En la Acampada Juvenil del Decanato Norte de San Juan Evangelista se realizaron muchos talleres que estuvieron a cargo de catequistas de diferentes parroquias. Coversamos con algunos de ellos.
Se trata de Leticia y Javier Bóvedas de la Parroquia Inmaculada Concepción de Aimogasta y Carmen Peralta de la parroquia San Antonio de Anillaco.
¿Qué han hecho en esta Acampada juvenil que ha terminado con tanta alegría?
Nosotros teníamos el taller de superación y el lema era “No te rindas. Jesús, en vos confío” y habíamos programado un trayecto para hacerlo, fue de mucho agrado de los chicos y el Espíritu Santo siempre nos estuvo alumbrando, así que bien, muy, muy contento.
¿Qué temática trataba este taller?
Este taller trataba de no rendirse y se basó en el hijo pródigo, con la representación justamente de Javi con su hija. Eso llego mucho a los jóvenes, ya que hablaba en sí sobre toda la juventud que atravesamos hoy y como el hijo había derrochado su herencia y vuelto sin nada y que el padre lo esperaba con los brazos abiertos.
¿Por qué están metidos en esta campaña juvenil ustedes que son adultos?
Bien, la verdad es que, desde jóvenes, junto con el Javi, empezamos antes de que nos casamos y bueno, y cada vez nos fuimos metiendo más. Creo que cada vez es Jesús quien nos va llevando y nos va metiendo más a este lindo lugar que es trabajar y estar al servicio de los demás
¿Y por qué con los jóvenes concretamente?
Porque los jóvenes necesitan que los escuchemos, que estemos atentos a lo que ellos quieren, será también porque ya tenemos hijos jóvenes, eso hace que nosotros estemos un poco más atentos y a las necesidades que ellos tienen.
¿Javier, qué crees que se llevan los chicos de acá?
Se llevan una alegría, un encuentro con el Señor, un encuentro con ellos mismos porque también ha sido fundamental hacerlos ver su realidad y que sean ellos los protagonistas de sus propias vidas y no que vivan vidas prestadas.
¿Y qué te llevas vos?
Me llevo la alegría de llegar a cada joven que paso por nuestro taller, lágrimas en los ojos, verse a sí mismo por dentro y ver que quiere un cambio en su vida.
¿Y qué le dirías vos a los jóvenes
Que estén atentos, que sean ellos mismos, que lo que han vivido acá que ellos, salgan afuera y lo compartan, que ensanchen ese corazón que tienen, porque creo que los jóvenes tienen un corazón muy grande, muy lindo, no es como un adulto, su corazón y sensible, sencillito con mucho amor. Nos falta a veces, tal vez eso de ir guiándolos, así que decirles de que ensanchen ese corazón allá afuera, que ensanchen las carpas y que comiencen en primer lugar con su familia y después, con todo ese grupo de amigos, porque ellos son jóvenes y tienen muchos amigos, tienen muchos grupos de amigos que contagien el amor de Jesús.
Y cómo ellos salieron de acá de esta linda acampada que tuvieron y con los talleres que vivieron todos los lemas de los talleres fueron muy interesantes, que contagien a los jóvenes de su edad.