesia-familia donde cada uno de sus miembros ocupa y vive plenamente su propia lugar al servicio de los demás.
Al mismo tiempo, impulsados por la Palabra queremos, cómo lo decimos en la primer línea pastoral: “Acrecentar la actitud misionera de una Iglesia en salida para llegar, con el consuelo y la esperanza del Evangelio, a personas alejadas o en situación de riesgo y vulnerabilidad por el efecto de la pandemia y otras causas preexistentes…”. Alexis, tú mismo has estado afectado por el Covid y has experimentado la necesidad de la fe en Dios y de una comunidad que acompañe el camino del dolor. Que este ministerio que hoy asumes puedas vivirlo de modo especial el servicio a los más necesitados.
Hay que vivir “Con un oído en el Pueblo y el otro en el Evangelio” nos enseñaba el beato mártir Mons. Angelelli. Él lo decía porque lo vivía así. Su cercanía con la gente iba acompañada de una cercanía al Evangelio. En su testimonio y en el de los demás mártires rijoanos tenemos ejemplos cercanos y preclaros de vidas vividas plenamente desde la Palabra y buscando hacer crecer la obra evangelizadora de la Iglesia contribuyendo al desarrollo integral de todas las personas.
5- Al celebrar hoy también el día de la Madre, contemplamos a nuestra Madre en Común, la Virgen María, que supo ESCUCHAR la Palabra de Dios, supo dejarse transformar por Ella con la fuerza del Espíritu Santo en una respuesta fiel a lo largo de toda su vida, siendo madre en todas las etapas de la vida de Jesús, acompañándolo hasta padecer con él y alegrarse con su Resurrección. Hoy nos acompaña y alienta como hijos suyos para que cada uno seamos dóciles en la ESCUCHA de la Palabra y valientes en seguirla.
Que gran misión es la de ser madre. Engendrar la vida, acompañarla, educarla, sostenerla, soltarla para que realice en su propio camino. Pedimos por todas las madres, especialmente por aquellas que hoy más sufren o que más les cuesta llevar adelante su misión. Y encomendamos a las manos de nuestro Padre Dios, rico en misericordia, a todas las que hay fallecido.
Que, siguiendo las huellas de nuestra Madre María, vivamos todos atentos a la Escucha de la Palabra, como humildes discípulos de su Hijo y valientes misioneros, testigos de su infinito Amor. Así sea.